Han pasado 30 años de la primera foto de un migrante muerto en las costas españolas, tras naufragar intentando cruzar el Estrecho. Fue el 1 de noviembre de 1988. Un fuerte temporal provocó el naufragio de una barca marroquí con 23 ocupantes que se dirigía a España. El cuerpo de la primera víctima apareció en la playa gaditana de los Lances, a poco más de 15 km de Tánger. Era un joven de 23 años, de Nador, y había pagado 35.000 pesetas para cruzar el Estrecho y llegar a Europa con el fin de encontrar trabajo. Entonces España era tan solo un país de tránsito, su objetivo era llegar a Francia o Italia. Los cuerpos de once de los 18 desaparecidos fueron apareciendo en los días siguientes, a los demás se los tragó el mar. Los cuatro que sabían nadar tuvieron más suerte y fueron detenidos. Un grupo de migrantes rescatados en el estrecho de Gibraltar, en el puerto de Tarifa, en junio de 2017/ MARCOS MORENO AFP