por Thierry Meyssan En primer plano, el argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), junto al ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot. Mientras que la atención del mundo entero se concentra en los teatros de guerra, cosas anormales están sucediendo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Alemania, Francia y Reino Unido imponen en esas organizaciones un razonamiento jurídico descabellado según el cual esas potencias tendrían derecho a reinstaurar las sanciones contra Irán que se establecieron en la resolución 1737 del 23 de diciembre de 2006, a pesar de que aquellas sanciones quedaron abrogadas por la resolución 2231, adoptada por el Consejo de Seguridad el 20 de julio de 2015. Rusia y China han recordado repetidamente que el Consejo de Seguridad de la ONU es el único órgano autorizado a adoptar sanciones, pero Al...
