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Mostrando las entradas etiquetadas como GUSTAVO DUCH

La salud en el plato (y el abuelo Santos)

Por Gustavo Duch   Supongo que cualquier persona tiene uno o más ejemplos. El mío era el abuelo Santos y los años que vivió, que fueron muchos y saludables. Estaba claro el porqué. Santos nació y vivió siempre en un pequeño pueblo segoviano rodeado de naturaleza en estado puro. Sus labores, de hortelano y ganadero, las llevó a cabo sin productos químicos. Y su alimentación, basada en sopas, legumbres, verduras y poca carne, fue casi toda producida por la misma familia o vecinos de los aledaños. La vejez le trajo, como es normal, los consabidos achaques, con los que nos demostró de nuevo su mucha fortaleza acumulada en cada bocanada inspirada durante los ochenta y tantos años anteriores. Aunque, cuando su vida ya tocaba a su fin, los traslados a la capital para alguna hospitalización, prueba o revisión eran verdaderamente un engorro. ¿Podemos decir actualmente lo mismo? Es decir ¿tenemos referencias de que la salud de las personas vaya mejorando con esta civilización globalizada? Cr

Los NO

Por Gustavo Duch   En las plazas del territorio español, cientos de miles de personas, se congregan ilegalizadas para reflexionar. No les gusta lo que hay y no les gusta lo que se propone. Son LOS NO. Igualito que hace 45 años cuando el dictador se organizó su propia ley, su propia perpetuidad y su propio referéndum. Y como hoy, el día destinado a reflexionar, se censuró un concierto del grupo yeyé que tuvo la mala idea de llamarse LOS NO. Con melenas y guitarras cantaban transgresores… cómo conseguir abrir el corazón de una chica. Franco que ‘sugería’ votos por el sí, ganó la mentirosa votación con más votos que votantes. También, hace unas décadas un guitarrista ciego –pero visionario- cantaba ‘se repite la historia, sólo cambia el actor’

¿Saben qué? (Acampadas globales)

Por Gustavo Duch    Desde la indómita Patagonia, al Sur de los sures, Magdalena Rosas junto a más de 600 mujeres se organizan para frenar -no saben cómo pero saben por qué- la construcción de cinco represas hidroeléctricas que el capitalismo italiano, español (Endesa) y chileno han diseñado para abastecer de corriente continua a sus bolsillos. «El día 9 de mayo –explica- esta tierra cambió para siempre se hagan o no se hagan las represas. Cambió porque dos hermanos se encontraron frente a frente, uno votando a favor de las megacentrales, mientras el otro era detenido por la policía. Cambió porque probamos por primera vez en la historia de nuestra ciudad, manguerazos que pican los ojos y cierran la garganta. Pero no nuestras voces. «Nos paramos frente al vehículo de la policía con manos en alto. Yo no sabía que tiran agua con químicos, y el chorro de agua envenenada entró quemándonos la cara y los ojos. ¿Fue esa la irritación que me ha querido brotar las lágrimas? Las tengo atra

Acampados

Por Gustavo Duch   Estaban. Nos mentían quienes les proclamaban como reyes de la indiferencia y el pasotismo. Ya salen de sus escondites dónde tomaban fuerzas y planeaban estrategias. Conocen. Nos engañaban quienes decían que no entendían de democracia, legalidad y política. Que sabían mucho del fuera de juego futbolístico y nada del juego político. Colectivizan. Nos decían que eran las generaciones del yo, yo y sólo yo. Que las pantallas táctiles, los facebook y los tuiters los deshumaniza. Pero resulta que les conecta -a la velocidad del mundo de hoy- uno, con otro, con otro, hasta el infinito. Coinciden. Una mirada cómplice, una mochila de trekking y pulseras hippies en las muñecas son suficiente para reconocerse. Es su uniforme secreto y anónimo. Y son muchas y muchos. Saben. Se organizan en espontaneas asambleas donde todas y todos pueden hablar, opinar y proponer. Se entienden sin chillar y sin faltar al respeto. Parlamentos populares donde reina el orden sin guardaespa

Graneros del mundo

Por Gustavo Duch   Si son tan amables, lean con atención estos párrafos que tomo prestados de un diario: «El 8 de mayo más de un millar de vecinos y vecinas, indignados todos ellos y ellas salieron a la calle ante lo que consideran un nuevo atropello para su territorio. Perfiles de personas mayores, jóvenes que animan el acto reivindicativo a golpe de cacerolas y tambores, nuevos rostros de personas que han decidido volver al campo, padres de la mano de sus niños y niñas que no quieren que recojan el testigo de una tierra desolada; todos y todas indignadas por una de las últimas operaciones planificadas, con el beneplácito de las Instituciones de nuestra tierra, para dar cobertura legal a una empresa que pinta de negro el futuro de nuestros campos y de nuestros pueblos. La indudable pretensión de autorizar la construcción de una mega-incineradora. «Los mensajes de los organizadores de la manifestación y en representación de las personas movilizadas no pudieron ser más claros. -E

Las manos

Por Gustavo Duch   El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el término rural como ‘Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas’. En contraposición, se refiere al término urbano como ‘Cortés, atento y de buen modo’. El cacique se levantó. Estaba rodeado de todas las personas del clan. El clan de los Urbanos. Estaban atrapados, en la encrucijada, no más podían demorar la decisión. -Tomemos un nuevo camino, ¿cuál? ¿Por dónde? ¿Hacia dónde? ¿Para llegar a? ¿Con quiénes? – preguntó. Las familias ya no cultivaban la tierra. Habían delegado la producción de alimentos a empresarios que con modernos métodos de cultivos –explotaciones, les llamaban- habían estrangulado todos los recursos naturales. A los pocos años, poco quedaba para comer, y menos quedaba que fuera comestible. Tanto gastaron y tanto despilfarraron que montañas de residuos, emitiendo gases pestilentes, les impedía respirar con regularidad. El oxigeno que llegaba a sus venas, y el agua que bebían en sus

Pesca... luces y ¡acción!

Por Miquel Ortega Cerdà y Gustavo Duch     Jaume es un pescador del Maresme, una zona en Cataluña que, como muchas otros, ha visto transformar a ritmo fulgurante su entorno. En la actualidad el turismo es la actividad de costa con más peso, y ya no quedan pescadores como él: pescador artesanal, con artes de bajo impacto en el medio ambiente y bajo consumo energético. No es un caso aislado, pasa en toda Europa. De cerca de 175.000 pescadores en 2003 se ha pasado a poco menos de 141.000 en 2007 [1] . Eso sí, en España aunque les cueste hacer oír su voz, los pescadores de artes menores, son amplia mayoría, más del 76% del total. Ya hace tiempo que tiene problemas económicos y cada vez, para simplemente para subsistir, se ha de esforzar más: ha tenido que modernizar la embarcación; sus márgenes son cada vez menores, presionado como está por los precios de los otros pescados que vienen del exterior; los costes de explotación cada vez son mayores; y además cada vez hay menos pescado y es

La guinda

Por Gustavo Duch   Somos lo que comemos –dicen- pero también podemos pensar lo contrario: que somos lo que no comemos, lo que desaprovechamos. Y digo esto pensando en mi querido Jaume. Cuando nos reunimos para alguna celebración familiar la guinda de los pasteles siempre queda apartada en un rincón de todos los platos de los comensales. Excepto en el de Jaume que se las come, explicando que le gustan. Pero creo que miente. Porque cuando pasa por casa y le regalamos pan para que alimente a los pájaros de su jardín nos dice que no está lo suficientemente duro, que sigue siendo comestible. O porque los plátanos que mis hijos dicen que ya están demasiado maduros, casi negros, él sigue considerando que son una buena merienda, que no se pueden echar a perder. Por los mismos motivos argumenta que los yogures, diga lo que diga el envase, no caducan nunca. Y sí, como yo pensaba, me ha confesado que no le gustan esas cerezas confitadas de los pasteles, pero que en su casa, la posguerra y l

Cómo forrarse y no entenderlo

Por Gustavo Duch   Piense que Usted es el dueño de Cargill, la mayor empresa privada norteamericana que controla –más o menos- la mitad de la comercialización de granos del mundo, y llega el fin del mes. -¡Que lata, otra vez a reunirme con los contables –pensará- para que me cuenten cifras y datos que apenas entenderé, en lugar de estar montando a caballo en el Club. Enciende el puro, se sienta en su despacho y manda llamar al Jefe de Cuentas. Más o menos le explicaría algo así: -Buenos días Sr. Cargill, aquí le traigo las cuentas que ya han pasado las auditorías correspondientes. En primer lugar quiero felicitarle por su exitosa gestión. Observe, en primer lugar, que en los últimos seis meses hemos alcanzado un beneficio neto de 2.370 millones de dólares…prácticamente la misma cifra que todo el ejercicio anterior. A este ritmo podemos alcanzar unos beneficios record… -Y eso, -dice usted mirando al infinito, porque no sabe aterrizar el dato- ¿será mucho dinero, no? -Pues mire,

Agricultura anticrisis

Por Gustavo Duch   El hambre, la peor y la más extendida de las pobrezas, cruel y paradójicamente nunca tuvo nada que ver con la falta de alimentos. En los últimos años, esta afirmación se presenta con su peor cara. Las crisis alimentarias –las subidas de precio de los alimentos básicos– han sido provocadas por la avaricia de personas, organizaciones y mecanismos que se dedican a la especulación con los alimentos. Unos negocios basados en la fabricación de escenarios de malas y pocas cosechas que, mientras consiguen que sus promotores recolecten grandes beneficios, hacen que para muchas familias desayunar, comer o cenar sea algo imposible, sobre todo en los países empobrecidos del Sur que dedican el 70% de sus ingresos a la necesidad de alimentarse. Pero aun sabiendo que no es un problema de abastecimiento, pues disponemos de alimentos suficientes para todo el planeta –más de la mitad de las cosechas de cereales se dedican a piensos para animales y agrocombustibles; los descartes d

La mordida

Por Gustavo Duch   Eran los años de la posguerra, del hambre y el trapicheo. Pero eran sus años de infancia, no tenía otros y no podía escoger. En el pueblo el futuro tenía un color muy apagado y como tantas otras familias marcharon hacia la capital, publicitada como el progreso y el desarrollo. Allí tampoco estaban fáciles las cosas, y aunque pareciera imposible, la vida se las ingenió para complicarse un poco más. No sólo faltaba el trabajo sino que faltaba la familia a la que acudir o el huerto que cultivar. Se buscaron mil maneras de salir adelante hasta que atinaron con una que les permitió buenos años de trabajo: fueron comercializadores de proteína animal, de calidad y barata. Gracias a sus contactos se hacían traer huevos del pueblo, que de uno en uno, o de docena en docena, vendían en los barrios más humildes de la ciudad. Con la ayuda de Nano, el burro que tiraba del carro; y del carro que cargaba vendedor y huevos. El día que el padre enfermó le pidió que se encargar

Cuidado, llega una revolución

Por Gustavo Duch   Desde muchos lugares del planeta están llegando informaciones coincidentes en una misma dirección: parece que se están moviendo piezas para generar un cambio muy drástico en el modelo agrícola actual. Si eso prospera muchas cosas se alterarán, se desorganizarán, pudiendo ser el principio de una revolución en este terreno, mucho más trascendental que aquella llamada ‘revolución verde’. Así que todas aquellas personas que estemos preocupadas por el planeta y su supervivencia –que es la nuestra-, tendremos que estar atentas. Se ruega levanten las antenas y circulen la información que puedan recibir. Más que nunca hemos de saber qué se trama. Las primeras noticias a las que yo he tenido acceso hablan de una agricultura que produce más comida por hectárea que la agricultura industrial, que tanto nos está alimentado. ¿Será posible aumentar esos índices? Si así fuera, tendríamos un asombroso efecto: podría significar mayor autosuficiencia y mejores ingresos para las f

Vuelvan a la tierra

Por Gustavo Duch   Javier sabía todo sobre los pájaros. De lejos, un puntito en el viento era un halcón cortejando a una halcona. Un sonido en el bosque, como cuando una rama se quiebra, eran dos chochines jugando al tú la llevas. Cuando culminaba una cima catalana, Javier sacaba de su mochila una flauta y con sus notas tocaba cuentos de cóndores sudamericanos a los pájaros de allí. Cuando subió los Andes, a los pájaros autóctonos les habló del Oriol y el Pitroig de los Pirineos. Y de tanto cantarles historias avícolas y tanta mediación intercultural, aprendió su idioma. Javier y sus sabidurías de ornitólogo daban conferencias, charlas y talleres. Según él -cuando nadie decía eso- había que tomar en serio a los pájaros, pues le contaban que el clima estaba cambiando, que estaba caprichoso. Que llovía sin nubes y que los rayos del Sol abrasaban más de lo normal. Que los aires estaban sucios, que se respiraba mal, y que los médicos diagnosticaban muchos asmas en patos y muchas alergia

Tal como lo cuento

Por Gustavo Duch   Me dicen desde las asociaciones de pesca artesanal de Galicia que las multinacionales de la salmonicultura quieren desembarcar frente a sus rías. ¿Empresas que llevan salmones a la escuela? ¿Instituciones que investigan el comportamiento de estos peces saltarines que remontan ríos? No, es sólo un palabrejo para confundir de lo que es una barbaridad ecológica y social. Y yo, aunque estas asociaciones y cofradías se lo saben todo, les cuento el cuento de lo que podría pasar. Sólo porque ya ha pasado. -Mientras los gobernantes os discursean los beneficios de esta nueva industria, puestos de trabajo que se crearán….ya habrán otorgado permisos, licencias y quizás subvenciones para que todo vaya viento en popa. Primero llegarán los barcos que instalarán, frente a las mejores rías, sus mazmorras portátiles. Y en un plis-plas estarán repletas de salmones alevines, prisioneros de un falso progreso. Concentración de barcos en la ría de Muros, en contra de la instalac

¿Pienso que miento?

Por Gustavo Duch   Pensa-miento 51: Me pasará como Pedro y el lobo, de tanto pensamentir no me creerán cuando les fantasee con un nuevo despropósito. Una caja de ahorros, CatalunyaCaixa, espera remontar el vuelo a base de especular con la comida. Le llaman ‘Depósito 100% Natural’, porque con mucha naturalidad le apuestan al maíz y el azúcar, cuyas «evoluciones en el mercado ha sido muy positiva en los últimos meses» ¿La crisis alimentaria resolverá la crisis financiera? Pensa-miento 50: "Paseando por Valencia con Luz María -mujer, sabia y dominicana- en su primer viaje a España, llegamos hasta el cauce viejo del Turia. -Aquí, le dije orgulloso, pasaba un río que cada dos por tres se desbordaba y ahora será una estupenda zona verde y de recreo. Ella, con las cejas arrugadas, me contestó. -¿No piensan ustedes que cualquier día, el rio -la naturaleza- retomará lo que es suyo? ¿Dónde dejaron Ustedes el respeto a los Superiores? -Y no mentía

Soñahacedoras

Por Gustavo Duch En Nalda, La Rioja, una asociación de soñahacedoras estuvieron conversando con los más mayores de la población pues sus huertos desde hacía años permanecían abandonados al mermarse sus fuerzas para el trabajo. Años después, tres mujeres han recuperado algunas de esas huertas que ahora –agroecológicamente- abastecen de alimentos frescos y sanos a unas cien personas de la comarca. En Rosario, Argentina, son muchas las personas campesinas que se han visto obligadas a malvivir en sus barrios más pobres y degradados, expulsadas por la agroindustria de los monocultivos de soja que, como si fueran una soga, estrangulan la ciudad. A iniciativa de la ciudadanía, la creación de huertos populares en zonas muertas de la ciudad dando vida a un nuevo y nutritivo paisaje, ya se ha convertido en el Programa municipal de Agricultura Urbana. En Alicante, un colectivo de jóvenes hace ya ocho años compraron las ruinas del antiguo Mas del Potro. Se ríen cuando recuerdan como entre mu

Los excesos

Por Gustavo Duch       La expansión de la caña de azúcar, es decir, el tirón europeo hacia los agrocombustibles, es la causa más significativa de la deforestación en Brasil. Imagino a esos guerreros portugueses encasquetados cruzando las selvas sudamericanas en busca de dorados metales. Atravesando ríos cual mares, sufriendo ataques de bestias nuevas, abriéndose paso por selvas a machetazo limpio… Con los ojos puestos en todos los rincones. Mirando los cielos en busca de una señal, buscando resplandores en las cimas de las montañas…. Y hoy, siglos después, sabemos dónde estaba el Dorado anhelado: exactamente bajo las botas de aquellos arrogantes caballeros. Porque son los suelos del Cono Sur de América la mayor fuente y provisión de combustible para alimentar los excesos del capitalismo, sus fauces, ejemplarizados en el fast food. Es decir, las locuras de consumir mucho, tragarlo todo y rápido, sin dejar que el tiempo se tome sus pausas. Combustible para las grasas, combustibles pa

Pensa-mientos 49 y 48

Por Gustavo Duch   Pensa-miento 49: En una escuela de Zimbabwe el maestro preguntaba sobre la función de algunas profesiones. -¿Qué hace el ebanista? –fábrica muebles respondió la niña del primer banco. -¿Qué hace la pediatra? – Es la médico de los bebés dijo un muchacho regordete- ¿Qué hace el policía? -El policía –dijo el hijo de Vimbai Zinyama- golpea a mi madre. Vimbay es dirigente de un sindicato de trabajadores y trabajadoras (ZCTU), y como muchas mujeres –hoy y cada día de los días- levantan conciencias. Pensa-miento 48: En España Carrefour, malpagador de los productos del campo y eficaz vendedor de casidetodo, ha sido denunciado, esta vez, por una buena práctica. En su maquillaje social publicita que ya no vende atún rojo, especie nadadora completamente diezmada. Enrabietados sus denunciantes, la industria pesquera atunera española, dicen que la multinacional hace publicidad engañosa, pues hay atunes para pescar y regalar. Como dicen las abuelas, ‘en boca del mentiroso, lo

Alfabeto andante

Por GustavoDuch Luis es el Gerente de la ‘Biblioteca Rural Itinerante de Colombia’, encargada de suministrar lecturas a las niñas y niños de los poblados más extraviados, menos queridos, más ignorados… Por casi todos menos por su Servicio, público y gratuito, que con palabras escritas o recitadas sustituye de esas pequeñas retinas, asesinatos, desaparecidos, mutilados y tantas violencias que ahí se dieron (y se dan), por duendes entrometidos, aventureros voladores o por ballenas en el fin del mundo. Aunque el propósito es grande, la empresa es chiquita, y entre Luis y sus dos únicos socios – incondicionales pero un poco testarudos- se tienen que encargar de todo. A Luis se le encomienda la selección de los libros y –con sus ojos decidores- la lectura teatralizada de los cuentos a la muchachada que le rodea, sentados bajo los árboles gigantes de esas tierras. Sus socios, dos burros, asnos o pollinos, cargando los libros en sus alforjas son los responsables de Logística y Transporte.

Matrimonios dudosos

Por Gustavo Duch Como si fuera un matrimonio –de conveniencia–, durante estas semanas la Unión Europea y Marruecos tienen prevista la renovación de sus votos, o no. En concreto, se está dilucidando en mesas separadas si se mantienen los acuerdos pesqueros y agrícolas que tantas repercusiones tienen sobre los sectores rurales de Marruecos, del Sáhara Occidental y de algunos países europeos, fundamentalmente España. Por un lado, a finales de mes finaliza el acuerdo vigente en pesca que permite a 119 licencias de pesca de barcos europeos faenar en las aguas de Marruecos. De entre ellas, cien le corresponden a la flota española. Europa, paga –pagamos– 36,1 millones de euros para que los buques puedan pescar en esos caladeros, incluyendo las aguas territoriales del Sáhara Occidental. Las últimas informaciones explican que la Comisión Europea ha propuesto formalmente prorrogar el acuerdo de pesca por un año, tiempo necesario para evaluar y analizar sus consecuencias. Ahora queda la ratif




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