El fuego ha tenido un papel crucial en la conservación de bosques y prados durante miles de años. El efecto de las llamas favorece de forma eventual la diversidad de ambientes y evita la homogenización de especies. Ahora, un equipo de investigadores de la NASA y la Universidad de California en Irvine (EE UU) afirma que en las últimas dos décadas se han perdido 1,2 millones de km2 de superficies quemadas en el planeta. Mapa de la evolución mundial de los incendios. / NASA`s Scientific Visualization Studio