OPINIÓN de Ollantay Itzamná Quienes urdieron y ejecutaron el derrocamiento del presidente Pedro Castillo en el Perú, el pasado 7 de diciembre, jamás imaginaron, ni calcularon, la insubordinación rural popular en y desde los territorios empobrecidos y expoliados por el bicentenario estado empresa republicano. Manifestantes en Perú. Internet En algún momento se comprenderá qué factores activan esta simultánea y sostenida acción colectiva multitudinaria e inédita en la historia del país. Regularmente, incluso la acumulación histórica de la fuerza social, se activa y se aglutina alrededor de algún líder o dirigente nuclear. En este caso, tampoco existe dicho “caudillo”. Al parecer, uno de los elementos aglutinadores de la insubordinación popular es la indignación ante el dolor ocasionado por las masacres, y la agenda popular creciente que cobra espacio en el relato político nacional: Renuncien todos, nuevas elecciones, nueva Asamblea Constituyente, Castillo en libertad. La destitución anti