Por Jorge Luis Oviedo Lo normal en política es que, en todo momento y en todas partes, encontremos oficialismo y oposición. Los partidos políticos, pese a tener antecedentes en la antigüedad, son más propios de los estados modernos y como instituciones han servido para facilitar, a la clase que detenta los medios de producción, su permanencia continua en el poder. Lo reitero de otra forma, la razón de la existencia de las instituciones políticas en una sociedad organizada como república o en las monarquías modernas, no es otra que permitir que concurran en ellos los intereses comunes de amplios sectores o, sobre todo que las minorías privilegiadas y más capacitadas para imponer criterios y ejercer control del poder y la riqueza, se legitimen a través de los procesos electorales y de las leyes que emiten y aplican desde el control institucional que se alcanza. La política, en todo caso, al ser la principal actividad colectiva humana, no precisa de la existencia de los partido