OPINI脫N Samuel Schmidt Me despert贸 la sirena de alarma, me levantaron de la cama, y aunque hac铆a mucho calor me dijeron que me ponga la camisa para dirigirnos al refugio. En las casas se ve铆an las luces de las casas donde estaban terminando el shabat, la calle estaba desierta sin gente corriendo desesperada; llegamos al refugio y solamente hab铆a tres personas que dijeron: de regreso, era un misil Houthi lanzado desde Yemen y con ellos no pasaba nada. Con los iran铆es era otra cosa, me dijeron que sent铆as algo en el est贸mago. Eso fue en Jerusal茅m. En Tel Aviv vimos los estragos que caus贸 un misil. La gente parece haber normalizado el hecho de la guerra, las que no cesan y hay que adaptarse siguiendo las instrucciones: localizar el refugio m谩s cercano y hay letreros anunciando espacios seguros, si manejas orillarte y tirarte al suelo. Pero tambi茅n las expresiones contra la guerra est谩n en todos lados. Abundan las pintas, letreros y en las mesas de caf茅, en las conversaciones, el tema de c...