OPINIÓN de Carlos Luna Arvelo El presidente Nicolas Maduro recientemente propuso incorporar, mediante una Reforma Constitucional, la pena de cadena perpetua para quienes en el desempeño de cargos públicos incurran en hechos de corrupción. Después de más de un año del “Caiga quien Caiga” luce desacertado, por decir lo menos, que a pocos días de presentar al “jefe de la banda”, junto a algunos de sus cómplices, que desfalcaron a PDVSA la respuesta del presidente sea apenas poner sobre el tapete una propuesta política como lo es una Reforma Constitucional como solución al problema de la corrupción en el país. Mientras nada se nos informa sobre el dinero desfalcado, incluso hay opacidad sobre la cuantía de los montos desfalcados a la Republica. Aparte de los relatos de la Fiscalía, que no goza de la credibilidad que el caso amerita, hay mucho que informar sobre una trama de corrupción que durante años se cebo en las arcas públicas. Basta un ligero vistazo a las redes sociales para recordar