Por Zenón Ramírez García Rebeca Madrigal Barragán Otra vez viene la moda de imitar a las catrinas, sombreros y crinolinas que por ajuar se acomoda. Para lucir como goda que humilló a nuestras mujeres. Creídas por sus poderes sobre los pueblos nativos con impulsos despectivos pisotearon sus haberes. Hoy la juventud ignota de la vieja humillación toma como inspiración el ajuar de la Carlota. Desatendiendo la nota que narraron los ancestros. Ojalá nuevos maestros recuerden la ingrata historia de sumisión vejatoria qué soportaron los nuestros. Y no olvidar las nocivas conductas más lacerantes de mujeres arrogantes qué malvieron a nativas. Hay que evitar las diatribas cargadas de humillación. Vestir a la tradición es vestir con elegancia orgullo, suave fragancia, blancura de admiración.