Vesna Peric Zimonjic. SARAJEVO, (IPS) - Mila viste pantalones negros y chaqueta, y tiene las u帽as cuidadosamente arregladas. Su nombre significa "dulce" o "amable", y va en armon铆a con su encantadora sonrisa. Esta joven de 19 a帽os era una de las tantas ni帽as "desaparecidas" en la guerra de los Balcanes, y acaba de conocer su verdadera identidad.
Hace poco se ti帽贸 el pelo. Pero, contrariamente a la tendencia de la moda aqu铆, no de rubio, sino de casta帽o oscuro, muy parecido a su color natural. Si fuera rubia "la gente me distinguir铆a en la calle. Ahora no me reconocen, no se me acercan, no me hacen preguntas", dijo a IPS.
Hace dos a帽os, la vida de Mila cambi贸 para siempre, cuando descubri贸 que todo lo que sab铆a de su pasado era falso, incluso su nombre. Naci贸 con un nombre t铆picamente bosnio musulm谩n: Senida Becirovic.
Vivi贸 toda su vida con una acomodada pareja de ancianos, los Jankovic, cuyos dos hijos hab铆an muerto en un accidente automovil铆stico y la hab铆an adoptado a ella siendo muy peque帽a.
Su existencia era c贸moda en Banovo Brdo, un suburbio de Belgrado, con "vacaciones en el mar y chocolate siempre que quer铆a".
Fue criada como serbia cristiana, y a los 13 a帽os quiso ser bautizada.
"Pero los Jankovic dijeron que deb铆a esperar hasta que tuviera 18 a帽os para decidir", cont贸. Ellos sab铆an que hab铆a nacido en el este de Bosnia y por tanto "presum铆an que era musulmana".
Hace varios a帽os, los Jankovic transfirieron a Mila a un c贸modo albergue para menores en la norte帽a localidad serbia de Novi Sad. La pareja, entonces con m谩s de 70 a帽os, no se sent铆a capaz de criar a una adolescente, una decisi贸n que ella comprendi贸. Dijo haberse sentido agradecida por los a帽os que pas贸 con ellos.
"Pero todo se desmoron贸 cuando una trabajadora social en Novi Sad me pidi贸 que diera mi ADN", record贸 Mila.
"Despu茅s de unas pocas semanas, me dijo que ten铆a un padre llamado Muhamed Becirovic, que viv铆a en Alemania y ven铆a a verme", dijo. Muhamed visit贸 a su hija el 1 de mayo de 2008.
"Me dijo qui茅n era yo, y que mi nombre real era Senida. En ese momento, me quer铆a morir", cont贸.
Gracias a su padre y a trabajadores sociales en Novi Sad, Mila supo que era oriunda de la oriental aldea bosnia musulmana de Ceparde, invadida por los serbios en abril de 1992.
Durante el ataque, un soldado serbio vio llorando abandonada a Mila, entonces una beb茅 de nueve meses. El uniformado sinti贸 l谩stima por ella y dio con su madre, a quien se la entreg贸.
Pero decenas de personas de la aldea murieron por el ataque o permanecen desaparecidas, incluyendo la madre de Mila y su hermana.
Amigos de la familia llevaron a la peque帽a a un orfanato, donde luego la encontraron los Jankovic. El soldado muri贸 en la guerra.
Muhamed Becirovic no estaba en Ceparde cuando la invasi贸n. Al finalizar el conflicto b茅lico, entreg贸 una muestra de sangre a una base de datos en Bosnia, que utiliza esa informaci贸n para compararla con el ADN obtenido en fosas comunes halladas en todo el pa铆s.
El Instituto para Personas Desaparecidas en Bosnia re煤ne unos 2.000 nombres de ni帽as y ni帽os desaparecidos en la guerra. "Alrededor de la mitad ya fueron identificados en fosas comunes", dijo Lejla Cengic, portavoz del Instituto.
"La mitad todav铆a faltan, y Mila/Senida es la 煤nica que ha sido hallada viva", destac贸. Mila confes贸 estar angustiada por la complejidad de su pasado. Se mud贸 con su t铆a, Mejra Hasic, y con el resto de su familia en Sarajevo despu茅s de descubrir su verdadera identidad.
"S贸lo fue cuando llegu茅 (a Sarajevo) que me enter茅 de la brutalidad de la guerra", dijo a IPS.
"Hay personas cuyas historias son mucho peores que la m铆a", se帽al贸. "Culpo a los serbios porque me dejaron sin madre y sin hermana, pero fui criada por dos personas que me dieron lo mejor, y son serbios, y estoy feliz de haberlos conocido".
"Las personas son buenas o malas. No hay nada m谩s", a帽adi贸.
La joven est谩 por terminar la secundaria y tiene en mente asistir a la universidad. Pero, se帽al贸, apenas se est谩 adaptando a su nueva vida.
"A煤n debo acostumbrarme a todo. En enero se cumplir谩n dos a帽os desde que llegu茅 a Sarajevo, y siento como si la mitad de m铆 estuviera aqu铆 y la otra con los Jankovic", dijo.
"Fue como un rompecabezas durante meses cuando me di cuenta de que ten铆a una pieza aqu铆, otra pieza all谩, sin saber todas las partes de mi vida", a帽adi贸.
Sin embargo, hay algo que tiene muy claro: quiere saber qu茅 sucedi贸 con su madre y su hermana. "Despu茅s de mi propia experiencia, vivo en la incertidumbre, esperando cada d铆a saber si est谩n vivas o no".
Mientras, frente a un aluvi贸n de publicidad sobre su caso, con art铆culos period铆sticos y documentales, decidi贸 cambiar el color de su cabello y vestirse de negro para pasar a "ser invisible".
"Ya no puedo soportar preguntas raras. Quiero que me dejen en paz por un rato", afirm贸.
Hace poco se ti帽贸 el pelo. Pero, contrariamente a la tendencia de la moda aqu铆, no de rubio, sino de casta帽o oscuro, muy parecido a su color natural. Si fuera rubia "la gente me distinguir铆a en la calle. Ahora no me reconocen, no se me acercan, no me hacen preguntas", dijo a IPS.
Hace dos a帽os, la vida de Mila cambi贸 para siempre, cuando descubri贸 que todo lo que sab铆a de su pasado era falso, incluso su nombre. Naci贸 con un nombre t铆picamente bosnio musulm谩n: Senida Becirovic.
Vivi贸 toda su vida con una acomodada pareja de ancianos, los Jankovic, cuyos dos hijos hab铆an muerto en un accidente automovil铆stico y la hab铆an adoptado a ella siendo muy peque帽a.
Su existencia era c贸moda en Banovo Brdo, un suburbio de Belgrado, con "vacaciones en el mar y chocolate siempre que quer铆a".
Fue criada como serbia cristiana, y a los 13 a帽os quiso ser bautizada.
"Pero los Jankovic dijeron que deb铆a esperar hasta que tuviera 18 a帽os para decidir", cont贸. Ellos sab铆an que hab铆a nacido en el este de Bosnia y por tanto "presum铆an que era musulmana".
Hace varios a帽os, los Jankovic transfirieron a Mila a un c贸modo albergue para menores en la norte帽a localidad serbia de Novi Sad. La pareja, entonces con m谩s de 70 a帽os, no se sent铆a capaz de criar a una adolescente, una decisi贸n que ella comprendi贸. Dijo haberse sentido agradecida por los a帽os que pas贸 con ellos.
"Pero todo se desmoron贸 cuando una trabajadora social en Novi Sad me pidi贸 que diera mi ADN", record贸 Mila.
"Despu茅s de unas pocas semanas, me dijo que ten铆a un padre llamado Muhamed Becirovic, que viv铆a en Alemania y ven铆a a verme", dijo. Muhamed visit贸 a su hija el 1 de mayo de 2008.
"Me dijo qui茅n era yo, y que mi nombre real era Senida. En ese momento, me quer铆a morir", cont贸.
Gracias a su padre y a trabajadores sociales en Novi Sad, Mila supo que era oriunda de la oriental aldea bosnia musulmana de Ceparde, invadida por los serbios en abril de 1992.
Durante el ataque, un soldado serbio vio llorando abandonada a Mila, entonces una beb茅 de nueve meses. El uniformado sinti贸 l谩stima por ella y dio con su madre, a quien se la entreg贸.
Pero decenas de personas de la aldea murieron por el ataque o permanecen desaparecidas, incluyendo la madre de Mila y su hermana.
Amigos de la familia llevaron a la peque帽a a un orfanato, donde luego la encontraron los Jankovic. El soldado muri贸 en la guerra.
Muhamed Becirovic no estaba en Ceparde cuando la invasi贸n. Al finalizar el conflicto b茅lico, entreg贸 una muestra de sangre a una base de datos en Bosnia, que utiliza esa informaci贸n para compararla con el ADN obtenido en fosas comunes halladas en todo el pa铆s.
El Instituto para Personas Desaparecidas en Bosnia re煤ne unos 2.000 nombres de ni帽as y ni帽os desaparecidos en la guerra. "Alrededor de la mitad ya fueron identificados en fosas comunes", dijo Lejla Cengic, portavoz del Instituto.
"La mitad todav铆a faltan, y Mila/Senida es la 煤nica que ha sido hallada viva", destac贸. Mila confes贸 estar angustiada por la complejidad de su pasado. Se mud贸 con su t铆a, Mejra Hasic, y con el resto de su familia en Sarajevo despu茅s de descubrir su verdadera identidad.
"S贸lo fue cuando llegu茅 (a Sarajevo) que me enter茅 de la brutalidad de la guerra", dijo a IPS.
"Hay personas cuyas historias son mucho peores que la m铆a", se帽al贸. "Culpo a los serbios porque me dejaron sin madre y sin hermana, pero fui criada por dos personas que me dieron lo mejor, y son serbios, y estoy feliz de haberlos conocido".
"Las personas son buenas o malas. No hay nada m谩s", a帽adi贸.
La joven est谩 por terminar la secundaria y tiene en mente asistir a la universidad. Pero, se帽al贸, apenas se est谩 adaptando a su nueva vida.
"A煤n debo acostumbrarme a todo. En enero se cumplir谩n dos a帽os desde que llegu茅 a Sarajevo, y siento como si la mitad de m铆 estuviera aqu铆 y la otra con los Jankovic", dijo.
"Fue como un rompecabezas durante meses cuando me di cuenta de que ten铆a una pieza aqu铆, otra pieza all谩, sin saber todas las partes de mi vida", a帽adi贸.
Sin embargo, hay algo que tiene muy claro: quiere saber qu茅 sucedi贸 con su madre y su hermana. "Despu茅s de mi propia experiencia, vivo en la incertidumbre, esperando cada d铆a saber si est谩n vivas o no".
Mientras, frente a un aluvi贸n de publicidad sobre su caso, con art铆culos period铆sticos y documentales, decidi贸 cambiar el color de su cabello y vestirse de negro para pasar a "ser invisible".
"Ya no puedo soportar preguntas raras. Quiero que me dejen en paz por un rato", afirm贸.