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Mostrando las entradas etiquetadas como JORGE MAJFUD

Lenguaje: el pasado es un paĆ­s extranjero

OPINIƓN de Jorge Majfud.- Hace pocos dĆ­as iba caminando por Jacksonville Beach y leĆ­ el nombre de un edificio de apartamentos muy caros: Beachcomber. RecordĆ© que Ć©se era el origen de una de las palabras mĆ”s rioplatenses que se puedan escuchar: “bichicome”, y que significa alguien pobre que anda buscando cosas (en la playa, “beach-comber”), algo similar a la palabra “chusma”, que procede del Ć”rabe, como un cuarto de las palabras espaƱolas, como “cheque”, “algebra”, “algoritmo”, y tantas otras referidas a las ciencias.

Ɖtica artificial

OPINIƓN de Jorge Majfud. - En 2017, el gigante de Internet Google firmĆ³ un contrato con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para proveer con inteligencia artificial a sus drones militares. Durante aƱos, el uso de drones similares habĆ­a sido criticado y denunciado por sus devastadores efectos colaterales, tanto por los muertos no previstos como por sus efectos psicolĆ³gicos, culturales e ideolĆ³gicos a largo plazo. En consecuencia, varios tĆ©cnicos pioneros, como el ingeniero Jeff Dean, firmaron una protesta contra el uso de armas autĆ³nomas provistas con inteligencia artificial. Doce de ellos renunciaron a sus cargos.

Guerra comercial: no es el comercio, es la guerra

OPINIƓN de Jorge Majfud. - La lĆ³gica histĆ³rica indica que los paĆ­ses, sobre todo las grandes potencias econĆ³micas, no realizan cambios de polĆ­ticas dramĆ”ticas al menos que exista una crisis en curso de la que se quiere salir desesperadamente o se haya realizado una previsiĆ³n de un escenario indeseado a largo plazo.

Elecciones en MĆ©xico

OPINIƓN de Jorge Majfud.- Desde los tiempos de Porfirio DĆ­az, las polĆ­ticas en favor de los supuestos tecnĆ³cratas y de los que sabĆ­an “cĆ³mo funcionaba el mundo moderno”, como las privatizaciones, fueron hechas en nombre del progreso y el desarrollo del paĆ­s. MĆ©xico se enriqueciĆ³ hasta principios del siglo XX, pero no los mexicanos. Durante las dĆ©cadas precedentes, y debido a la arrogante desconsideraciĆ³n de cĆ³mo entendĆ­an las comunidades indĆ­genas el uso de la tierra, entre otras razones, el 80 % de sus campesinos, en un paĆ­s de mayorĆ­a de campesinos, terminĆ³ sin tierra y el exitoso proceso modernizador terminĆ³ en la inevitable y violenta RevoluciĆ³n Mexicana.

Argentina y la lĆ³gica de los mercaderes

OPINIƓN de Jorge Majfud. - Cuando en 1970 los chilenos decidieron elegir un presidente que no agradaba a los dueƱos del mundo, el presidente Richard Nixon dijo: “vamos a hacer que su economĆ­a grite”. Efectivamente lo hicieron, aunque la crisis econĆ³mica ni fue suficiente crisis ni fue suficiente para desestabilizar el orden democrĆ”tico, por lo cual el clan Kissinger-Pinochet optĆ³ por el tradicional Plan B para AmĆ©rica Latina, documentado por sus perpetuadores desde antes de las elecciones de 1970, soluciĆ³n probada y conocida a todo lo largo y ancho del siglo XX: un sangriento golpe de Estado y la posterior instauraciĆ³n de una dictadura. Chile no fue el Ćŗnico caso, ni este modus operandi se remonta a los principios de la Guerra FrĆ­a, sino que la precede por lo menos en sesenta aƱos: aprovechar el descontento y las revueltas populares, pacĆ­ficas o armadas, para instaurar brutales regĆ­menes represores que protegiesen el statu quo, es decir, los intereses de las elites criollas y el de los

La lĆ³gica del absurdo

OPINIƓN de Jorge Majfud.- Imaginemos dos situaciones sociales, dos absurdos colectivos. En una (llamĆ©moslo Absurdo A), cada uno de los individuos de un paĆ­s, del planeta todo, posee exactamente la misma riqueza que su vecino.

Lecciones del fĆŗtbol

Por Jorge Majfud. - Cuando mi madre muriĆ³ en 1984, abandonĆ© los misteriosos placeres del dibujo, la escultura, los varios tomos de Shakespeare en espaƱol, los muchos mĆ”s de la por entonces anacrĆ³nica enciclopedia Cumbrede tapas rojas, la vieja mĆ”quina de escribir Olivetti de mi padre, por algo que nunca habĆ­a hecho en mi infancia: jugar al fĆŗtbol en un campito.

Divide et impera

Un desamparado se salvĆ³ Por causa de una buena acciĆ³n Y hoy nadie lo repudia, aleluya Y un hambriento hoy tiene de comer Y hoy donaron a una iglesia una fortuna Aleluya… (VersiĆ³n castellana de “Hallelujah”)

CaribeƱos inmigrantes en el Cono Sur

CĆ³mo los pobres siempre sacan lo peor de nosotros mismos OPINIƓN de Jorge Majfud.- DespuĆ©s de la ola neoliberal de los 90, que prometiĆ³ modernizar y terminar con la corrupciĆ³n (de los neoliberales anteriores) en los paĆ­ses del Sur, y despuĆ©s que terminase, como suelen terminar estas promesas, “realistas y responsables”, en una catĆ”strofe financiera, econĆ³mica, y, sobre todo, social, Argentina y Uruguay desangraron una gran parte de sus poblaciones.

Documentos desclasificados

OPINIƓN de Jorge Majfud.- Cuando descubrimos tantos miles de documentos desclasificados que prueban la implicancia de las agencias de inteligencia de las potencias mundiales en crĆ­menes contra la humanidad materializados muchos aƱos atrĆ”s (​ahora, cuando la verdad deja de ser peligrosa o ya no importa, cuando las distracciones banales son mĆ”s poderosas que la conciencia moral) nuestra confianza en el poder de la investigaciĆ³n se consolida. Por allĆ­ aparece un nombre, una frase, un pĆ”rrafo tachado con tinta negra, pero confiamos que el documento existe y algĆŗn dĆ­a serĆ” ofrecido al pĆŗblico con toda la crudeza del original. Pocas cosas tan concluyentes como las confesiones de parte (las vĆ­ctimas no son un testimonio confiable) y pocas tan convincentes como el orden lĆ³gico de los eventos histĆ³ricos. Aunque el mundo nunca fue algo justo, al menos, asumimos, la verdad aguarda en algĆŗn rincĆ³n oscuro para ser revelada.

La gran revoluciĆ³n del siglo XXI

OPINIƓN de Jorge Majfud.- Semanas atrĆ”s publicamos unas breves reflexiones sobre “La gran crisis del siglo XXI”. Un problema menor es que nos acusen de dramĆ”ticos, grandilocuentes y apocalĆ­pticos. Todo eso es irrelevante, olvidable. A riesgo de equivocarnos, como todos, como en todo, nuestra obligaciĆ³n es la de aportar alguna mirada general sobre los problemas mĆ”s importantes que pueden afectar a la humanidad en el tiempo presente y en los tiempos por venir, aunque para entonces ya no estaremos caminando sobre este hermoso planeta ni estaremos disfrutando de ese maravilloso y tan desvalorado milagro de estar vivo.

El destino de un millĆ³n de jĆ³venes a subasta

OPINIƓN de Jorge Majfud. - SĆ³lo el tĆ­tulo de “soƱadores” para referirse a los jĆ³venes indocumentados que fueron traĆ­dos por sus padres a Estados Unidos siendo niƱos, es un clichĆ©. Si no un sarcasmo, si consideramos que sus sueƱos no se refieren al sueƱo americano sino a una larga pesadilla que no sĆ³lo tiene efectos legales y sociales sino profundamente morales y psicolĆ³gicos.

¿Por quĆ© los nacionalismos ahora?

OPINIƓN de Jorge Majfud. - Las actuales olas nacionalistas tienen, al menos, dos caracterĆ­sticas: primero, no se trata de los nacionalismos que llevaron a la descolonizaciĆ³n de Ɓfrica o a la rebeliĆ³n en el resto del tercer mundo durante los 50 y 60. En aquellos casos eran nacionalismos de izquierda, casi una contradicciĆ³n, por otras dos razones (porque estaban inspirados en pensamientos socialistas, internacionalistas, y porque se trataba de revindicar y levantar el espĆ­ritu del oprimido, del sirviente deshumanizado).

La paradoja de las clases sociales

OPINIƓN de Jorge Majfud. - Aunque las sociedades estĆ”n compuestas de una gran diversidad de grupos y de intereses, todavĆ­a podemos abstraer su estructura en su clĆ”sica pirĆ”mide tripartita. De la historia observamos algunas persistencias crĆ­ticas que podemos formular asĆ­ para entender el presente y reflexionar sobre el futuro:

La gran crisis del siglo XXI

OPINIƓN de Jorge Majfud. - Porque el pasado estĆ” hacia adelante y el futuro hacia atrĆ”s, sĆ³lo podemos ver el primero, con cierta precisiĆ³n, y apenas sentir el segundo, como una brisa unas veces, como un vendaval otras. Si al menos tuviĆ©semos un espejo para poder echar una mirada al futuro… Pero no. Al menos que ese espejo sea el pasado mismo que, al decir de Mark Twain, no se repite, pero rima.

La culpa es de los intelectuales

OPINIƓN de jorge Majfud.- El PaĆ­s de Montevideo en su editorial de hoy 7 de noviembre de 2017, hace tua culpa de Eduardo Galeano, Mario Benedetti y Daniel Viglietti por apoyar la violencia, acusĆ”ndolos de “corresponsables de los trĆ”gicos desvĆ­os de un sector de la juventud uruguaya.” La sola palabra “desvĆ­os” recuerda a la dictadura uruguaya y a muchas otras, como las palabras de aquel ministro argentino de Bienestar Social que se quejaba que el problema de los estudiantes era que tenĆ­an demasiado tiempo para pensar y “el exceso de pensamiento produce desviaciones”.

¿Son neutrales las redes sociales?

OPINIƓN de Jorge Majfud.- En una conferencia dada en 1981, Ayn Rand, la autora de cabecera del actual presidente de la cĆ”mara de representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, y de los conservadores cristianos, leyĆ³: “NingĆŗn poder externo puede destruir al capitalismo y sus empresarios. Solo un poder interno: la moral. MĆ”s concretamente, el poder de una idea depravada, aceptada como principio moral: el altruismo. Esa teorĆ­a moral segĆŗn la cual un hombre debe sacrificarse por otros. El altruismo es una teorĆ­a de profundo odio, contra el hombre, contra el Ć©xito. El altruismo es enemigo del capitalismo”.

Che, el demonio segĆŗn los demonios

OPINIƓN de Jorge Majfud. - Las ideas prefabricadas son interesantes por al menos dos razones: primero, porque son lĆ³gicas dentro de su microcosmos y radicalmente contradictorias en su propio contexto; segundo, son de fĆ”cil consumo.

La culpa es de los pobres

OPINIƓN de Jorge Majfud.- En 1758 el gobernador de Carolina del Sur, James Glen, reconociĆ³ en una carta a su sucesor: “ha sido desde siempre una polĆ­tica de nuestro gobierno alentar el odio de los indios hacia los negros”. En las generaciones previas, el racismo no habĆ­a alcanzado el nivel de odio suficiente como para evitar que indios, negros y blancos pobres se unieran para el trabajo, la intimidad y, sobre todo, para rebelarse contra el poder de los poderosos.

Charlottesville: Cuando la historia se anuncia en una pequeƱa aldea

OPINIƓN de Jorge Majfud. - A finales de 2015, cuando el precandidato republicano Donald Trump dominaba las encuestas dentro de su partido, un amigo que vive en Buenos Aires me escribiĆ³ entusiasmado con el posible triunfo del millonario. “Muchas cosas van a cambiar –dijo–, entre ellas las tonterĆ­as de lo polĆ­ticamente correcto”. El desafĆ­o a lo polĆ­ticamente correcto ha sido un ejercicio permanente en la academia (aunque no en la mayorĆ­a de los acadĆ©micos) por dĆ©cadas, sino por siglos. Eso no lo inventĆ³ Trump. Pero a veces lo polĆ­ticamente correcto (como el respeto de los derechos y libertades de todos por igual, sean negros, mujeres u homosexuales) es, simplemente, lo correcto.




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