Ir al contenido principal

Sociedad de mercaderes, no naci贸n de ciudadanos

sociedadmercaderes.jpg


Se帽al de Alerta-Herbert Mujica Rojas

Viene al caso una cita de honda convocatoria a reflexi贸n:

"el Per煤 dej贸 de ser una naci贸n de ciudadanos y se convirti贸 en una sociedad de mercaderes, la corrupci贸n infiltr贸 en todos sus poros". (Qu铆mper, Jos茅 Mar铆a, Manifiesto del ex ministro de Hacienda y Comercio, J.M. Qu铆mper, a la Naci贸n, Lima, Imprenta F. Mas铆as e Hijo, 1881).

Todo tiene precio. Las penas y las libertades se negocian por los grandes estudios de abog谩ngsteres que se hacen llamar ilustres y dan declaraciones a los miedos de comunicaci贸n.

¿Cu谩nto poder real tiene un mandatario en Per煤?

Pocas son las dudas sobre lo que un presidente en nuestros pa铆ses manda. En el mejor de los casos, administra. La cacareada majestad de un jefe de Estado oscila al vaiv茅n de los sucesos mundiales, de sus guerras financieras y aqu铆 se reciben 贸rdenes.

Y si hay un Congreso c贸mplice que juega en t谩ndem con el Ejecutivo pues eso es lo que tenemos en nuestros d铆as. Y la esperanza de esos irresponsables es durar hasta el 2026.

Los que imponen sus criterios sobre precios de materias primas, su comercializaci贸n, las tendencias y orientaciones econ贸micas, rugen desde afuera y sus gestores son empresas de mil caras y direcciones m煤ltiples.

Las transnacionales cotizan las paridades de la moneda local, imponen privatizaciones y deciden cu谩ndo y en qu茅 monto gratificar a los pa铆ses que lucen buena conducta, verbi gracia, en la lucha contra el narcotr谩fico. Por tanto, el poder de un mandatario nativo est谩 muy recortado o posee fronteras restringidas.

Cuando desean apoderarse de grandes empresas, acuden a sus analistas financieros y de riesgo y entonces minimizan esas infraestructuras para que sean rematadas a precio vil. Y cuentan con prensa mercenaria pagada para hacer creer a la gente que su verdad, es la “verdad de la milanesa”.

No obstante lo anterior, un presidente, como primer funcionario p煤blico del pa铆s y mantenido por el dinero de los contribuyentes, s铆 tiene acceso a informaci贸n privilegiada y sobre la que usualmente debe guardarse enorme reserva.

¿Qu茅 garantiza que, una vez fuera del sill贸n presidencial, no use el epis贸dico personaje, tanto marges铆 en favor de sus nuevos o antiguos amigos o socios? ¿Qu茅 impunidad pacta al irse para no terminar sus d铆as tras las rejas?

¿Y qu茅 sabidur铆as trasmite a los reci茅n llegados cuyos 铆mpetus se morigeran de inmediato?

Se ha vuelto moneda com煤n que los ex mandatarios o los que van a serlo pronto, aparezcan dando conferencias pagadas -con varios miles de d贸lares- urbi et orbi. Como el principio es que quien gobierna en econom铆a, lo hace en pol铆tica, a nadie en su sano juicio puede ocurr铆rsele que cualquiera de estos corifeos discursear谩 contra sus pagantes.

Ergo, no pocas veces trocan en publicistas rentados e importa poco, casi nada, que sus alquiladores sean en no pocos casos, ep铆gonos del capitalismo salvaje que predica que el mercado lo regula todo.

¿Avituallar铆an empresas for谩neas a ex presidentes para que defiendan el medio ambiente a veces destrozado por actividades industriales sin el debido cuidado y previsi贸n como ocurre en muchas partes del Per煤? ¡De ninguna manera!

Esas firmas, las principales contaminantes del medio ambiente, necesitan embajadores itinerantes que posean informaci贸n privilegiada, sean caraduras, cobren a precio de mercado y conserven la esperanza de retornar a Palacio. ¿Para qu茅 otra cosa alquilar铆an a sirvientes nativos sino para columbrar m谩s negocios y pingues ganancias?

El manejo de millones de d贸lares v铆a directa o de testaferros se ha evidenciado en el comportamiento p煤blico de varios ex presidentes latinoamericanos que pretenden comprender al pa铆s en la 贸ptica chabacana de bondades que nadie ve, pero cuya difusi贸n es bien pagada.

¿No tuvo Per煤 un ex jefe de Estado que nos cont贸 la maravilla de sus charlas muy bien facturadas y provenientes de un abanico amplio de firmas y que con eso se compr贸 una casita de casi un US$ 1 mill贸n, a帽os atr谩s?

¿Qu茅 secretos de Estado se llevan en sus maletines o laptops, los que hoy disfrutan del mando y ma帽ana, si las cortes judiciales no los alcanzan, podr谩n administrar esas informaciones para su propio provecho o el de las corporaciones que los contraten como asalariados?

¿Por qu茅 los del Congreso no sacan una ley que precept煤e que por lo menos por 10 a帽os, un ex presidente del Per煤, est茅 impedido de ser empleado de empresas con intereses directos o potenciales en Per煤? Adem谩s de espect谩culos o sainetes de escaso valor hist贸rico, el pueblo exige que los parlamentarios hagan algo.

Y con los imperialismos muy de moda y provenientes del Asia, el chino en particular, Per煤 fue sorprendido con los viajes a todo costo, pagados por ese pa铆s gigantesco, a parlamentarios. ¿Para qu茅? ¿Creen en China en la “inteligencia” de aquellos o s铆 saben cuan 煤tiles pueden ser haciendo cabildeo por sus intereses?

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible