OPINIÓN de Bruno Peron Loureiro, Brasil .- Pocas veces los Derechos Humanos estuvieron tan en evidencia en Brasil como en los tiempos actuales. Sectores diversos de la sociedad –muchos de ellos que se reivindican como minoritarios– luchan por más espacio, legitimidad y visibilidad. Banderas de varios movimientos sociales y grupos menos organizados se alzan en Brasil en busca de tarifas más baratas de autobuses, viviendas, seguridad (en las escuelas, en los barrios) e inserción en la sociedad, a través de políticas que afirmen ciertas identidades. No habría espacio aquí para avaluar el mérito de cada una de estas luchas en el ámbito de los Derechos Humanos, ya que existen infinidad de organizaciones que promueven estos derechos en Brasil y en el mundo. En lugar de esto, propongo una reflexión sobre dos aspectos: 1) La consciencia del brasilero que tiene derechos, pero que no sabe cuáles son esos derechos, y 2) El desajuste entre la emergencia de esa consciencia y