OPINIÓN de Julio Ortega El titular de una importante página taurina, al referirse a las firmas de la ILP para declarar la tauromaquia como BIC dice así: "600,000 razones para creer en la libertad de todos". El fiósofo Isaias Berlin diferenciaba la libertad negativa de la positiva definiendo la primera como "libertad de la opresión". Sin duda es a ésta a la que aluden cuando en ella incluyen a las principales víctimas de su libre albedrío: los toros. O a los niños en cuyas mentes y con la connivencia de la administración hacen lo posible por imbuir la tortura de un ser vivo como un acto noble y necesario. El tentadero celebrado recientemente en la Plaza de Toros de Roquetas de Mar de la mano del matador El Fandi, fue calificado por la primer teniente de alcalde de esa localidad como de carácter didáctico añadiendo que con él trataban de promocionar todo lo que es cultura. Lo más desgarrador es que haya padres que se lo crean. Cultura, ¿cuántas veces no lo nom