OPINIÓN de Paul Martial. - El ataque del viernes 20 de noviembre contra el hotel de lujo Radisson Blu, alarga la lista de los ataques armados que han tenido lugar en Malí. Pone también a la luz las dificultades de un país enfrentado a una multitud de grupos armados. Habría más de una veintena de muertos y una decena de heridos entre los clientes de diferentes nacionalidades y el personal del hotel situado al oeste de Bamako en el barrio de negocios ACI 2000. El grupo Al Murabitun habría reivindicado este atentado hecho en común con Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). El grupo Al Murabitun se dio a conocer con una toma de rehenes en enero de 2015 en un complejo gasístico en In Amenas en el sur de Argelia, toma de rehenes que terminó en un baño de sangre tras la intervención del ejército argelino. Un enjambre de grupos armados Dirigido por Mokhtar Belmokhtar, Al Murabitun nació de la fusión de dos formaciones: “Los que firman con la sangre" y el Movimiento por la Unidad de la Yihad