Desde mediados de septiembre, agentes de las fuerzas de orden público federales han utilizado fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos, observadores legales, periodistas y personas que brindan atención médica durante manifestaciones frente a un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (US Immigration and Customs Enforcement, ICE) en los suburbios de Chicago. No se trata de control de multitudes, sino de una campaña de intimidación y un mensaje claro de que el disenso será castigado. Esto ocurre poco después de una instancia similar de uso de fuerza excesiva contra manifestantes en Los Ángeles. Las comisiones de vigilancia del Departamento de Seguridad Nacional en el Congreso deben llevar a cabo audiencias públicas para examinar el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes. Deben considerar recursos legislativos que permitan fortalecer la vigilancia y la rendición de cuentas con respecto a las operaciones de aplicación de las leyes sobr...
