Elena Blasco Martín LA CRISIS del COVID-19 tendrá importantes consecuencias económicas sobre las que ya se está hablando, pero no podemos olvidar sus efectos sociales, que pueden llegar a ser incalculables. En el estudio y tratamiento de la pandemia hasta el momento solo se distingue una segregación por sexo en datos sanitarios, especialmente en los de mortalidad. Las tasas son mayores en el caso de los hombres, según apuntan los expertos, como consecuencia de la mayor presencia a lo largo de su vida de hábitos nocivos que les generan mayor número de patologías y enfermedades cardiovasculares. Pero está claro que, desde el punto de vista humano, nadie se ha puesto a investigar las consecuencias sociales y económicas que este virus va a tener en la otra mitad de la población. Los últimos datos parecen demostrar que, efectivamente bajo las desastrosas consecuencias en el ámbito laboral y económico, las mujeres serán las más damnificadas de esta pandemia. Su coste es especialmente