OPINIÓN Kit Klarenberg D esde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, se ha intensificado la especulación generalizada sobre la posibilidad de que su segundo mandato signifique el fin de Five Eyes , la red internacional de espionaje de señales (SIGINT). Gracias a esta connivencia, Australia, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos vigilan de cerca las comunicaciones públicas y privadas de toda la población mundial. Si bien pocos ciudadanos lamentarían la desaparición de Five Eyes, el temor a su desaparición es evidente en ciertos sectores, en primer lugar, en Londres. En febrero, el Financial Times informó que Peter Navarro, asesor clave de Trump, presionaba para que Canadá fuera excluida de Five Eyes, y que la propuesta estaba siendo discutida por altos funcionarios estadounidenses. Aunque Navarro la negó, la sugerencia generó temores entre veteranos de inteligencia occidentales, expertos de centros de estudios y periodistas de qu...