OPINIÓN de Sergio Ortiz EXPRESIDENTE URIBE SÓLO CON DETENCIÓN DOMICILIARIA Para administraciones de EE UU, el gobierno de Colombia es el más amado de Sudamérica por su sumisión política, económica y militar. Hoy ese vasallo está en crisis. No importa si en la Casa Blanca están demócratas o republicanos; ambos privilegian su relación de socio mayor con la Casa de Nariño, sede presidencial en Bogotá. Por ejemplo, el “Plan Colombia” fue iniciado en los ‘90 por el demócrata Bill Clinton, para dar apoyo militar y poner sus tropas en el país sudamericano, asentadas en bases militares propias y/o arrendadas. El argumento era luchar contra el narcotráfico y la guerrilla de las FARC y el ELN. Por supuesto fueron activas en este último aspecto; el tráfico de drogas siguió lo más campante, con sus cargamentos de cocaína rumbo a Estados Unidos. Las tropas yanquis, la DEA y la oficialidad colombiana hacían la vista gorda y negocios con los narcotraficantes y grupos paramilitares, útiles para masacr