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★ MERCURIO DE ESPA脩A

Democracia sin decepci贸n

OPINI脫N de Adela Cortina. - Cuando el 15 de junio de 1977 los espa帽oles pudimos participar en las primeras elecciones democr谩ticas que se celebraron despu茅s de 38 a帽os de franquismo, empezamos a aprender por experiencia lo que sab铆amos por cuenta ajena de la democracia y los valores que la impregnan. Hab铆amos seguido los debates de los partidos pol铆ticos presentando sus programas y pod铆amos poner en pr谩ctica el valor de la libertad a trav茅s del voto. Este se dice que es el distintivo m谩s claro de la tradici贸n democr谩tica: el derecho al voto en elecciones regulares. Pero eso es todav铆a poco.

El vigor de la raz贸n dial贸gica

OPINI脫N de Adela Cortina.- El 15 de mayo muri贸 a los 95 a帽os, Karl-Otto Apel, uno de los mejores fil贸sofos de los siglos XX y XXI. Nacido el 15 de marzo de 1922 en D眉sseldorf, su biograf铆a intelectual viene jalonada por estudios de historia, german铆stica y filosof铆a, con Erich Rothacker, en la Universidad de Bonn, y por la elaboraci贸n de una propuesta filos贸fica, que tiene por hilo conductor la atenci贸n al lenguaje como el lugar desde el que los seres humanos hacen ciencia y 茅tica, desde el que son posibles la comprensi贸n y la acci贸n. Estos son algunos datos sobre el legado de un pensador que un铆a su vigorosa aportaci贸n filos贸fica a una cordial personalidad. Casado con Judith, una mujer extraordinaria, ten铆a tres hijas, a las que adoraba; disfrutaba compartiendo el tiempo con sus amigos, se enfurec铆a cuando perd铆a la selecci贸n alemana y le gustaba el vino tinto, pero sobre todo pod铆a pasar horas enteras discutiendo apasionadamente de filosof铆a, porque cre铆a en su importancia para la ...

Una empresa 茅tica es un bien p煤blico

OPINI脫N de Adela Cortina.- En los a帽os setenta del siglo XX se puso de actualidad, m谩s que de moda, la 茅tica de la empresa. Se presentaba en sociedad con dos buenos avales: la 茅tica es rentable para las empresas, porque una empresa 茅tica est谩 mejor gestionada que una inmoral, ahorra en costes de coordinaci贸n y genera capital simpat铆a entre los ciudadanos, pero adem谩s una empresa 茅tica contribuye a crear una buena sociedad. Una buena empresa es un aut茅ntico bien para su cuenta de resultados, pero tambi茅n para la sociedad que disfruta de ella.

No s贸lo se trata de pol铆tica y de econom铆a

OPINI脫N de Adela Cortina.- El sector econ贸mico es el que est谩 obligado a crear riqueza para todos los seres humanos, y una riqueza de calidad. Como dec铆a mi buen amigo Aurelio Mart铆nez, es un verdadero fracaso de la econom铆a que una gran parte de la humanidad se est茅 muriendo de hambre; la econom铆a no est谩 libre de valores, sino que tiene como meta la de crear riqueza para todos los seres humanos, y una econom铆a que no lo consigue es, como tal ciencia econ贸mica, un fracaso. Por eso no hay que decir que el sector pol铆tico y el sector econ贸mico van cada uno a su marcha, generando un conjunto de desgraciados, marginados, excluidos, que caen como una especie de pozo sin fondo, y all铆 vienen los voluntarios, gentes de buen coraz贸n, gentes con una cierta moralina, buenas personas que recogen los deshechos.

Filosof铆a imprescindible

OPINI脫N de Adela Cortina .- Nuestras sociedades son sumamente contradictorias en lo que hace a la ense帽anza de la filosof铆a y de esa parte esencial suya que es la 茅tica.

Para qu茅 sirve la democracia

OPINI脫N de Adela Cortina .- Desde que en 2007 y 2008 empezamos a tomar conciencia de la crisis, la insatisfacci贸n con la situaci贸n econ贸mica de Espa帽a se convirti贸 en indignaci贸n, con motivos m谩s que sobrados, que exist铆an en realidad desde mucho antes. Las voces de la indignaci贸n no exig铆an otro r茅gimen pol铆tico, distinto a la democracia, sino todo lo contrario: ped铆an su realizaci贸n aut茅ntica.

Dec谩logo para la crisis de los refugiados

OPINI脫N de Adela Cortina y Jos茅 I. Torreblanca. - El principio de acuerdo entre la UE con Turqu铆a es m谩s bien producto del p谩nico pol铆tico y electoral que del debate y la reflexi贸n. Porque no solo es mezquino en su l贸gica, sino que ignora los problemas de derechos humanos y libertades en ese pa铆s, concede un cheque en blanco al presidente Erdogan para reprimir a la oposici贸n y a los kurdos y no aporta soluciones a la causa final de todo el problema: la guerra de Siria, en la que Turqu铆a tiene un papel crucial.

Somos di谩logo

OPINI脫N de Adela Cortina. - Uno de los obst谩culos para crear sociedades justas y convivencia pac铆fica es la intolerancia que se expresa en las palabras, y no s贸lo en las acciones. Algunos grupos se sienten autorizados para desacreditar a otros, porque estos 煤ltimos cuentan con una caracter铆stica que los intolerantes consideran especialmente despreciable, digna del repudio generalizado y la exclusi贸n. La actitud del intolerante suele reconocerse con el sufijo “fobia”, y es tan vieja como la humanidad.

M谩s all谩 de dinosaurios y camaleones

OPINI脫N de Adela Cortina. - A pesar de que Ortega y Gasset dijera que no sabemos lo que nos pasa, y eso es lo que nos pasa, los espa帽oles hemos transitado en cuatro d茅cadas de tener al dinosaurio como animal emblem谩tico a tener al camale贸n. Como si no hubiera otras figuras m谩s apropiadas para una sociedad democr谩tica, como ser铆a el caso de una ciudadan铆a madura y responsable, integrada en instituciones justas. Antes, la persona de convicciones profundas, dispuesta a defenderlas y a no cambiarlas ni matizarlas por ning煤n concepto era el modelo a imitar, al menos en la educaci贸n oficial. Como los dinosaurios de cuerpo acartonado que se hicieron famosos m谩s tarde gracias a las pel铆culas de Spielberg. Sin embargo, los dinosaurios no pueden resistir los cambios, parecen invencibles, pero perecen en cuanto es necesario adaptarse a un nuevo entorno. Sobrevivir bien requiere flexibilidad, no digamos ya en el caso de las personas y de las sociedades. Esta lecci贸n es la que fuimos aprendiendo e...

Religi贸n civil o justicia social

OPINI脫N de Adela Cortina. - A mediados de los setenta del siglo pasado el soci贸logo Daniel Bell, en su libro Las contradicciones culturales del capitalismo, puso sobre el tapete un diagn贸stico de esas contradicciones y dos propuestas para superarlas que siguen siendo de actualidad. En cuanto al diagn贸stico, las sociedades posindustriales necesitan para sobrevivir y mejorar que sus ciudadanos desarrollen la virtud de la civilidad, que est茅n dispuestos a trabajar por su comunidad pol铆tica, y resulta dif铆cil lograrlo cuando lo cierto es que en esas sociedades faltan proyectos y valores compartidos y reina una desigualdad profunda entre sus miembros. ¿C贸mo pedir a quienes est谩n situados en los escalones inferiores que se esfuercen por un bien supuestamente com煤n, del que no participan? ¿C贸mo pedir a los bien situados que se ocupen del bien com煤n, y no s贸lo del particular, si no hay un proyecto compartido? Y, sin embargo, la cooperaci贸n de los ciudadanos es indispensable para construir una ...

脡tica, no s贸lo cosm茅tica

OPINI脫N de Adela Cortina. - En una conferencia sobre la crisis y sus causas comentaba Carlos Solchaga la frase de un amigo suyo, que reflejaba todo un mundo: “A m铆 me gustar铆a vivir como antes, pero pudiendo”. Ese era el sue帽o de una buena parte de los espa帽oles, recuperar las posibilidades del pasado con dinero suficiente como para disfrutar de ellas. Sin embargo, para quienes creen que es bueno convertir los problemas en oportunidades de progreso, la ocasi贸n parec铆a 煤nica. Incluso economistas neoliberales reconoc铆an que las causas de la crisis no eran s贸lo los ciclos inevitables, esa especie de destino implacable ante el que s贸lo queda la resignaci贸n, sino tambi茅n malas actuaciones 茅ticas, ante las que es posible el cambio porque est谩n en parte en nuestras manos. Entre esas causas contaban la falta de transparencia en las pr谩cticas bancarias, en el mundo empresarial y pol铆tico, el fallo en los mecanismos de regulaci贸n y control, la falta de profesionalidad por parte de quienes actuar...

Razones 茅ticas para un futuro mejor

OPINI脫N de Adela Cortina. - Hace 40 a帽os se produjo en Espa帽a una transici贸n 茅tica, y no s贸lo pol铆tica. El c贸digo moral 煤nico del nacional catolicismo quedaba derogado y distintas voces se preguntaban si no iba a existir una 茅tica com煤n a todos los espa帽oles, si a partir de entonces en el mundo moral “todo estar铆a permitido”, por decirlo con Iv谩n Karamazov. Algunos de nosotros cre铆amos que pod铆a existir esa 茅tica com煤n, la 茅tica c铆vica, propia de la ciudadan铆a de una sociedad pluralista. Seg煤n esa 茅tica, la libertad es superior a la esclavitud y al servilismo, la igualdad a la desigualdad, la solidaridad al desprecio, el respeto a la intolerancia, el di谩logo al conflicto, y la protecci贸n a los derechos humanos era un deber. Compondr铆an estos valores los m铆nimos de justicia que una sociedad pluralista, como la nuestra, ya compart铆a en realidad, y el cambio pol铆tico no har铆a sino darles un reconocimiento oficial. Puesto que “reconocer” es comprometerse, esos valores deb铆an transmitirse e...

Conciencia y reputaci贸n

OPINI脫N de Adela Cortina. - En su excelente libro Las buenas conciencias, el novelista mexicano Carlos Fuentes recogi贸 una l煤cida apreciaci贸n que en el texto atribuye a Emmanuel Mounier, aunque es de Nietzsche: “Nos las arreglamos mejor con nuestra mala conciencia que con nuestra mala reputaci贸n”; una cuesti贸n que sale de nuevo a la luz en trabajos como el del colombiano Juan Gabriel V谩squez Las reputaciones. Parecen enfrentarse dos formas de saber acerca de nosotros mismos: la opini贸n que nos desvela nuestra propia conciencia y la valoraci贸n de los dem谩s. Y llevaba raz贸n Nietzsche al afirmar que a las personas de a pie, empresas, partidos pol铆ticos y a sus l铆deres, les importa m谩s la reputaci贸n que lo que ellos piensan acerca de s铆 mismos. Tal vez porque, como Maquiavelo recordaba al pr铆ncipe, “todos ven lo que pareces, pocos palpan lo que eres”. El mundo de la apariencia atrae las voluntades, persuade o disuade, mientras que el de lo que alguien es queda en el misterio de la concien...

Ante las elecciones: moralita, no moralina

OPINI脫N de Adela Cortina. - Los protagonistas de la vida pol铆tica deber铆an ser los ciudadanos porque una democracia se construye en el d铆a a d铆a, pero siguen siendo las campa帽as electorales las que monopolizan la reflexi贸n y el debate pol铆ticos. Como hay que convertir las ocasiones en oportunidades, debemos tomar como punto de partida ese debate, detectar qu茅 echa en falta la ciudadan铆a para proporcionarlo en el futuro y qu茅 valora para tratar de potenciarlo. Ante las elecciones del 24 de mayo la necesidad de regenerar moralmente la pol铆tica se ha convertido en un trending topic, en una exigencia presente en los discursos: la 茅tica anda en boca de todos los partidos, bien para desautorizar a otros por inmorales, bien para presentar proyectos comprometidos 茅ticamente. Conviene, pues, tomarles la palabra —hablar es comprometerse— y utilizarla no s贸lo para decidir a qui茅n votar, sino para construir en el futuro. Sin embargo, como la palabra “moral” da para mucho, bueno ser谩 usarla en el...

¿Religi贸n civil o justicia social?

OPINI脫N de Adela Cortina .- A mediados de los setenta el soci贸logo Daniel Bell, en su libro Las contradicciones culturales del capitalismo, puso sobre el tapete un diagn贸stico de esas contradicciones y dos propuestas para superarlas que son de actualidad. En cuanto al diagn贸stico, las sociedades postindustriales necesitan para sobrevivir y mejorar que sus ciudadanos desarrollen la virtud de la civilidad, que est茅n dispuestos a trabajar por su comunidad pol铆tica, y resulta dif铆cil lograrlo cuando en esas sociedades faltan proyectos y valores compartidos y reina una desigualdad profunda entre sus miembros. ¿C贸mo pedir a quienes est谩n situados en los escalones inferiores que se esfuercen por un bien com煤n, del que no participan? ¿C贸mo pedir a los bien situados que se ocupen del bien com煤n, y no s贸lo del particular, si no hay un proyecto compartido? Y, sin embargo, la cooperaci贸n de los ciudadanos es indispensable para construir una buena sociedad. Bell propon铆a dos caminos para superar ...

¿Justicia social o federalismo?

OPINI脫N de Adela Cortina. - En los 煤ltimos tiempos los debates en Espa帽a se centran en el modelo de Estado para el futuro pr贸ximo. La urgencia de discutir sobre estas opciones viene provocada por la posible consulta catalana, pero es preciso preguntar si el tema por s铆 mismo es tan urgente o lo es mucho m谩s el de la justicia social. Los datos de informes como los de C谩ritas son aterradores: familias cuyos miembros no allegan ning煤n ingreso, desempleados de larga duraci贸n y sin expectativas de futuro, trabajadores empobrecidos, dependientes que no ven llegar sus ayudas, inmigrantes que mueren antes de llegar a la costa. Como la vida pol铆tica consiste en priorizar entre los asuntos que reclaman una atenci贸n sin dilaci贸n posible y los que pueden quedar para m谩s adelante, es a ellos a los que habr铆a que dedicarse en primer t茅rmino. En un Estado social y democr谩tico de derecho, es prioritario proteger los derechos b谩sicos de las gentes, sean ciudadanos de pleno derecho o inmigrantes, porq...

Con los ojos de una generaci贸n nueva

OPINI脫N de Adela Cortina. -  El resultado de las elecciones europeas tendr铆a que haber hecho saltar las alarmas en los partidos pol铆ticos mayoritarios y en las instituciones. El aumento de los votos en el haber de partidos habitualmente minoritarios y el espectacular surgimiento de otros nuevos, como Podemos, son muestra fehaciente de que buena parte de la ciudadan铆a experimenta una profunda insatisfacci贸n. No se trata ya s贸lo de manifestaciones en la calle ni de proclamas en las redes sociales, sino de que un buen n煤mero de ciudadanos, en voto secreto, ha expresado su rechazo contundente a lo que se est谩 haciendo, tanto en la Uni贸n Europea como en Espa帽a. Naturalmente, algunos de ellos ser谩n los habituales “antisistema”, pero la mayor parte cree en un sistema democr谩tico y se siente estafada y frustrada en sus aspiraciones leg铆timas. Que este descontento haya podido mostrarse en papeletas, y no con cifras imaginadas, es una de las grandezas de la democracia representativa. Toma...

¿Somos nuestro cerebro?

Por Adela Cortina. - La pregunta que suele plantearse a los humanistas es la de los l铆mites 茅ticos en la investigaci贸n sobre el cerebro y en la aplicaci贸n de los hallazgos. Como si la 茅tica fuera una especie de linier s谩dico, empe帽ado en descalificar a los cient铆ficos cuando la pelota traspasa la l铆nea de lo permitido. Pero el primer principio de cualquier 茅tica respetable es el de beneficiar a los seres humanos, a los seres vivos en su conjunto y a la naturaleza, y cuanto m谩s progresen las diversas ciencias en ese sentido, mejor habr谩n cumplido su tarea. Que es la de beneficiar. Por eso tiene sentido que trabajen juntas ciencias y humanidades para conseguir una vida mejor. Ojal谩 avancemos en la prevenci贸n de enfermedades como la esquizofrenia, alzh茅imer, demencias seniles, enfermedad bipolar o la arteriosclerosis; podamos mantener una buena salud neuronal hasta bien entrados los a帽os, mejorar nuestras capacidades cognitivas, precisar mejor la muerte cerebral, tratar tendencias co...

Ser 茅tico

Por Adela Cortina. -  La Ley de mejora de calidad educativa ha eliminado la asignatura “脡tica”, con la que todos los grupos sociales estaban de acuerdo. Porque se propon铆a dar a conocer a todos los alumnos las propuestas y principios 茅ticos que una sociedad democr谩tica comparte, de modo que fuera posible estudiar, debatir sobre ellos y aprender a ejercitarse en la autonom铆a y la solidaridad que les ser谩n indispensables como personas y como ciudadanos. Se dice que las gentes pueden ser morales con tal de tener una buena influencia familiar. Pero en sociedades pluralistas y complejas como las nuestras, las fuentes morales de inspiraci贸n para ni帽os y j贸venes son las familias, los amigos, las escuelas, las redes, los medios de comunicaci贸n; y nada asegura que todas las familias ense帽en lo mejor moralmente, ni tampoco los dem谩s agentes sociales. Por eso resulta indispensable en la educaci贸n formal una materia con el nombre de “脡tica”, que ayude a reflexionar sobre los contenidos 茅ti...

Una sociedad civil en ebullici贸n

17.10.13. OPINI脫N de Adela Cortina .-   Hace a帽os quien deseaba mejorar la sociedad deb铆a ingresar en un partido pol铆tico. Segu铆a pesando aquella idea hegeliana de que el mundo pol铆tico se preocupa por los intereses universales y brega desde la solidaridad, mientras que la sociedad civil es el reino de los intereses particulares, el 谩mbito del ego铆smo. Esta divisi贸n del trabajo carece de sentido, porque gran parte de la sociedad civil asume un esperanzador protagonismo en la construcci贸n del bien com煤n, que es urgente potenciar. Quiz谩 porque la pol铆tica se limita a buscar votos y conseguir ventajas no le queda fuste para lanzar propuestas atractivas; o porque la financiarizaci贸n de la econom铆a ha creado un mundo estable; porque el despilfarro, la mala gesti贸n, la corrupci贸n y la falta de unidad han socavado la credibilidad de lo pol铆tico, lo cierto es que la sociedad civil viene moviliz谩ndose desde en los medios de comunicaci贸n, en intervenciones p煤blicas, en las redes, en las...















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