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Crisis, ladrones de guante blanco y otros delincuentes

Por Xavier Ca帽o Tamayo

Si el fraude financiero se juzgara con la misma severidad con que se juzgan delitos de narcotr谩fico, por ejemplo, las c谩rceles de los pa铆ses desarrollados estar铆an superpobladas de personajes con traje y camisa a medida m谩s corbata de seda.

Empez贸 hace tres a帽os. Los bancos ofrec铆an sin garant铆a de solvencia cr茅ditos a cualquiera para comprar una vivienda. A cualquiera. Casi forzaban a que se pidieran cr茅ditos. Millones de cr茅ditos hipotecarios. Esos cr茅ditos se empaquetaron en productos financieros m谩s oscuros. Se camuflaron (“titulizaron” en jerga bancaria) y se compr贸 y vendi贸 deuda hipotecaria oculta. Sin freno. Pero un mal d铆a, en Estados Unidos alguien no pudo pagar la cuota hipotecaria. Y luego otro y otro... Estall贸 la crisis de “hipotecas-basura”. El principio.

El resto, bancarrota bancaria, rescate gubernamental, p谩nico y prop贸sito de enmienda... Pero pronto, vuelta a las andadas: especulaci贸n sin freno, especulaci贸n que encarece alimentos b谩sicos, estafas varias, fraudes diversos, ocultaci贸n, reducci贸n escandalosa de cr茅dito a empresas, recesi贸n, desempleo...

Seg煤n Juan Torres, “los bancos han sido el arma del crimen e incluso han apretado el gatillo. En lugar de canalizar el dinero recibido hacia la inversi贸n productiva han especulado. Y han hecho otros negocios sucios, porque los bancos son los que permiten blanquear dinero, est谩n en para铆sos fiscales, sirven de veh铆culo para traficar con armas, con drogas, con personas, para que los terroristas muevan su dinero. Y financian con miles de millones los negocios m谩s sucios”.

Pero en lugar de marcarlos de cerca e incluso sancionarlos, Juan Torres nos recuerda que “la Reserva Federal de Estados Unidos reparti贸 a grandes entidades financieras y empresariales de todo el mundo (desde 2007 a 2010) m谩s de 3,3 billones de d贸lares a un inter茅s del 0,25%. Y desde 2009 el Banco Central Europeo proporciona millones de euros a los bancos privados al 1%. Los bancos, con ese dinero compran deuda de los Estados, especulan y ganan miles de millones. A los bancos responsables de la crisis y a las grandes empresas transnacionales les prestan dinero a bajo inter茅s (del 0,25% al 1%), pero a las peque帽as y medianas empresas (que crean riqueza) lo prestan con inter茅s del 8% al 11%.

Tres a帽os despu茅s del inicio de la crisis crecen la sinvergonzoner铆a, los abusos y los fraudes econ贸micos y financieros. La situaci贸n es tan preocupante que hasta la neoliberal Comisi贸n Europea dice que endurecer谩 las normas contra delincuentes financieros. Porque hasta ahora, la actuaci贸n contra sinverg眉enzas de guante blanco es de risa. Simb贸lica. En Europa, multas inferiores a 150.000 euros (aunque en casos contados puedan ser de algunos millones). Y en Estados Unidos se requisa de un 5 a un 10% de los beneficios logrados ilegal y fraudulentamente; as铆 el ladr贸n de guante blanco se carcajea en su lujosa casa mientras disfruta de los cientos o miles de millones robados. Para los delincuentes econ贸micos y financieros (que causan much铆simo m谩s da帽o que todos los ladrones descuideros de una gran ciudad) las multas y rid铆culas restituciones son solo una partida m谩s de los costes.

¿Por qu茅 no se requisa e incauta todo lo adquirido con fraude o trampa? Porque perro no come carne de perro. Joseph Stiglitz explica que “no hay razones de principio, hay razones de dinero. Por las contribuciones a las campa帽as electorales, el cabildeo, las puertas giratorias entre pol铆tica y negocios...” ¿Lo captan?

Si las infracciones econ贸micas y financieras de la ley que causan da帽o a much铆simos se juzgaran con la misma severidad con que se juzgan delitos de narcotr谩fico, por ejemplo, las c谩rceles de los pa铆ses desarrollados estar铆an superpobladas de personajes con traje y camisa a medida m谩s corbata de seda. Ante tal panorama, los economistas William Blake y James Galbraith proponen meter en la c谩rcel a todos los delincuentes de guante blanco que han perpetrado actos fraudulentos si queremos salir de la crisis. El Nobel Stiglitz est谩 de acuerdo: “Deber铆amos meter en la c谩rcel a buen n煤mero de esos tipos. Porque hay v铆ctimas suyas reales en el mundo entero”.

¿Por qu茅 no est谩n ya en la c谩rcel? Porque los ciudadanos estamos acobardados y haciendo dejaci贸n de nuestra responsabilidad como depositarios de la soberan铆a y del poder pol铆tico. No es f谩cil, pero hay que ponerse en marcha. Contra quienes dicen que no hay nada qu茅 hacer, cabe recordar que ciertamente nada cambia si nadie hace nada.

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