Por Cristian Frers El avance histórico de las civilizaciones nos impone la utilización de nuevas energías como todo un desafío de cambio y adaptación. La energía es fundamental para el desarrollo de un país y de su población. Se la utiliza para hacer funcionar máquinas, herramienta y servicios. Además, es un bien de consumo final que se utiliza para la satisfacción humana. Hoy en día es inimaginable la vida sin provisión de energía. Iluminación, calefacción, refrigeración, cocción de alimentos, transporte, comunicación, cada pequeña parte de nuestro mundo cotidiano esta ligado a la energía. Vivimos en años en los que la tecnología controla nuestra sociedad. Esta tecnología utiliza como combustible y materia prima para sus producciones principalmente al petróleo. El petróleo no sólo es combustible en motores energéticos, sino, que de el se extraen muchos subproductos y derivados, tal como maquillajes, lubricantes, producción de plásticos, materiales compuestos o sintético...