Gustavo Duch Guillot.- Antes de la pandemia (a.P.) viv铆amos junto a una hoguera que, en mayor o menor medida, a todas nos produc铆a alg煤n grado de quemaduras. Pero las clases gobernantes, inconscientes o parapetadas en sus privilegios –o las dos cosas– no detectaban ni siquiera el humo. Han pasado poco m谩s de tres meses de la explosi贸n de la covid-19 y, aunque el incendio eco-social no puede ser m谩s evidente, no solo no proponen ninguna medida para frenarlo, sino que, con sus pol铆ticas y fondos de recuperaci贸n, lo alimentan cual pir贸manos. Esto s铆 que nos genera un verdadero estado de alarma. Me preocupa, tambi茅n, el salto mortal que nos ha llevado de decenios a.P. donde predominaban los sentimientos mayoritarios de ruralofobia y de desprecio hacia la Naturaleza a lo contrario, el boom rural . En los 煤ltimos meses abundan los anuncios publicitarios donde la estrategia de marketing pasa por piropear a los pueblos y a sus gentes; la prensa convencional est谩 haciendo huecos urgente...