La muerte de un niño o una niña supone una pérdida irreemplazable. Aun así, en Gaza, la infancia lleva 700 días siendo objeto de asesinatos, mutilaciones y desplazamientos en una guerra devastadora que representa una afrenta a nuestra humanidad compartida. "Dos años de una guerra cruel que ha destrozado a la infancia", alerta Catherine Russell, nuestra directora ejecutiva.
64.000 niños y bebés
En los dos últimos años se ha confirmado la muerte o la mutilación de la escalofriante cifra de 64.000 niños y niñas en toda la Franja de Gaza, entre ellos al menos 1.000 bebés.
No sabemos cuántos más habrán muerto a causa de enfermedades prevenibles ni cuántos seguirán enterrados entre los escombros.
Sobre la Ciudad de Gaza y otras partes de la Franja, persisten los intensos bombardeos israelíes y los ataques de artillería. Desde la mañana del sábado se ha constatado la muerte de al menos 14 niños y niñas.
El alto el fuego es más necesario que nunca. El mundo no puede ni debe permitir que esto continúe.
Crisis de desnutrición alarmante
La hambruna sigue presente en la Ciudad de Gaza y se está propagando hacia el sur, donde los niños y niñas ya vivían en condiciones precarias.
La crisis de desnutrición sigue siendo alarmante, especialmente entre los menores de un año. La falta prolongada de una alimentación adecuada ha perjudicado gravemente el crecimiento y el desarrollo de la infancia.
Exigimos la protección de todos los civiles
El derecho internacional humanitario es claro: exigimos a Israel y a todas las partes que garanticen la plena protección de todos los civiles.
Está terminantemente prohibido negarle la asistencia humanitaria a la población civil. Los principios de distinción, proporcionalidad y precaución deben respetarse en todas las acciones militares. Los civiles que no puedan, no quieran o decidan no evacuar las zonas de combate siguen siendo civiles y, por tanto, han de estar protegidos en todo momento.
Desde UNICEF acogemos con esperanza todos los esfuerzos destinados a poner fin a la guerra y trazar un camino hacia la paz en Gaza y en la región.
Cualquier plan que se elabore debe conducir a:
- El alto el fuego.
- La liberación de los rehenes.
- La entrada segura, rápida y sin impedimentos de la ayuda humanitaria –a través de todas las rutas y los pasos fronterizos disponibles– en la medida en que la necesitan los gazatíes, especialmente la infancia.
¡Por el bien de todos los niños y las niñas de Gaza, esta guerra debe terminar de inmediato!

