OPINIÓN de Rafael García Almazán / Kabila.- Mientras que se encierra al teniente Luis Gonzalo Segura (del que ya he hablado, en otro artículo ) por denunciar casos de corrupción en el ejército, el jefe del ejército de tierra, general Buj, acusa de debilidad al gobierno central por la situación de Cataluña. Y es que, por lo que se ve, de vez en cuando, esta institución de la que los grandes popes del país, tanto del partido del gobierno como del PSOE, se hartan de alabar y de poner como ejemplo de ente democrático, deja mucho que desear. No es la primera vez, y me temo que desgraciadamente no será la última, en la que, mientras la guardia civil o los militares de a pie no pueden pronunciarse políticamente como tales y tienen prohibido sindicarse, algún generalote mande mensajes de ‘cuidado-cuidadín’' que el ejército está aquí’. Soltando discursos, frases o aseveraciones intimidatorias según las cuales podrían hacer valer su fuerza, de vez en cuando, tratan de demostrar que el po