«Si yo me callo, gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años de coloniaje». Hugo Rafael Chávez Frías Daniel Seixo* Desde que el pasado mes de julio Nicolás Maduro viese refrendado su mandato en las urnas por el pueblo venezolano, las máquinas de desinformación e injerencia de las mal llamadas democracias burguesas occidentales han acelerado un proceso de acoso y derribo contra la Revolución Bolivariana de Venezuela, el cual ya había sido activado meses antes de las elecciones. Este proceso incluyó una estrategia de golpe mediático que comenzó con una guerra de encuestas cuyo objetivo no era otro que crear tensión e incertidumbre con el fin de desconocer unos resultados electorales que, de antemano, se sabían muy difíciles para una oposición desorganizada, sin estrategia ni apoyo significativo entre los propios venezolanos. La figura del hoy autoproclamado Edmundo González Urrutia no es más que un