OPINIÓN de Herbert Mujica Rojas Las excepciones entre los inquilinos precarios de Plaza Bolívar, son contadas. La enorme mayoría paga favores o deudas de campaña, aprende algo de la vulgar política cotidiana y entre los vacadores compiten para ver quien muestra su acrisolada estulticia en sus “declaraciones”. ¿En qué sirve a las grandes mayorías ciudadanas un conjunto de seres de este escalafón tan mediocre, ágrafo y espectacularmente negado a los barruntos más elementales de la inteligencia? Es probable que la respuesta sea ¡en nada! El Congreso, cuando su composición incluía a Senadores y Diputados, cámara alta y baja respectivamente, debió haber sido un organismo fiscalizador, para la creación legislativa y como tribuna de agitación ideológica y programática. Nunca un objetivo para asegurar el sueldo, los protocolos, la asistencia de tropas de secretarias y pelotones de asesores adulones. Difícil predecir si en el trance actual con acusaciones diarias contra los desmanes y yerr