OPINIÓN de Joan del Alcàzar Sería para troncharse de la risa si no fuera por lo dramático de la situación que vivimos con la pandemia que nos está golpeando. Pero no, lo que estamos pasando provoca muchas cosas: rabia, miedo, preocupación, vergüenza ajena; muchas cosas, pero risa en absoluto. En tiempo de crisis aguda como la actual, claro, hay una serie de protagonistas que concitan toda la atención de los ciudadanos. Desde los gobernantes al personal sanitario, por supuesto; pero también los expertos en temas centrales o colaterales a la urgencia: desde los epidemiólogos a los economistas. Además, han aparecido en el escenario profesionales que antes de la crisis apenas tenían proyección pública: desde los agricultores a los transportistas, desde los empleados de los supermercados a un colectivo hasta ahora casi clandestino: los profesionales de la limpieza, una gente absolutamente estratégica, del grupo de los imprescindibles. Cosa que muchos ignoraban. Hay, sin embargo, un gr