OPINIÓN de Javier Madrazo.- Vivimos tiempos difíciles, marcados por la esperanza y la decepción. Somos muchas, en España, las personas que ansiamos un cambio real del modelo político, económico, social y medioambiental. Y ahora, por primera vez desde la transición, hemos tenido la sensación, que no la convicción, de que podríamos encontrarnos en la antesala de un tiempo nuevo, marcado por el fin del bipartidismo y la superación de las desigualdades e injusticias derivadas de la imposición de una política neoliberal, al servicio del poder financiero y los intereses de las grandes empresas. La crisis económica que arrastramos desde 2008 nos ha obligado a tomar conciencia plena de nuestra propia vulnerabilidad ante un sistema sin alma, que ha condenado a millones de personas al desempleo y al empobrecimiento, sin más culpa que querer trabajar y mejorar su calidad de vida. La clase trabajadora, así como la llamada clase media, se ha sentido, profundamente agredida , en la medida en qu...