Por Alicia Puleo .- El concepto de violencia de género ha sido forjado para subrayar el carácter estructural, ideológico y aprendido (y por lo tanto, susceptible de ser transformado) de las innumerables violencias sufridas por las mujeres en todo el mundo, incluso en las democracias más avanzadas. La violencia de género es violencia patriarcal que se apoya en la desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso a los recursos y en un rango simbólico de lo femenino más bajo que el masculino. Para comprenderla en profundidad, es indispensable atender tanto a la realidad económica de desigualdad entre los sexos como a los elementos simbólicos que invisibilizan y reproducen la sujeción de las mujeres. Como ha mostrado el feminismo, este es el suelo del que surge la violencia y sin su desmantelamiento no hay lugar para la esperanza de crear una cultura de respeto, libertad y paz.