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Mostrando las entradas etiquetadas como GUSTAVO DUCH

EspaƱa: Soberanƭa rural

Gustavo Duch Guillot.- Antes de la pandemia (a.P.) vivĆ­amos junto a una hoguera que, en mayor o menor medida, a todas nos producĆ­a algĆŗn grado de quemaduras. Pero las clases gobernantes, inconscientes o parapetadas en sus privilegios –o las dos cosas– no detectaban ni siquiera el humo. Han pasado poco mĆ”s de tres meses de la explosiĆ³n de la covid-19 y, aunque el incendio eco-social no puede ser mĆ”s evidente, no solo no proponen ninguna medida para frenarlo, sino que, con sus polĆ­ticas y fondos de recuperaciĆ³n, lo alimentan cual pirĆ³manos. Esto sĆ­ que nos genera un verdadero estado de alarma. Me preocupa, tambiĆ©n, el salto mortal que nos ha llevado de decenios a.P. donde predominaban los sentimientos mayoritarios de ruralofobia y de desprecio hacia la Naturaleza a lo contrario,  el boom rural . En los Ćŗltimos meses abundan los anuncios publicitarios donde la estrategia de marketing pasa por piropear a los pueblos y a sus gentes; la prensa convencional estĆ” haciendo huecos urgentes a

Google y la agricultura

OPINIƓN DE Gustavo Duch Guillot.- estos dĆ­as, se ha divulgado por internet el anuncio de una nueva innovaciĆ³n tecnolĆ³gica alimentaria, el huevo precascado y envasado en plĆ”stico para facilitar su consumo. El anuncio es falso, pero a mi entender es una mentira que acierta reflejando las tendencias en este sector. De hecho, ¿quiĆ©n no ha visto las mandarinas peladas y servidas en gajos listas para comer?

La prisa mata

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - En la provincia de Toledo, una empresa es capaz de elaborar cada dĆ­a un millĆ³n de hamburguesas de ternera y 350.000 de pollo. La primera multinacional en producciĆ³n de ganado vacuno, que permite el consumo barato del ‘fast food’ de hamburguesas como las referidas, solo en Brasil y Argentina procesa 22.600 reses al dĆ­a. La granja de vacas de leche mĆ”s grande del mundo estĆ” en EEUU, con unas 30.000 vacas. Cerca de Soria, quieren alcanzar el segundo puesto del ‘ranking’ y se prepara una instalaciĆ³n para albergar unas 20.000. Una detrĆ”s de la otra, serĆ­a una fila india de vacas en la autopista desde Barcelona hasta Sitges. El rĆ©cord de fabricar pan parece que lo tiene una factorĆ­a en Guadalajara, que presume de elaborar 15.000 panes de molde a la hora.

Un mapa de la basura

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - Trate el lector de imaginar CataluƱa como si fuese una finca agraria. La primera conclusiĆ³n es que vivimos en una tierra que por su gran variedad de climas, ecosistemas, rĆ­os, bosques y salidas al mar nos permite producir y consumir una gran diversidad de alimentos durante los 365 dĆ­as del aƱo. Porque, como los buenos campesinos saben, unas hectĆ”reas con estas caracterĆ­sticas pueden funcionar perfectamente, en un cĆ­rculo virtuoso e infinito, con una correcta combinaciĆ³n de diferentes cultivos –tanto en el tiempo como en el espacio– y la necesaria integraciĆ³n de la ganaderĆ­a, que aprovecha las tierras de difĆ­cil gestiĆ³n agraria y es bĆ”sica para el mantenimiento de la fertilidad del suelo. Hoy en dĆ­a, esto se llama economĆ­a circular; yo prefiero pensar que la muerte siempre vuelve a ser vida.

Vuelo sobre tierra

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - Entre marzo de 1956 y septiembre de 1957, seis aviones Beechcraft RC-45 sobrevolaron todo el territorio del estado espaƱol. Iban equipados con cĆ”maras fotogrĆ”ficas Fairch Fairchild T-11 de gran formato y lentes Metrogon de 6 pulgadas y unos negativos de 70 mm. Un equipo de gran calidad para la fotografĆ­a aĆ©rea. Los aviones, que salĆ­an de Getafe, LeĆ³n o Barcelona, eran parte del llamado Proyecto EspaƱol, llevado a cabo por el servicio cartogrĆ”fico del ejĆ©rcito de los EE.UU. con finalidades militares que, como ya habĆ­an hecho en Italia, formaba parte de su estrategia contra el comunismo. Estos 60.000 fotogramas tomados a unos 5.000 metros de altitud han sido poco conocidos hasta el 2011 cuando fueron digitalizados y son la base ortofotogrĆ fica de muchos anĆ”lisis. Como el estudio que Annalisa Giocoli estĆ” haciendo, en el marco del Postgrado en DinamizaciĆ³n Local AgroecolĆ³gica de la Universitat AutĆ²noma de Barcelona, para responder a una pregunta que desd

MonBayer, la debilidad del dinosaurio

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot .- Si los tribunales de la competencia no lo echan para atrĆ”s, el prĆ³ximo aƱo asistiremos al estreno de una nueva supermultinacional, MonBayer, o como decidan llamar a la fusiĆ³n, entre Bayer y Monsanto despuĆ©s de que la primera haya comprado a la segunda. Y bien, ¿quĆ© puede suponer esto?

¿Una renta bĆ”sica agraria?

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot .- Tengo muy presente uno de los lemas de La VĆ­a Campesina. Para este movimiento de mĆ”s de 200 millones de campesinas y campesinos que defienden sus agriculturas a pequeƱa escala, un argumento central para reorganizar los sistemas agroalimentarios es recordar que «los alimentos no son una mercancĆ­a».

La Ley del Silencio

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot .- Por alguna razĆ³n desconocida nada cambia en los prĆ³ximos meses, al contrario, todo se acentĆŗa y las crisis, perezosas, siguen sus itinerarios. Como la crisis en los medios de comunicaciĆ³n donde algunos caminan a base de fĆ³rmulas de alquimista y otros andan vendidos a la publicidad.

Abecedario de los invisibles

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - El acceso a los huertos de ciudad es un acceso inventado y que se camina a pie, sin urgencias. Superando cual telĆ³n, autopistas, vĆ­as de tren, rejas y rotondas, habitan Invisibles tras los Bastidores de la ciudad desafiando la propiedad privada, la especulaciĆ³n y tantas normativas castradoras. Por eso, con caƱas, buganvilias y parras trepando por los Somieres, que como muros de piedra seca los delimitan, procuran camuflarse. Son altiva y honradamente Clandestinos. No son personas campesinas quienes los cultivan y los cuidan, mĆ”s bien son lingĆ¼istas o filĆ³logas que abuenando y abonando con su Experiencia de emigradas de pueblo o con la voluntad de jĆ³venes sin techo y sin contrato “en su puta vida” – dicen, hacen de antiguos Descampados su antĆ³nimo. Con los huertos colindantes en Zurcidos que son abrazos y con roces no previstos, estas islas de fertilidad -rodeadas de cascotes y cemento por todas partes- conforman nuevas formas de Familia y parentesco

Hambre que huele a colapso

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - Las hazaƱas de nuestra civilizaciĆ³n te acosan, estĆ”n por todas partes. Al entrar a la ciudad ves todas esas hectĆ”reas de coches fabricados en los Ćŗltimos meses, perfectamente alineados, listos para vender, y piensas ¿se venderĆ”n todos? En un documental ves que en un espacio dĆ³nde cabrĆ­an once estadios de fĆŗtbol, cerca de Accra, la capital de Ghana, se almacenan millones de toneladas de desechos electrĆ³nicos y piensas ¿se vendieron todos? O como en aquella ocasiĆ³n en que visitĆ© una planta para elaborar tomate frito. Era como una pequeƱa central nuclear por donde millones de tomates circulaban en un circuito de tuberĆ­as que permitĆ­an la asombrosa producciĆ³n de miles de barriles. HazaƱas que son metĆ”foras del hambre. Pues aunque al hablar del hambre identificamos una grave situaciĆ³n de dĆ©ficits, en realidad su origen no es mĆ”s que la cara B de la sobreproducciĆ³n, algo santificado por el capitalismo, que ha encontrado, en estos tiempos de la globalizaci

Gates, ayudas que le ayudan

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot. - Pensemos que usted o yo somos multimillonarios y desde los mejores sentimientos constituimos una fundaciĆ³n solidaria. Por ejemplo, para apoyar la investigaciĆ³n del cĆ”ncer de pulmĆ³n. Y que mientras entregamos fondos para dicha causa pensamos a la vez en cĆ³mo aumentar el patrimonio econĆ³mico de la fundaciĆ³n. Es entonces cuando, escuchando a asesores de inversiĆ³n econĆ³mica, colocamos el dinero en acciones de empresas tabacaleras. Y ya hemos caĆ­do en la viciosa situaciĆ³n de que cuanto mejor funcione el negocio tabacalero, mĆ”s bondadosos podremos ser. Bien, pues mĆ”s o menos asĆ­ son las prĆ”cticas de la mayor fundaciĆ³n filantrĆ³pica del mundo, la FundaciĆ³n Bill y Melinda Gates, con un fondo de donaciones de 40.000 millones de dĆ³lares. AsĆ­ lo denunciaron ya en el 2007 Piller, Sanders y Dixon en Los Angeles Times con el ejemplo de una niƱa de Nigeria que gracias a la fundaciĆ³n de Gatesera vacunada contra la poliomielitis, aunque lo que preocupaba a su madre

La peligrosa digestiĆ³n del acuerdo con los EEUU

OPINIƓN de  Gustavo Duch Guillot . - Quiero hablarles de unas importantes negociaciones que, en la medida en que se concreten, pueden afectar de forma muy significativa a la alimentaciĆ³n de todas las personas que compartimos el Planeta Tierra como morada. Desde julio del aƱo pasado se estĆ”n reuniendo representantes de la UniĆ³n Europea y de los Estados Unidos para firmar un tratado de libre comercio entre Bruselas y Washington. SegĆŗn ambas partes, cerrar un gran acuerdo que genere mĆ”s comercio entre ambas orillas serĆ” una oportunidad para el empleo y el crecimiento econĆ³mico de dos economĆ­as en crisis. Aunque seguir insistiendo en el crecimiento como medida para superar la situaciĆ³n actual me parece un camino ya recorrido y errĆ³neo, son los anĆ”lisis que estĆ”n haciendo organizaciones como Amigos de la Tierra, el Institute for Agriculture and Trade Policy y la fundaciĆ³n GRAIN lo que debe hacernos estar bien atentos al desarrollo de estas conversaciones. Las tres instituciones coinciden

Declaramos el estado de huelga general permanente

OPINIƓN de Gustavo Duch.-    De hoy en adelante – manifestamos – no trabajaremos nunca mĆ”s para financiar Estados dĆ©spotas que nos roban la vivienda o el sustento, ni para estados depresivos que nos roban la felicidad. El trabajo esclavo ha llegado a su fin. Interrumpimos inmediatamente y para siempre el consumo consumista que nos consume la sonrisa y devora mares, tierras, aires y aguas. Las gentes no son el Mercado ―afirmamos ― el mercado es sĆ³lo un lugar de encuentro. Se proclaman inactivas a perpetuidad las jornadas machistas que insultan al amor, al cuidado, al abrazo. Terminantemente lo decimos, ¡nos plantamos! Nos plantamos, cual semillas rebeldes en la Tierra, ante los abusos prepotentes que sobre ella cometemos. Declaramos en huelga general y permanente al hambre y al dolor; al mal amor y al mal humor. Mantendremos en paro indefinido a las guerras. A sus hacedores les suspenderemos de todos sus cargos, por los siglos de los siglos, asĆ­ sea. Y, huelga decir, que declaramos

El poder de la carne

OPINIƓN de Gustavo Duch     La trama nos sitĆŗa a mediados de 1901 en las calles de Creve Coeur en Saint Louis, Missouri (Estados Unidos), donde Mr. John Francis Queeny funda una pequeƱa empresa a la que bautiza con el apellido de su esposa, Monsanto, dedicada a comercializar sacarina. En seguida cosecha Ć©xitos, el primero la venta de dicho edulcorante a la empresa Coca Cola, y luego van llegando otros como la fabricaciĆ³n del plaguicida DDT -ya retirado de los mercados- o el Agente Naranja, un herbicida utilizado en la guerra del Vietnam. En este capĆ­tulo bĆ©lico participa tambiĆ©n en el desarrollo de las primeras bombas atĆ³micas; sintetiza la hormona de crecimiento bovina y, en 1982 sobresale de nuevo como pionera de la tecnologĆ­a de las semillas transgĆ©nicas de las que hoy controla el 80% del mercado. Entre ellas destaca la soja transgĆ©nica, en realidad, una apropiaciĆ³n indebida de la semilla natural de la soja, que la patenta agregĆ”ndole un gen procedente de una baterĆ­a que hace a la

Crisis alimentaria, una fea costumbre

OPINIƓN de  JerĆ³nimo Aguado · Gustavo Duch   Se estĆ” convirtiendo en una inaceptable rutina. Cada dos aƱos mĆ”s menos nos sacude una crisis alimentaria por la fuerte subida del precio de los cereales. Dicen los indicadores que nuevamente nos viene una encima y que promete ser tormentosa. El ojo del huracĆ”n se sitĆŗa esta vez en las malas cosechas de los Estados Unidos, en concreto apuntan que su cosecha de maĆ­z puede caer un 17% sobre lo previsto y un 8% la cosecha de soja. Leyendo la informaciĆ³n que se publica al respecto, y desde nuestra ingenuidad, pensamos que serĆ”n muchas las toneladas que se dejarĆ”n de producir para que el precio promedio de los cereales, en poco menos de un mes, haya subido mĆ”s de un 25%. Que tendremos muchos mercados desabastecidos. Pero no, para nada, aĆŗn teniendo en cuenta que hablamos de previsiones, el factor que dicen provoca la subida de precios es un descenso total de 23 millones de toneladas de cereales, que situarĆ”n la cosecha final en 2.396 millones d

Comunitarismos

OPINIƓN de Gustavo Duch      Las noticias ya no daban cifras del paro, daban cifras de mortalidad infantil; no se hablaba de recortes en sanidad, se huĆ­a de las epidemias y se traficaban medicamentos y vacunas; no se protestaba contra los barracones que hacĆ­an de escuelas pues mucha gente malvivĆ­an en barrancos o vertederos bajo lonas de plĆ”stico. SerĆ” terrible, la crisis de la deuda financiera acabarĆ” con el Euro como moneda Ćŗnica, y con el dĆ³lar y el yen como monedas arrogantes. Volveremos a las monedas nacionales que una a una tambiĆ©n irĆ”n pereciendo, asĆ­ que no quedarĆ” mĆ”s que recuperar las monedas locales sin ningĆŗn valor en bolsa, los bancos de tiempo o cualquier otra forma de trueque humanizado. Sin dinero, serĆ” terrible, y los ricos no serĆ”n ricos y los pobres no serĆ”n pobres. CundirĆ” el pĆ”nico, se acabarĆ” el petrĆ³leo y sus derivados que mueven el mundo, y que por todo el mundo mueven toneladas de mercancĆ­as. Se acabarĆ”n los viajes low cost, los alimentos exĆ³ticos y lamentable

Malditos sean

OPINIƓN de Gustavo Duch   Se levantĆ³ con dolor de cabeza y es extraƱo no habĆ­a bebido la noche anterior. ─ Maldita sea, ─ refunfuĆ±Ć³. La cafetera no avisĆ³ cuando salĆ­a el cafĆ© y, maldita sea, se desparramĆ³ todo sobre la encimera. TenĆ­a ganas de volverse a la cama, ni que fueran diez minutos, pero no podĆ­a ser, y con dos euros en el bolsillo saliĆ³ a pasear la perra, comprar el pan y el periĆ³dico. Magdalena, la quiosquera siempre tan habladora, le gruĆ±Ć³ algĆŗn comentario que no pudo entender, pues unas mĆ”quinas en la calle atravesaban el suelo que gimiendo fuerte no dejaba escuchar nada mĆ”s. La perra le ladrĆ³ varias veces, su amiga panadera no le regalĆ³ ese minicruasan que la hace tan feliz, ni las caricias posteriores. PensĆ³ que tendrĆ­a un mal dĆ­a. Camino del consultorio advirtiĆ³ que le dolĆ­an los pies, como si los zapatos fueran un nĆŗmero menos, maldita sea, y decidiĆ³ tomar el autobĆŗs. Desde la ventanilla calculĆ³ que para ser principios de verano no habĆ­a casi nadie en la calle, curioso

Ejercicios de libertad

OPINIƓN de Gustavo Duch   Se ha demostrado, todos los cultivos sin son bien tratados, nacen, crecen y se reproducen sin pesticidas, que son venenos nada saludables. Frente a las monolĆ­ticas corporaciones energĆ©ticas y dominantes, pequeƱas cooperativas hacen, distribuyen y venden energĆ­a local y verde. Un polĆ­tico es una persona como las demĆ”s, ni mĆ”s ni menos y ni mĆ”s ni menos tiene que ser su salario. Para evitar la pobreza se crea una Renta Ciudadana MĆ­nima… Las bolsas de plĆ”sticos se eliminan, las bolsas de valores se prohĆ­ben y las agencias de bolsa y rating se extinguen, como los mamuts. A las transacciones econĆ³micas especulativas se aplicarĆ” la Tasa Tobin o el impuesto RobĆ­n Hood. Las monedas ahorradas se depositarĆ”n en Cooperativas de CrĆ©dito o en Bancas Ɖticas. Los paraĆ­sos fiscales quedan excomulgados y se proclama la EconomĆ­a del Bien ComĆŗn. Sin soberanĆ­as monĆ”rquicas ni dictatoriales del mercado se recupera la SoberanĆ­a Alimentaria, EnergĆ©tica, Sexual y la que, soberan

Cubos y cubos de dinero

OPINIƓN de Gustavo Duch     DetrĆ”s de estas nuevas conquistas de tierras hay un factor estratĆ©gico que pudiera pasar desapercibido: el agua dulce, Hace cuatro aƱos, la organizaciĆ³n Grain tuvo que inventar una expresiĆ³n para describir una prĆ”ctica nueva de ganar «cubos y cubos de dinero» que hoy ya es ampliamente conocida, a la vez que denunciada: el acaparamiento de tierras. El capital financiero de los bancos y fondos de inversiĆ³n, los petrodĆ³lares de algunos estados y las arcas de algunas grandes corporaciones agroalimentarias estĆ”n invirtiendo sumas muy significativas en la adquisiciĆ³n de las mejores tierras fĆ©rtiles en los paĆ­ses empobrecidos del Sur. Una jugada con beneficios a corto plazo (hacen de esas tierras cultivos intensivos de alimentos para la exportaciĆ³n o cultivos energĆ©ticos para la producciĆ³n de agrocombustibles) y a largo plazo, pues despuĆ©s de ver cĆ³mo reventaban burbujas como la hipotecaria optan por un valor que especulativamente hablando siempre valdrĆ” mĆ”s, la

Soja, vuelta y vuelta

OPINIƓN de Gustavo Duch Guillot     CapĆ­tulo uno: el engaƱo Para la charla en la clase de sexto de primaria de mi sobrina NĆŗria comprĆ© –por sĆ³lo un euro- la novedad ‘VUELTA Y VUELTA’ que segĆŗn sus fabricantes, los seƱores de CampofrĆ­o, es, «por fin, algo sano que gusta a toda la familia». Los hay de pollo, pavo y jamĆ³n, que yo sepa. Dos piezas redondas perfectas envasadas en plĆ”stico por los cuatro costados, listos para viajar a la Luna en el Apolo 11, con sus rayitas como de estar hechas en una barbacoa. En la informaciĆ³n de la etiqueta a esos dibujos le llaman ‘recubrimiento decorativo’. Eso les hizo reir a mis pequeƱos oyentes. Les pareciĆ³ mĆ”s normal muchos de los otros ingredientes: agua, sal, azĆŗcar, estabilizadores, antioxidantes, conservadores y dextrosa, pero ‘fliparon’ al descubrir que tambiĆ©n incorpora algo que sirve como ‘potenciador de sabor’ y otra cosa que es ‘aroma de humo’. Que cara ponĆ­an imaginĆ”ndose a deshollinadores trabajando para CampofrĆ­o. Pero faltaban




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