Jos茅 Saramago 19-05-2009 No ser谩 con todos ni ser谩 siempre, pero a veces ocurre lo que estamos viendo estos d铆as: que, porque ha muerto un poeta, aparecen en todo el mundo lectores de poes铆a que se declaran devotos de Mario Benedetti, que necesitan un poema que exprese su desconsuelo y tal vez tambi茅n para recordar un pasado en que la poes铆a tuvo un lugar permanente, cuando hoy es la econom铆a la que nos impide dormir. As铆, vemos que de repente se establece un tr谩fico de poes铆a que habr谩 dejado perplejos los medidores oficiales, porque de un continente a otro saltan mensajes extra帽os, de factura original, l铆neas cortas que parecen decir m谩s de lo que a primera vista se cree. Los descifradores de c贸digos no dan abasto, demasiados enigmas para descodificar, demasiados abrazos y demasiada m煤sica acompa帽ando sentimientos que son demasiados: el mundo no podr铆a soportar muchos d铆as de esta intensidad emocional, pero tampoco, sin la poes铆a que hoy se expresa, ser铆amos enteramente humano...