Jos茅 Saramago
10-11-2008Rosa Parks, no Rosa Banks. Un lamentable fallo de memoria, que no ser谩 el primero y ciertamente tampoco el 煤ltimo, me hizo incurrir en uno de los peores deslices que se pueden cometer en el siempre complejo sistema de relaciones entre personas: atribuirle a alguien un nombre que no es el suyo.
Salvo al paciente lector de estas sencillas l铆neas, no tengo a quien pedirle que me disculpe, pero es suficiente, para verme castigado por el descuido, el sentimiento de intensa verg眉enza que se apoder贸 de m铆 cuando, enseguida, me di cuenta de la gravedad de la equivocaci贸n. Admito que pens茅 dejarlo correr, pero apart茅 la tentaci贸n, y aqu铆 estoy para confesar el error y prometer que de ahora en adelante tendr茅 cuidado y verificar茅 todo, hasta esas cosas que creo saber a ciencia cierta.
No hay mal que por bien no venga, dice la sabidur铆a popular, y talvez sea verdad. De esta manera tengo la oportunidad de volver a Rosa Parks, aquella costurera de 42 a帽os que, viajando en un autob煤s en Montgomery, en el estado de Alabama, el d铆a 1 de Diciembre de 1955, se neg贸 a cederle su lugar a una persona de raza blanca, como el conductor le hab铆a ordenado. Este delito la condujo a la prisi贸n bajo la acusaci贸n de haber perturbado el orden p煤blico. Hay que aclarar que Rosa Parks iba sentada en la parte destinada a los negros, pero, como la secci贸n de los blancos estaba completamente ocupada, la persona de raza blanca quiso el asiento que ella ocupaba.
En respuesta al encarcelamiento de Rosa Parks, un pastor baptista relativamente desconocido en ese tiempo, Martin Luther King, organiz贸 protestas contra los autobuses de Montgomery, lo que oblig贸 a las autoridades del transporte p煤blico a acabar con la pr谩ctica de la segregaci贸n racial en esos veh铆culos. Fue la se帽al para desencadenar otras manifestaciones contra la segregaci贸n. En 1956 el caso de Parks lleg贸 finalmente al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que declar贸 que la segregaci贸n en los transportes era anticonstitucional. Rosa Parks, que desde 1950 estaba incorporada a la Asociaci贸n Nacional para el Avance del Pueblo de Color (National Association for the Advancement of Colored People), se vio convertida en icono del movimiento de derechos civiles, para el que trabaj贸 durante toda a su vida. Muri贸 en 2005. Sin ella, talvez Barack Obama no ser铆a hoy el presidente de Estados Unidos.