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Un mapa de la basura

OPINI脫N de Gustavo Duch Guillot.- Trate el lector de imaginar Catalu帽a como si fuese una finca agraria. La primera conclusi贸n es que vivimos en una tierra que por su gran variedad de climas, ecosistemas, r铆os, bosques y salidas al mar nos permite producir y consumir una gran diversidad de alimentos durante los 365 d铆as del a帽o. Porque, como los buenos campesinos saben, unas hect谩reas con estas caracter铆sticas pueden funcionar perfectamente, en un c铆rculo virtuoso e infinito, con una correcta combinaci贸n de diferentes cultivos –tanto en el tiempo como en el espacio– y la necesaria integraci贸n de la ganader铆a, que aprovecha las tierras de dif铆cil gesti贸n agraria y es b谩sica para el mantenimiento de la fertilidad del suelo. Hoy en d铆a, esto se llama econom铆a circular; yo prefiero pensar que la muerte siempre vuelve a ser vida.
La segunda conclusi贸n es que lo estamos haciendo muy mal. Hemos hablado muchas veces de que Catalu帽a ha avanzado hacia una gran dependencia del mercado alimentario internacional (y su volatilidad) y al mismo tiempo hemos reducido la poblaci贸n agraria activa hasta niveles infinitesimales. Pero tambi茅n nos damos cuenta de que lo estamos haciendo muy mal cuando en el mapa de esta finca-naci贸n miramos los impactos medioambientales de esta gesti贸n. Este mapa ya se puede consultar.

En febrero, en el pueblo de Figuerosa (Urgell) se dio a conocer un mapa* que, a partir de las informaciones y la colaboraci贸n brindadas por la gente y los pueblos afectados, ha permitido identificar y ubicar m谩s de 60 puntos negros. Como dicen los responsables de esta iniciativa (Els Culs de Catalunya [Los culos de Catalu帽a] y la plataforma Salvem els Plans de Conill [Salvemos los llanos de Conill]), “llama la atenci贸n que gran parte de estos conflictos afectan directamente la reproducci贸n de la especie humana: el aire, el agua, la tierra y la calidad de nuestros alimentos”, y se帽alan que en gran medida que lo que est谩 detr谩s de esto es la agroindustria en general y la ganader铆a industrial en particular.

Efectivamente, entre los problemas conocidos –como el almacenamiento de gas Castor en la comarca del Montsi谩, las centrales nucleares de Vandell贸s y Asc贸 o la contaminaci贸n de la planta qu铆mica de Flix, sin salir de la provincia de Tarragona–, est谩n muy presentes los conflictos ocasionados por la agroindustria (como el impacto del canal Segarra Garrigues) y, muy particularmente, los provenientes de la presencia, la ampliaci贸n o el proyecto de instalar enormes granjas dedicadas a la cr铆a de cerdos.






Por ejemplo, en este sentido, en el mapa nos encontramos con las denuncias de la plataforma Salvem l’Empord谩 de Purins (Salvemos el Empord谩 de los purines), creada el a帽o pasado por los vecinos y vecinas afectados por la contaminaci贸n de los acu铆feros de la zona por la imposibilidad de controlar los purines de un censo porcino superior a los 375.000 animales. Si bien las deyecciones generadas tienen un alto contenido de nitratos que, en proporciones razonables, pueden ser utilizados como fertilizante, cuando hay m谩s purines que las que el suelo puede asimilar, los nitratos se filtran en las aguas subterr谩neas.

El exceso de nitratos aparece en muchos otros puntos del mapa, como en Osona, donde el Grupo de Defensa del Ter present贸 en el D铆a Mundial del Agua los resultados de analizar, con el apoyo voluntario de habitantes de la comarca, el agua de 139 manantiales. Los resultados muestran que en ellos el 41 por ciento del agua supera los 50 mg/l de nitratos, el l铆mite m谩ximo establecido por la OMS. Las zonas con mayor presencia de nitratos –muestra el mapa– aparecen claramente a lo largo de la carretera C-25, el Eje Transversal –o “Eje de los Cerdos”– que conecta el interior de Catalu帽a con Espa帽a y Francia.

El mapa tambi茅n se帽ala el conflicto entre las llamadas plantas de compostaje, vinculadas estrechamente con la industria porcina y la gesti贸n de los purines. Un ejemplo de este conflicto es el proyecto de construcci贸n de una de estas plantas en el centro mismo de los llanos de Conill, una zona protegida que forma parte del conjunto de llanos de Si贸, de extraordinario valor natural y patrimonial. Aunque es cierto que una planta de compostaje dentro de la misma explotaci贸n porcina puede representar una soluci贸n aceptable, lo inadmisible –como en este caso– es que la expansi贸n de la industria porcina ponga en riesgo nuestra casa com煤n.

El mapa y otros indicadores nos muestran que el modelo industrial de engorde de cerdos est谩 creciendo y que –superando ya todos los l铆mites– comporta, como dice Xavier Flotats, profesor de ingenier铆a agroalimentaria de la Universidad Polit茅cnica de Catalu帽a, que “los purines pasan a ser un residuo en el momento en que los ganaderos y agricultores no pueden aprovecharlas como fertilizante”. Es decir, la idea de un c铆rculo virtuoso queda totalmente resquebrajada. Lo que podr铆a ser un abono es un residuo, es basura.

Unas notas ling眉铆sticas

1. En la lengua tagalo, de las Filipinas, la palabra “basura” no existe; all铆 utilizan la palabra del castellano, lo que demuestra que la colonizaci贸n conllevaba imposiciones, expolios e incluso cambios en el estilo de vida.

2. En las Baleares, a la basura la llaman “fems”, que equivale a esti茅rcol. ¿Quiere eso decir que antiguamente en unas islas, donde se conocen mejor que cualquier otro sitio los l铆mites f铆sicos, entend铆an que nada se tiraba y que todo es reutilizable si lo hacemos en las dimensiones adecuadas?

* Este mapa se puede ver en http://www.instamaps.cat/geocatweb/visor.html?businessid=17512ff6cd6e9015d0ac44b8e3231dbc&id=10067165#8/41.685/0.994

Fuente: http://www.ara.cat/opinio/Gustavo-Duch-mapa_0_1763823641.html

*Gustavo Duch Guillot es autor de Alimentos bajo sospecha y coordinador de la revista Soberan铆a Alimentaria, Biodiversidad y Culturas.
http://gustavoduch.wordpress.com/
Traducci贸n del catal谩n para Rebeli贸n de Carlos Riba Garc铆a

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