Hoy se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que reconoce el trabajo de aquellos que han perdido la vida durante su labor humanitaria, así como el esfuerzo de los que continúan trabajando.
¿Alguna vez has tenido que elegir entre comprar medicinas o comida para tu familia? ¿O a cuál de tus hijos le das el único chaleco salvavidas que te queda? Millones de personas viven inmersas en terribles crisis humanitarias y se enfrentan a situaciones tan extremas como estas todos los días. Terremotos, ciclones, conflictos armados, hambrunas, nuestro mundo vive cada vez más crisis humanitarias intensas.
Sin embargo, hasta en los peores momentos, siempre hay lugar para la esperanza. Y es que estas personas nunca están solas. Aunque a veces no sean muy visibles, no hay emergencia en el mundo en la que no haya cientos de trabajadores humanitarios dejándose la piel para paliar su sufrimiento.
¿Qué se celebra el 19 de agosto?
En diciembre de 2008, la Asamblea de Naciones Unidas estableció el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria en respuesta al bombardeo del Hotel Canal de Bagdad (Iraq) donde tenía su sede. Este ataque tuvo lugar en el año 2003, en el cual 22 personas perdieron la vida.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra cada 19 de agosto, es el día en que reconocemos a todos estos héroes y heroínas de carne y hueso que arriesgan su vida en las peores emergencias del momento para ayudar a las personas que las sufren.
En UNICEF tenemos la suerte de contar con muchos de estos profesionales como compañeros. Su energía, su disposición y los resultados que consiguen para los niños y niñas son una inyección de motivación diaria para el resto del equipo. Nuestros profesionales humanitarios trabajan siempre con un foco especial en la infancia, para proteger los derechos de los niños y niñas en todo momento durante las emergencias.
Testimonios en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria
Una luchadora contra la desnutrición
Rajia Sarhan trabajaba como pediatra en Yemen pero sentía que le faltaba información para luchar contra uno de los peores enemigos de los niños de este país: la desnutrición infantil. Se marchó a Londres para seguir formándose y volvió a Yemen con la cabeza llena de nuevas ideas para acabar con esta lacra. Comenzaba entonces su andadura con UNICEF y, desde entonces, no ha parado de salvar niños y niñas de las garras de la desnutrición.
"A veces me siento atrapada en un círculo vicioso. Tratamos a un pequeño y, al minuto, nos traen nuevos niños o niñas que necesitan nuestra ayuda". Pero reconoce que "trabajar con niños en terreno le da mucha motivación y fuerza" y que al final acabas desarrollando una cierta "tolerancia".
Después de realizar su labor en Yemen, Rajia se trasladó a Siria, en pleno conflicto, donde recorre ciudades sitiadas y campamentos de desplazados en busca de niños y niñas que necesiten tratamiento contra la desnutrición.
De refugiado a trabajador humanitario
Cuando Maulid Warfa tenía 7 años, él y su familia se vieron obligados a huir de Etiopía para refugiarse en Somalia. "Ser refugiado es una de las cosas más deshumanizadoras que alguien puede vivir", dice. "Pierdes tu privacidad, tu vida y tu dignidad. Te sientes como si no fueras nadie, hasta el punto en el que todo te da igual". Pero a Maulid esta experiencia le hizo más fuerte porque, según él, "no tenía nada que perder".
Su vida como trabajador humanitario tampoco ha sido nada fácil. Maulid ha sido víctima de varias emboscadas y un secuestro. Además, ha tenido que sufrir la pérdida de algunos de sus amigos y compañeros más cercanos, que murieron o desaparecieron mientras trabajaban.
Pero no todo son malas noticias. Maulid, llegó a desempeñarse como jefe de la oficina de UNICEF en Erbil, Iraq, y allí celebraba que las niñas de la foto por fin podían volver a su escuela en el oeste de Mosul.
Una maestra de la logística
Elizabeth Kaitano trabajaba en la emergencia de Sudán del Sur haciendo algo tremendamente difícil: dirigir las Misiones de Respuesta Rápida de UNICEF (RRM, por sus siglas en inglés). Este tipo de operaciones permiten que, junto al Programa Mundial de Alimentos (PMA), llevemos alimentos, atención médica y otros servicios a zonas remotas del país afectadas por la guerra.
Elizabeth coordinaba un equipo de 6 expertos que se encargaban de proporcionar los servicios una vez en la zona. El teléfono, móvil o satélite, es el mejor aliado de esta maestra de la logística que consigue, junto a sus compañeros, llevar ayuda a los lugares más recónditos de Sudán del Sur.
Rajia, Maulid y Elizabeth son 3 ejemplos de un grupo de profesionales, los trabajadores humanitarios, que son capaces de hacer algo muy valioso en cualquier conflicto o desastre natural: que la gente no pierda la esperanza.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria?
Todos los años, las catástrofes producidas por el hombre y los desastres naturales causan enormes sufrimientos a millones de personas. En la actualidad, 473 millones de niños y niñas viven en zonas de conflicto, más de uno de cada seis en todo el mundo.
673 millones de personas en el mundo padecía hambre en 2024. Los trabajadores que prestan asistencia humanitaria tratan de asegurar que todas las personas que están atravesando situaciones traumáticas y necesitan asistencia vital la reciban, en cualquier lugar del mundo y sin que importe su nacionalidad o el grupo religioso o social al que pertenezcan.
La mejor manera de garantizar que los trabajadores que prestan asistencia humanitaria puedan cumplir su misión es promover la conciencia y el respeto por los principios que sustentan la labor de ayuda: humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia.
Si quieres, puedes colaborar con nuestro trabajo en crisis humanitarias en nuestro fondo de emergencias. ¡Toda ayuda suma!
Emergencias en las que UNICEF ha prestado Asistencia Humanitaria
En 2024, UNICEF actuó en 448 situaciones de emergencia en 104 países. Estas crisis, cada vez más numerosas y complejas, tienen efectos devastadores en los niños y las mujeres, en particular en las familias más vulnerables.
La misión de UNICEF en una emergencia es garantizar los derechos de la infancia a la supervivencia, la protección y la educación.
UNICEF contribuyó en 2024, entre otros logros, a:
- Vacunar a casi la mitad de los niños y niñas del mundo.
- Tratar contra la desnutrición a 9,3 millones de niños y niñas.
- Proporcionar acceso a agua potable a 72 millones de personas.