La masacre de Búfalo, la prohibición de libros y las heridas duraderas del racismo en Estados Unidos
OPINIÓN de Amy Goodman y Denis Moynihan Diez personas fueron masacradas el sábado pasado en un supermercado situado en el corazón de la comunidad negra de la ciudad de Búfalo. El atacante fue un joven de 18 años que se describe a sí mismo como supremacista blanco y que estaba armado con un rifle semiautomático Bushmaster del tipo AR-15 que había adquirido de manera legal. Su objetivo, según un manifiesto incoherente y lleno de odio de 180 páginas que publicó en las redes, era “matar a tantos negros como fuera posible”. De las trece víctimas —incluidas tres que resultaron heridas—, once eran afroestadounidenses. El asesino transmitió en vivo la masacre a través de la plataforma de emisión de videos Twitch. Si bien el sitio, que es propiedad de Amazon, eliminó el terrible video en cuestión de minutos, este se publicó de inmediato en otros sitios y millones de personas accedieron a él en otras plataformas de internet. Para confrontar la violencia racista es necesario comprender la verdade