OPINIÓN de Ollantay Itzamná El Presidente del bicentenario Perú, Pedro Castillo, el pasado domingo 3 de octubre, en la emblemática ciudad andina del Cusco, ante una multitudinaria presencia campesinos y campesinas, proclamó lo que prometió durante su campaña electoral: La segunda reforma agraria para el Perú. ¿En qué consiste una reforma agraria? La reforma agraria consiste en la redistribución de la propiedad y tenencia de tierras complementada con políticas públicas (asistencia técnica, financiera, creación de mercados, etc.) que garanticen el “desarrollo” rural. Es decir, la reforma agraria, para ser tal, debe trastocar, modificar, la estructura de la propiedad y tenencia de la tierra. La reforma agraria de 1969, modificó cerca del 53% del total del suelo agrario del Perú, con la finalidad de garantizar el acceso a tierra a familias rurales y/o unidades asociativas campesinas. Aquella prometedora iniciativa agraria fue truncada por intereses de la oligarquía nacional e intereses nor