Amy Goodman y Denis Moynihan El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, odia a la prensa quizás tanto como la ama. Desde su incursión en la política electoral, en 2015, su afán por figurar en los titulares ha chocado con el periodismo crítico, que le exige rendir cuentas. Es por ello que el mandatario estadounidense ha calificado a la prensa como “enemiga del pueblo”, ha dirigido insultos a los periodistas y ha llegado incluso a incitar actos de violencia contra ellos. Actualmente, en su segundo mandato, Trump ha multiplicado estos ataques, no solo contra los medios de comunicación que informan sobre sus abusos de poder, sino también contra la propia existencia de una prensa libre. En un evento realizado el 14 de marzo en el Departamento de Justicia de Estados Unidos, frente a una numerosa audiencia, Trump pronunció uno de sus discursos más inquietantes. Aunque se supone que ese departamento actúa con independencia, el errático discurso que Trump pronunció en esa ocasión fue básica...