Cr铆tica de La Dama de Hierro. Por Jos Rodr铆guez
Babel, Mar Adentro, La Vida es Bella, Crash...son pel铆culas. Algunas mejor que otras con algo en com煤n: son manipuladoras. O por lo menos lo intentan. ¿Por qu茅 ese af谩n desmedido por llevar al espectador al terreno deseado sin importar que medio usar para ello? ¿Por qu茅 no dejar que 茅l mismo se construya la historia y los personajes en la cabeza sin necesidad de "ayudas"? ¿C贸mo tienen las santas narices Abi Morgan y Phyllida Lloyd de decirme que Margaret Thatcher era "x" cuando yo s茅 que es "y"? ¿Acaso saben m谩s que los libros de historia y los historiadores que catalogan a la que fuera Primer Ministro de Inglaterra durante once a帽os como uno de los gobernantes m谩s extremos, d茅spotas y unilaterales que han existido jam谩s? Es una l谩stima que producciones como 茅sta sigan la estela de Oliver Stone y no de Frears o Hooper en cuanto a la utilizaci贸n sin control del manique铆smo m谩s radical. L谩stima porque la pel铆cula tiene calidad cinematogr谩fica suficiente como para haber prescindido de tales artima帽as sin resentirse en absoluto. Contando con una de las mejores actrices de la historia como Meryl Streep, experta en humanizar todo tipo de personajes, estaba de m谩s. La primera escena de una pel铆cula suele adelantar el tono general del resto y aqu铆 nos encontramos a una Thatcher vieja, sola y d谩ndose de bruces con el horror de su pasado hasta yendo a comprar el pan.
La estructura del film puede resultar cansina y dif铆cil de seguir para el gran p煤blico puesto que est谩 fragmentado en flashbacks, continuos cambios temporales epis贸dicos y alucinaciones de la protagonista. Lloyd intenta sumergirnos en la enferma mente de Thatcher mediante idas y venidas pero no es hasta la mitad del metraje cuando lo consigue debido a la dram谩tica y triste historia de amor con su marido, un magn铆fico Jim Broadbent (que actor m谩s infravalorado...). La historia de amor es, de largo, lo mejor de La Dama de Hierro, gracias a una qu铆mica a prueba de bombas (perd贸n por el chiste) entre Broadbent y Streep (aunque solo se le reconocer谩 el m茅rito a ella). De hecho, 茅sta fragmentaci贸n parece dise帽ada a modo de peque帽os trailers con su principio, desarrollo y final con una carga emocional potente y bien construida. Directora y guionista han decidido pasar de puntillas por el Thatcherismo en favor de la persona, lo cual me parece muy correcto y algo totalmente loable, si no fuera porque esa persona que han dibujado no es Margaret Thatcher. Si se apuesta por retratar a la persona, quiero ver a esa persona porque si no es mejor crear un personaje an贸nimo desde cero y todos estos problemas quedar铆an eliminados al no existir comparaci贸n o posibilidad de corroborar. Morgan tambi茅n olvida que el contexto es importante para entender el funcionamiento de una mente humana y la toma de decisiones. No podemos mezclar en cinco minutos la Guerra de las Malvinas, el atentado del IRA y su lucha contra los sovi茅ticos sin m谩s datos que unas pobres im谩genes de archivo. Aparte de que condensar sesenta a帽os en cien minutos es imposible y una locura.
La directora de Mamma Mia no deja pasar la oportunidad de hacer hincapi茅 en la exaltaci贸n de un feminismo barato y de follet铆n, en donde el mundo entero se equivoca donde la Thatcher acierta para acto seguido omitir las consecuencias de algunas de sus funestas decisiones. El feminismo es muy respetable cuando existen motivos para ello pero en la historia real los opositores de la Primer Ministro ten铆an motivos m谩s que suficientes para cargar contra ella sin importar si era mujer u hombre. Insisto, no creemos un h茅roe o un monstruo donde ya hay un personaje con matices, grises y muy atractivo para una adaptaci贸n cinematogr谩fica. A pesar de todo no es una mala pel铆cula ya que el ritmo que Lloyd imprime es el adecuado en cada momento y sabe gestionar muy bien momentos emotivos con otros m谩s distendidos. Streep y Broadbent est谩n majestuosos pero me gustar铆a destacar a Alexandra Roach interpretando a una joven y revolucionaria Thatcher de forma sublime. Mi pregunta es si realmente hac铆an falta tantos kilos de maquillaje en la cara de la actriz de Los Puentes de Madison, ya que en algunas escenas apenas puede mover la boca y solo logra transmitir algo a trav茅s de los ojos. Thomas Newman se reinventa y ejecuta su mejor banda sonora en a帽os, lejos de sus t铆picos tics a los que nos ten铆a acostumbrados.
Es un film muy emotivo con un final que har谩 las delicias de los aficionados a soltar la lagrimilla en el cine (reconozco que conmigo funcion贸) que podr铆a haber sido mucho m谩s de no ser por los problemas antes citados. Es triste que la t铆pica pel铆cula perfecta brit谩nica como 茅sta (perfecta en reparto, t茅cnicamente, musicalmente, visualmente...) quede marcada como un intento digno pero fallido de llevar a la pantalla a un personaje tan bestial como lo es Margaret Thatcher. A煤n as铆, muy disfrutable si se consigue ignorar sus deficiencias y una oportunidad de oro de disfrutar del mejor elenco posible en cualquier pel铆cula: cualquiera que est茅 integrado por brit谩nicos. Una 煤ltima reflexi贸n...Streep est谩 de 脫scar, es innegable, pero ¿Las brit谩nicas Judi Dench, Vanessa Redgrave, o Julie Christie (por no citar a Helen Mirren) lo hubieran hecho peor?
PD: Quien haya visto Little Britain tendr谩 dif铆cil aguantarse la risa ante las repetidas voces que gritan "Margaret, Margaret..."
Babel, Mar Adentro, La Vida es Bella, Crash...son pel铆culas. Algunas mejor que otras con algo en com煤n: son manipuladoras. O por lo menos lo intentan. ¿Por qu茅 ese af谩n desmedido por llevar al espectador al terreno deseado sin importar que medio usar para ello? ¿Por qu茅 no dejar que 茅l mismo se construya la historia y los personajes en la cabeza sin necesidad de "ayudas"? ¿C贸mo tienen las santas narices Abi Morgan y Phyllida Lloyd de decirme que Margaret Thatcher era "x" cuando yo s茅 que es "y"? ¿Acaso saben m谩s que los libros de historia y los historiadores que catalogan a la que fuera Primer Ministro de Inglaterra durante once a帽os como uno de los gobernantes m谩s extremos, d茅spotas y unilaterales que han existido jam谩s? Es una l谩stima que producciones como 茅sta sigan la estela de Oliver Stone y no de Frears o Hooper en cuanto a la utilizaci贸n sin control del manique铆smo m谩s radical. L谩stima porque la pel铆cula tiene calidad cinematogr谩fica suficiente como para haber prescindido de tales artima帽as sin resentirse en absoluto. Contando con una de las mejores actrices de la historia como Meryl Streep, experta en humanizar todo tipo de personajes, estaba de m谩s. La primera escena de una pel铆cula suele adelantar el tono general del resto y aqu铆 nos encontramos a una Thatcher vieja, sola y d谩ndose de bruces con el horror de su pasado hasta yendo a comprar el pan.
La estructura del film puede resultar cansina y dif铆cil de seguir para el gran p煤blico puesto que est谩 fragmentado en flashbacks, continuos cambios temporales epis贸dicos y alucinaciones de la protagonista. Lloyd intenta sumergirnos en la enferma mente de Thatcher mediante idas y venidas pero no es hasta la mitad del metraje cuando lo consigue debido a la dram谩tica y triste historia de amor con su marido, un magn铆fico Jim Broadbent (que actor m谩s infravalorado...). La historia de amor es, de largo, lo mejor de La Dama de Hierro, gracias a una qu铆mica a prueba de bombas (perd贸n por el chiste) entre Broadbent y Streep (aunque solo se le reconocer谩 el m茅rito a ella). De hecho, 茅sta fragmentaci贸n parece dise帽ada a modo de peque帽os trailers con su principio, desarrollo y final con una carga emocional potente y bien construida. Directora y guionista han decidido pasar de puntillas por el Thatcherismo en favor de la persona, lo cual me parece muy correcto y algo totalmente loable, si no fuera porque esa persona que han dibujado no es Margaret Thatcher. Si se apuesta por retratar a la persona, quiero ver a esa persona porque si no es mejor crear un personaje an贸nimo desde cero y todos estos problemas quedar铆an eliminados al no existir comparaci贸n o posibilidad de corroborar. Morgan tambi茅n olvida que el contexto es importante para entender el funcionamiento de una mente humana y la toma de decisiones. No podemos mezclar en cinco minutos la Guerra de las Malvinas, el atentado del IRA y su lucha contra los sovi茅ticos sin m谩s datos que unas pobres im谩genes de archivo. Aparte de que condensar sesenta a帽os en cien minutos es imposible y una locura.
La directora de Mamma Mia no deja pasar la oportunidad de hacer hincapi茅 en la exaltaci贸n de un feminismo barato y de follet铆n, en donde el mundo entero se equivoca donde la Thatcher acierta para acto seguido omitir las consecuencias de algunas de sus funestas decisiones. El feminismo es muy respetable cuando existen motivos para ello pero en la historia real los opositores de la Primer Ministro ten铆an motivos m谩s que suficientes para cargar contra ella sin importar si era mujer u hombre. Insisto, no creemos un h茅roe o un monstruo donde ya hay un personaje con matices, grises y muy atractivo para una adaptaci贸n cinematogr谩fica. A pesar de todo no es una mala pel铆cula ya que el ritmo que Lloyd imprime es el adecuado en cada momento y sabe gestionar muy bien momentos emotivos con otros m谩s distendidos. Streep y Broadbent est谩n majestuosos pero me gustar铆a destacar a Alexandra Roach interpretando a una joven y revolucionaria Thatcher de forma sublime. Mi pregunta es si realmente hac铆an falta tantos kilos de maquillaje en la cara de la actriz de Los Puentes de Madison, ya que en algunas escenas apenas puede mover la boca y solo logra transmitir algo a trav茅s de los ojos. Thomas Newman se reinventa y ejecuta su mejor banda sonora en a帽os, lejos de sus t铆picos tics a los que nos ten铆a acostumbrados.
Es un film muy emotivo con un final que har谩 las delicias de los aficionados a soltar la lagrimilla en el cine (reconozco que conmigo funcion贸) que podr铆a haber sido mucho m谩s de no ser por los problemas antes citados. Es triste que la t铆pica pel铆cula perfecta brit谩nica como 茅sta (perfecta en reparto, t茅cnicamente, musicalmente, visualmente...) quede marcada como un intento digno pero fallido de llevar a la pantalla a un personaje tan bestial como lo es Margaret Thatcher. A煤n as铆, muy disfrutable si se consigue ignorar sus deficiencias y una oportunidad de oro de disfrutar del mejor elenco posible en cualquier pel铆cula: cualquiera que est茅 integrado por brit谩nicos. Una 煤ltima reflexi贸n...Streep est谩 de 脫scar, es innegable, pero ¿Las brit谩nicas Judi Dench, Vanessa Redgrave, o Julie Christie (por no citar a Helen Mirren) lo hubieran hecho peor?
PD: Quien haya visto Little Britain tendr谩 dif铆cil aguantarse la risa ante las repetidas voces que gritan "Margaret, Margaret..."