OPINIÓN Scott Ritter Ilustración de NEMØ Mientras Estados Unidos avanza para poner fin al conflicto en Ucrania que contribuimos a precipitar, necesita protegerse de los opositores a esta nueva trayectoria política que intentarán perturbar su nuevo papel como pacificador o vengarse de Estados Unidos por traicionar su causa. Quizás la mayor amenaza para Estados Unidos en este sentido sea el enemigo interno: la diáspora ucraniano-estadounidense, cuya lealtad a la odiosa ideología de Stepan Bandera lo trasciende todo, incluso la tierra que actualmente consideran su hogar. En mayo de 1940, 805 delegados de 168 comunidades ucraniano-estadounidenses se reunieron en Washington, D. C. para formar el Comité del Congreso Ucraniano de América (UKKA). Tres de estas organizaciones —la Asociación Nacional Ucraniana, la Asociación Providence de Católicos Ucranianos en América y la Asociación Nacional de Ayuda Ucraniana en América— se habían unido en 1922 para formar las Organizaciones Ucranianas Unid...
