OPINIÓN de Amy Goodman La verdad —y los periodistas— son las primeras víctimas de la guerra en Gaza. Mientras el bombardeo israelí contra la Franja de Gaza, que ya lleva casi siete semanas, se ha cobrado la vida de más de 14.000 palestinos, entre ellos más de 5.000 niños y niñas, los valientes periodistas palestinos que trabajan en Gaza en circunstancias sumamente difíciles y peligrosas están muriendo uno tras otro. Esta semana se alcanzó un récord sombrío: el número de periodistas fallecidos en el conflicto ha superado los 50. Aunque la pausa negociada brindará un breve respiro a la población civil de Gaza y permitirá la liberación de 50 rehenes israelíes retenidos en el enclave palestino, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que los ataques se reanudarán inmediatamente después. Según el Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ, por sus siglas en inglés, al menos 53 periodistas y trabajadores de prensa han muerto en el que la organización describe como