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Guinea Ecuatorial. Caminos y callejones sin salida en la descolonizaci贸n

OPINI脫N de Alicia Campos Serrano.- "(A)l conmemorar el Pueblo Ecuatoguineano el cuadrag茅simo segundo Aniversario de su Independencia Nacional conquistada el d铆a 12 de octubre de 1968, tras la ocupaci贸n y dominaci贸n del Pa铆s por el colonialismo durante dos siglos, tengo la enorme satisfacci贸n de felicitar a toda la Naci贸n Ecuatoguineana tanto los del interior como la di谩spora por esta victoria hist贸rica que supuso la recuperaci贸n de todos los derechos y la libertad conculcados por aquel odioso sistema de explotaci贸n del hombre por el hombre" 1//.

La mayor parte de los actuales pa铆ses del mundo (desde Estados Unidos a Sri Lanka, pasando por Espa帽a o Guinea Ecuatorial) dedican un d铆a del a帽o a celebrar su independencia. En el caso de los Estados postcoloniales, los discursos oficiales que en ese d铆a se pronuncian suelen tomar una forma parecida las del presidente Teodoro Obiang que preside este texto. La imagen es la de un pueblo preexistente, oprimido por el colonialismo que, gracias a una lucha heroica y sin fisuras, recobra su libertad gracias a su reconocimiento como Estado. La independencia y el surgimiento del Estado aparecen as铆 como una consecuencia natural del desarrollo de los pueblos y como sin贸nimo de libertad.

No todos en Guinea suscribir铆an la interpretaci贸n de su Presidente. Tampoco los historiadores: habr铆a mucho que objetar a la idea de que el colonialismo espa帽ol dur贸 efectivamente dos siglos, que la independencia signific贸 "la recuperaci贸n de todos los derechos y la libertad", que existiera un pueblo 煤nico y libre antes de la llegada de los espa帽oles, o que los principales protagonistas o beneficiarios del orden colonial fueran europeos.

En este texto voy a concentrarme en uno de los muchos mitos oficiales que suelen rodear los procesos de independencia en 脕frica: que existi贸 un 煤nico movimiento pol铆tico, a menudo heredero directo de las primeras resistencias a la penetraci贸n colonial, con una visi贸n clara de un futuro independiente para cada una de las colonias, con la que logr贸 poner fin al colonialismo europeo. Pero como ha analizado extensamente Fred Cooper (2004 y 2014), durante las descolonizaciones africanas casi siempre existi贸 una diversidad de grupos e individuos que plantearon distintas reclamaciones y futuros posibles, no siempre compatibles. Y este tambi茅n fue el caso en Guinea Ecuatorial.

Ciertamente, el resultado final del proceso de descolonizaci贸n consisti贸, en la mayor parte de los casos, en la conversi贸n de las colonias europeas en estados soberanos internacionalmente reconocidos, cuyas fronteras coincid铆an con las definidas durante la ocupaci贸n y gobierno europeo. Sin embargo, existieron otras alternativas pol铆tico-territoriales, propuestas y defendidas por una diversidad de actores, algunas de las cuales lograron alguna realizaci贸n.

Entre esas alternativas est谩n los proyectos federalistas. A menudo estos fueron una respuesta de las principales potencias coloniales a las presiones de grupos pol铆ticos africanos que ped铆an m谩s derechos de ciudadan铆a o m谩s autonom铆a. La conversi贸n en 1958 del imperio franc茅s en una Comunidad Francesa, compuesta por distintos Estados aut贸nomos en torno a Francia, pretend铆a responder a ambas reclamaciones, al tiempo que reduc铆a las crecientes cargas econ贸micas que las pol铆ticas posb茅licas de ampliaci贸n de la ciudadan铆a imperial estaban suponiendo para el presupuesto nacional franc茅s. Las resistencias de Par铆s a aceptar la igualdad de la metr贸poli con el resto de territorios, las frustraciones generadas y las aspiraciones pol铆ticas de las 茅lites africanas hicieron fracasar la Comunidad, que s贸lo dur贸 dos a帽os antes de la independencia de la mayor parte de sus componentes.

Tambi茅n los brit谩nicos elaboraron proyectos federalistas para sus colonias en 脕frica Central Brit谩nica y en 脕frica Oriental Brit谩nica: en 1953 se proclam贸 la Federaci贸n de Rodesia y Nyasilandia en el primer caso, mientras que se debatieron distintos formatos federales para Kenia, Uganda y Tanganica. Frente al 脕frica franc贸fona, estos proyectos recibieron una fuerte resistencia por parte de los movimientos nacionalistas, que los ve铆an como un intento de retener el control y especialmente de asegurar la hegemon铆a de la minor铆a blanca asentada en Kenia y en Rodesia del Sur. El modelo federal s铆 sirvi贸 sin embargo para que Nigeria, que podr铆a haber sufrido la fragmentaci贸n de otros conglomerados coloniales, se mantuviera unida, aunque con muchas tensiones internas.

Otras propuestas federalistas fueron planteadas por l铆deres africanos inspirados en el panafricanismo a partir de las independencias de Ghana (1957) y Guinea (1958). Entre 1958 y 1963 se intent贸 una Uni贸n de Estados Africanos, entre Ghana, Guinea y Mali, y en 1960 se constituy贸 una Federaci贸n de Mali entre Senegal y Mali: ambos acabar铆an sin embargo en la fragmentaci贸n en cada una de sus partes. Por su parte, el proyecto panafricanista, de Kwame Nkrumah y otros, de crear unos Estados Unidos de 脕frica qued贸 d茅bilmente reflejado en la Organizaci贸n de la Unidad Africana, fundada en 1963 sobre la base del respeto a la soberan铆a de los nuevos Estados y el principio de no injerencia. Una de sus primeras resoluciones establec铆a precisamente el respeto de las fronteras heredadas.

El triunfo del Estado soberano, sobre la base de cada una de las colonias, fue sancionado y hasta promovido por las organizaciones internacionales del momento, donde el movimiento afroasi谩tico estaba imponiendo su agenda en este asunto. La Asamblea General de Naciones Unidas aprob贸 en 1960 la Resoluci贸n 1514(XV) que establec铆a que la "subyugaci贸n, dominaci贸n y explotaci贸n extranjeras" era contraria a la misma Carta de las Naciones Unidas y que los pueblos coloniales ten铆an el derecho a la libre determinaci贸n, en virtud del cual "determinan libremente su condici贸n pol铆tica y persiguen libremente su desarrollo econ贸mico, social y cultural". Esta "condici贸n pol铆tica" era entendida fundamentalmente como independencia, pues "(l)a falta de preparaci贸n en el orden pol铆tico, econ贸mico, social o educativo no deber谩 servir nunca de pretexto para retrasar la independencia".

Pese a todo, hubo algunos casos en que el resultado de la descolonizaci贸n fue diferente al de la conversi贸n de las antiguas colonias en nuevos Estados, y a煤n as铆 fueron aceptados por Naciones Unidas. No debe olvidarse que la posterior resoluci贸n 1541(XV) tambi茅n de 1960, estableci贸 otras posibilidades diferentes a la independencia para ejercer la libre determinaci贸n. Estas eran la asociaci贸n o la integraci贸n del antiguo territorio colonial en otro Estado, que pod铆a ser la antigua metr贸poli o un pa铆s vecino. La l贸gica que subyac铆a aqu铆 era que la generalizaci贸n de la ciudadan铆a a quienes hasta entonces hab铆an sido s煤bditos acabar铆a con la condici贸n colonial del territorio y su poblaci贸n, aunque fuera en el marco de un Estado preexistente. No obstante, estas dos soluciones se planteaban como subsidiaras, pues se exig铆a que fueran aprobadas por la poblaci贸n del territorio en un refer茅ndum, cosa que no ocurr铆a con la de independencia.

Estas posibilidades dieron lugar a situaciones diversas. Algunas colonias europeas se convirtieron en parte del territorio y de la poblaci贸n nacional de la metr贸poli: este fue el caso de las colonias caribe帽as de Guadalupe, Martinica, Guayana Francesa y Reuni贸n, que se convirtieron en departamentos franceses. Por otra parte, ciertos territorios coloniales se integraron en pa铆ses m谩s grandes: Zanz铆bar lo hizo en Tanganica para conformar Tanzania en 1964; el Camer煤n brit谩nico se dividi贸 e integr贸 en Nigeria y Camer煤n en 1961; y las Somalias italiana y brit谩nica formaron la Rep煤blica Federal de Somalia. Otras unificaciones fueron m谩s cuestionadas porque no medi贸 refer茅ndum de por medio, fue el caso de la ocupaci贸n marroqu铆 (e inicialmente tambi茅n mauritana) del S谩hara Espa帽ol en 1975; y de la Eritrea francesa por parte de Etiop铆a, entre 1961 a 1993.

Por 煤ltimo, adem谩s de algunas integraciones, hubo fragmentaciones de conglomerados coloniales que podr铆an haber llegado unidos a la independencia. Es el caso del 脕frica Ecuatorial Francesa y el 脕frica Occidental Francesa, cuyos l铆deres nacionalistas, despu茅s de participar en la articulaci贸n de distintos proyectos federales, negociaron la independencia con Francia desde cada una de las 13 unidades administrativas en que estaban organizadas. M谩s de uno denomin贸 este proceso la balcanizaci贸n de 脕frica. Otros intentos de utilizar la independencia para fragmentar una unidad m谩s grande fracasaron: es el caso de la creaci贸n de bantustanes por el r茅gimen del apartheid en Sur谩frica o el intento de secesi贸n de Katanga respecto del Congo.

Guinea Ecuatorial, ya lo sabemos, sigui贸 la v铆a mayoritaria, configurando un nuevo Estado independiente a partir de una colonia cuyos diversos territorios –continentales e isle帽os– hab铆an sido gobernados conjuntamente por los espa帽oles 2/. Sin embargo, tambi茅n en este caso podemos comprobar que no existi贸 una 煤nica propuesta, ni un 煤nico grupo pol铆tico que aunara a todos los activistas frente al colonialismo espa帽ol. A pesar de su peque帽o tama帽o, desde finales de los a帽os 1950 se articularon diversas aspiraciones y sensibilidades, aunque que alguna agrupaci贸n tratara de arrogarse la exclusividad como movimiento nacional.

La Idea Popular de Guinea Ecuatorial (IPGE), fundada en Ambam, inclu铆a en su proyecto pol铆tico la integraci贸n de la Guinea independiente en el Estado de Camer煤n, bas谩ndose en la existencia a ambos lados de la frontera de la misma etnia fang. As铆 se reflejar铆a en sus propios estatutos desde 1963, en cuyo art铆culo 3 preve铆a que una vez conseguida la independencia Guinea Ecuatorial se unir铆a a Camer煤n. Por su parte, tras la independencia de Nigeria en 1960, y animados por la gran cantidad de trabajadores de origen nigeriano en la isla de Fernando Poo-Bioko, algunos sindicatos y peri贸dicos nigerianos reclamaron la integraci贸n de la isla en el pa铆s vecino. No debe olvidarse que para entonces m谩s de la mitad de los 70.000 habitantes de la isla eran nigerianos.

Otros grupos reclamar铆an desde su fundaci贸n la independencia conjunta de todos los territorios espa帽oles en el Golfo de Guinea. Son los casos del Movimiento Nacional de Liberaci贸n de Guinea Ecuatorial (MONALIGE) y de la Uni贸n Popular de Liberaci贸n de Guinea Ecuatorial, surgidos ambos en el exilio gabon茅s, aunque el primero adoptar铆a una pol铆tica m谩s internacionalista. Por su parte, el Movimiento de Unidad Nacional de Guinea Ecuatorial (MUNGE) se cre贸 en 1963 en el interior de la colonia y su programa inclu铆a la independencia, pero matizaba su posici贸n con un discurso sobre la falta de preparaci贸n de la poblaci贸n y la necesidad de un periodo intermedio antes de la retirada de los espa帽oles.

No todos en la colonia consideraban tan beneficiosa la ruptura de lazos pol铆ticos con la metr贸poli. Algunos pol铆ticos de Fernando Poo por su parte expresaron en estos a帽os cierta ansiedad por una futura independencia, planteando la posibilidad de mantener a la isla integrada en Espa帽a, como lo estaba el archipi茅lago canario.

Por su parte, el gobierno franquista ir铆a respondiendo a las reivindicaciones y presiones internas y externas, con diferentes proyectos pol铆ticos que evitaran que el movimiento descolonizador acabara con su presencia en el Golfo de Guinea. El primero ser铆a el de la integraci贸n de sus colonias africanas en el propio territorio nacional, a trav茅s de una pol铆tica de provincializaci贸n. El mantenimiento de instituciones coloniales y el car谩cter autoritario del propio r茅gimen metropolitano hizo poco atractivo este ensayo que dur贸 desde 1959 a 1964. Adem谩s, no se plante贸 la celebraci贸n de un refer茅ndum como el previsto por Naciones Unidas para los casos de integraci贸n en otro Estado.

La segunda propuesta fue la de reconocer una autonom铆a pol铆tica a la colonia guineana, a trav茅s de instituciones propias gestionadas por representantes locales elegidos por la poblaci贸n. De 1964 a 1968 fueron desapareciendo efectivamente algunas de las normas coloniales m谩s degradantes y explotadoras, y los guineanos disfrutaron de ciertas libertades desconocidas en la propia pen铆nsula. Pero en este tiempo tambi茅n aumentaron las expectativas sociales, que los grupos nacionalistas supieron canalizar a trav茅s de la exigencia ahora casi un谩nime de independencia.

Con presiones provenientes tanto desde el territorio como de Naciones Unidas y sin los incentivos suficientes para resistirlos militarmente, como hicieran los portugueses en sus colonias, el gobierno espa帽ol decidi贸 finalmente descolonizar. En 1967 convoc贸 una Conferencia Constitucional en la que los grupos pol铆ticos guineanos negociaron con representantes gubernamentales la forma en que la independencia tendr铆a lugar. Pero aunque la mayor parte de los pol铆ticos guineanos, incluidos los del IPGE, demandaban a estas alturas una independencia unitaria de los territorios guineanos, siguieron oy茅ndose voces que planteaban otras alternativas: la denominada Uni贸n Bubi exig铆a la separaci贸n de la isla de Fernando Poo del resto del territorio, mientras que la Uni贸n Democr谩tica, formada por la 茅lite econ贸mica de origen africano (o fernandinos), abogar铆a por un sistema federal para el nuevo Estado.

Finalmente, el proyecto que finalmente se concret贸 en octubre de 1968 fue la independencia unitaria de todos los territorios espa帽oles guineanos. Un factor fundamental en este resultado fue Naciones Unidas, donde los activistas guineanos encontraron un apoyo fundamental en el grupo afroasi谩tico que fue empujando al gobierno de Madrid hacia la descolonizaci贸n. Eso hizo que la soluci贸n privilegiada en la organizaci贸n internacional, de una (antigua) colonia, un (nuevo) estado, acabara siendo tambi茅n la adoptada tanto por la mayor铆a de los nacionalistas anticoloniales como por los responsables de la pol铆tica exterior espa帽ola.

Llegados hasta este punto ser铆a leg铆timo preguntarse: ¿para qu茅 sirve hoy este ejercicio de reconstrucci贸n hist贸rica de las posibilidades que no fueron, de los "callejones sin salida"? Mi contestaci贸n es que esta reflexi贸n tiene algunas virtualidades. La principal no es, desde luego, la posibilidad de rescatar viejas propuestas que han dejado probablemente de tener sentido en el actual contexto hist贸rico: salvo, claro est谩, que alg煤n grupo pol铆tico guineano lo considerara de inter茅s.

M谩s relevante es el aumento de nuestra capacidad de comprender con mayor profundidad hist贸rica la actual coyuntura pol铆tica y econ贸mica. El fin del orden colonial a trav茅s del Estado soberano en Guinea Ecuatorial tuvo como consecuencia la desaparici贸n de las posibilidades de redistribuci贸n entre un territorio europeo y otro africano que comenzaron a tejerse en los 煤ltimos a帽os de la colonia. El peque帽o tama帽o del nuevo Estado y su econom铆a de exportaci贸n lo mantuvieron en una situaci贸n de dependencia estructural respecto de alguna gran potencia y propici贸 unas din谩micas pol铆ticas autoritarias y claustrof贸bicas desde el principio. Cincuenta a帽os m谩s tarde, aunque el petr贸leo haya sustituido al cacao como principal materia prima, Guinea sigue constituyendo un espacio de enclave econ贸mico y pol铆tico, con resultados no excesivamente positivos para la mayor铆a de su poblaci贸n. A su vez, la fragmentaci贸n pol铆tica de la regi贸n no favorece la distribuci贸n equitativa de los recursos naturales del mar entre todas las poblaciones ribere帽as y propicia la violaci贸n de los derechos de las innumerables personas que cruzan a diario las fronteras estatales.

Por 煤ltimo, reflexionar sobre la historia como el despliegue de numerosos hilos que se entrecruzan en distintas direcciones, y no en t茅rminos teleol贸gicos, nos recuerda que ninguna situaci贸n pol铆tica actual es natural o inevitable; que pudieron existir y existir谩n otras configuraciones pol铆ticas. Este ejercicio que he propuesto aqu铆 es en parte una llamada a despertar nuestra imaginaci贸n pol铆tica. Y tambi茅n es una invitaci贸n a sopesar las ventajas de encontrar formas de disolver la soberan铆a nacional y promover la integraci贸n regional, para favorecer una mejor distribuci贸n de la riqueza y dificultar la excesiva concentraci贸n del poder en pocas manos, como sigue ocurriendo en Guinea Ecuatorial desde la 茅poca de la colonia.



*Alicia Campos Serrano es profesora en el Departamento de Antropolog铆a Social de la Universidad Aut贸noma de Madrid.

Texto de la ponencia presentada en el V Seminario Internacional Revisitando las descolonizaciones africanas: 50 a帽os de la independencia de Guinea Ecuatorial, organizado por el Centro de Estudios Afro-Hisp谩nicos (UNED), Madrid, 2-13 julio 2018: https://estudiosafrohispanicos.com/

1/ Discurso del Presidente Obiang en la celebraci贸n de la independencia nacional, el 12 de octubre de 2010: http://www.guinea-ecuatorial.net/ms/main.asp?cd=ni7510

2/ He contado este proceso en Campos Serrano, 2002 y 2003.

Referencias

Campos Serrano, A. (2002) De colonia a estado. Guinea Ecuatorial 1955-1968. Madrid: Centro de Estudios Pol铆ticos y Constitucionales.

(2003) "The decolonization of Equatorial Guinea. The relevance of the international factor", Journal of African History

.

Cooper, F. (2004) Africa since 1940: the past of the present. Cambridge University Press.

(2014) "Alternativas al nacionalismo en 脕frica Francesa, 1945-1960", V铆nculos de Historia, 2014, n.3.





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