Medio mill贸n de inmigrantes llegar谩 este a帽o a Europa
OPINI脫N de Emilio Mar铆n, Argentina.- Es noticia corriente el drama humanitario de los inmigrantes. Esas tragedias tienen como denominador com煤n las guerras y la extrema pobreza. Recrudecen ataques xen贸fobos y s贸lo un par de gobiernos europeos muestran atisbos de comprensi贸n.El drama de los inmigrantes es revelador de las injusticias flagrantes del mundo globalizado y capitalista. Por eso la corriente de gente huye de Siria, 脕frica, Afganist谩n, etc, y no de Alemania, Suecia ni Francia, que -por el contrario- son las metas para centenares de miles de personas, en rigor millones si se cuentan dos o m谩s a帽os de ese 茅xodo.
Conviene no aburrir con cifras, pero las oficinas de refugiados de la ONU, Acnur; la Organizaci贸n Internacional para las Migraciones (OIM) y dependencias europeas, estimaron que de enero a julio casi 300.000 personas arribaron a Europa procedentes de aquellos pa铆ses empobrecidos o donde la guerra pone en serio riesgo sus vidas. Esas agencias creen, con fundamentos, que cuando termine el a帽o 2015 aquella cifra habr谩 alcanzado el medio mill贸n, superando en mucho la del a帽o anterior.
Las rutas de llegada a Europa son b谩sicamente dos.
Una, desde el norte de 脕frica, particularmente de los puertos de Libia, por v铆a mar铆tima hacia Italia, que es un camino relativamente m谩s corto pero tambi茅n m谩s mortal pues el grueso de los 2.300 muertos en lo que va del a帽o ocurri贸 all铆. Lo de “v铆a mar铆tima” es una forma de decir porque en realidad son viejos barcos atestados de gente, que en muchos casos terminan hundi茅ndose con su valiosa carga.
La otra arranca generalmente en Turqu铆a y de all铆 pasa a Grecia, a alguna de sus muchas islas, para dirigirse al norte, v铆a Macedonia o Serbia, hasta Hungr铆a, integrante de la Uni贸n Europea y firmante del Tratado de Schengen, que permite el libre tr谩nsito de las personas dentro de los pa铆ses miembros. Cuando este pacto se firm贸, en 1985, estaba pensado para luxemburgueses, franceses, ingleses, alemanes, belgas y otros ciudadanos del Primer Mundo. Nunca quiso ser un pase libre para los hambrientos libios, senegaleses, sirios y afganos.
La ruta griega viene siendo m谩s usada por las constantes tragedias en el mar cerca de Libia e Italia, al punto que ha crecido un 750 por ciento el n煤mero de inmigrantes que la emplearon en el primer semestre de este a帽o en cotejo con igual lapso del anterior. De hecho el n煤mero de muertos es mucho mayor en el corredor mar铆timo enumerado m谩s arriba.
Fen贸meno imparable
Lo que indican los n煤meros es que la inmigraci贸n desde 脕frica y Turqu铆a es un fen贸meno imparable. Los gobiernos europeos han intentado de todo, menos soluciones humanitarias, y han fracasado. Su pol铆tica principal fue dejar sola a Italia y lavarse las manos, algo en lo que los brit谩nicos son especialistas. Los operativos supuestamente humanitarios como “Mare Nostrum”, Frontex y otros, pod铆an rescatar una parte de las personas que ya estaban en el agua, mientras la mayor铆a mor铆a ahogada, y no atend铆a a las necesidades sociales. Quer铆an impedir o reducir el n煤mero de inmigrantes, para que la vieja Europa siguiera viviendo m谩s o menos apaciblemente, al menos sin esa presencia molesta de africanos y asi谩ticos que adem谩s obliga a los estados a invertir ciertos dineros en programas para 茅stos, creaci贸n de empleo, viviendas, etc.
De all铆 que los gobiernos de la UE redoblaron sus muros de contenci贸n, como en Macedonia y Hungr铆a, tratando de blindar sus fronteras (el ultraderechista norteamericano Donald Trump quiere hacer lo mismo en los 3.145 km del l铆mite con M茅xico). Espa帽a hace otro tanto en sus enclaves africanos de Ceuta y Melilla. En isla griega de Kos los inmigrantes son encerrados en estadios de f煤tbol sin agua ni comida, y cuando hay reclamos terminan reprimi茅ndolos. Las fuerzas de seguridad de Macedonia tambi茅n les pegan palos, tiran balas y granadas lacrim贸genas, sin complejos.
Hasta abril de este a帽o los gobiernos europeos encabezados por Alemania se reun铆an en Bruselas para acordar blindajes antiinmigraci贸n y programas de expulsiones r谩pidas, como v谩lidas para los 28 socios de la UE.
Esa pol铆tica fracas贸 pues la ola inmigratoria se hizo m谩s alta e irresistible. Angela Merkel y sus colegas estudiaban si iban a dar “luz verde” a 10.000 refugiados con los papeles listos en Turqu铆a, cuando el drama, seg煤n la estad铆stica de las Naciones Unidas, abarca a 6.100.000 refugiados de Siria, Eritrea, Somalia, Irak, Mali y Nigeria.
Culpa de la OTAN
Adem谩s de las multinacionales y bancos que saquearon y pauperizaron a 脕frica -tal la causa general de la pobreza y subdesarrollo de ese continente- hay que enfatizar en las guerras como motor del actual fen贸meno de la inmigraci贸n.
Se pueden poner dos ejemplos y ambos arrancan en el 2011: Libia y Siria.
En el primer caso la OTAN, o sea Estados Unidos y sus socios europeos, armaron a la oposici贸n libia y generaron una guerra para sacar del gobierno y asesinar a Muammar Khadafy. Libia hoy no tiene un gobierno unificado y las milicias y mafias gobiernan determinadas regiones y hacen negocios grandes con el petr贸leo. Un negocio menor, pero lamentable, es el de los grupos mafiosos que embarcan a desesperados por huir rumbo a Italia o a donde sea, que generalmente mueren en el mar o en el mejor de los casos llegan con una familia diezmada a Sicilia o Calabria.¿De qui茅n es la culpa de la guerra en Libia? Claramente de la OTAN.
El otro caso se refiere a Siria. Tambi茅n en 2011 las potencias occidentales financiaron y armaron al Ej茅rcito Libre de Siria y una coalici贸n pol铆tica opositora al presidente Basher al Assad, queri茅ndolo asesinar como al l铆der libio. Lo peor de todo es que, tal como les advert铆a el presidente sirio, estaban apoyando a Al Qaeda y suced谩neos, como termin贸 siendo el ISIS o Estado Isl谩mico. Este califato criminal con sus atentados terroristas asol贸 Irak y Siria, con incursiones en El L铆bano y Turqu铆a.
Uno de los resultados fue que -de la poblaci贸n siria de 23 millones de habitantes- m谩s de cuatro han buscado emigrar. Ellos son la espina dorsal de la columna de inmigrantes que v铆a Turqu铆a quiere llegar a Europa. La pregunta se repite. ¿De quien es la culpa de la guerra en Siria? Otra vez, claramente, de la OTAN.
Esos imperios atacaron a Libia y Siria, con un resultado negativo tremendo: miles de muertos, inestabilidad pol铆tica, aumento de grupos terroristas como ISIS y drama humanitario que se vuelve en su contra. El 煤nico que se mantiene lejos, geogr谩ficamente, es Estados Unidos. Italia y Grecia quedan m谩s cerca...
Neonazis versus aspirinas
La contenci贸n del problema mediante muros fronterizos y operativos navales fue un fracaso total. Adem谩s, desde el punto de vista pol铆tico, para buena parte de la humanidad, no toda por supuesto, el drama de la inmigraci贸n no deb铆a ser resuelto con los medios represivos. El alcalde italiano de Palermo, por ejemplo, cuestion贸 que los gobiernos europeos estaban actuando con esas pobres personas con la l贸gica de los nazis de setenta a帽os atr谩s.
En esa misma l铆nea cr铆tica, el Papa dijo en junio en Tur铆n que “el migrante es v铆ctima de esta econom铆a del descarte”. Otros obispos retomaron esa l铆nea humanitaria y se arm贸 flor de pol茅mica con la derecha italiana de Forza Italia y Liga del Norte, que cuestionaron al Vaticano. La derecha italiana, como la de otros pa铆ses, se encrespa y agita cuando aparecen inmigrantes, pues su veta es esencialmente xen贸foba. Adem谩s, si tienen recetas de ajuste y pobreza para con sus propios ciudadanos, mucho m谩s para con llegados del extranjero (personas pobres, obvio, si fueran empresarios e inversionistas les dar铆an una calurosa bienvenida).
El desbarajuste pol铆tico europeo es casi total. Est谩 en crisis el tratado de Schengen, que permite la libre circulaci贸n de personas pues los inmigrantes que pongan pie en Budapest, por ejemplo, podr铆an seguir viaje a Alemania o Suecia. Hungr铆a, con su derechista presidente Viktor Orban, est谩 erigiendo un segundo y m谩s alto muro para contener el alud proveniente de Serbia. ¿Dar谩n por finiquitado aquel tratado? El premier brit谩nico David Cameron debe desear dinamitar el Euro t煤nel para obturar el camino de llegada de esos indeseables a su Reino Unido.
Al calor de esas pol铆ticas antiinmigraci贸n volvi贸 a levantar cabeza la ultraderecha xen贸foba, con Marine Le Pen del Frente Nacional franc茅s y el NPD neonazis alem谩n, que agredi贸 al centro de recepci贸n de refugiados en Heidenau, Sajonia, sur de Dresden. Para esos fascistas, como para el premier h煤ngaro Orban, los refugiados son sin贸nimo de delincuencia, terrorismo y desempleo.
Llegado a ese punto de ataques a los extranjeros, la canciller germana tuvo un buen gesto, pues declar贸: “es repugnante ver c贸mo los extremistas de ultraderecha y los neonazis est谩n expresando su odio, pero tambi茅n es una desgracia ver c贸mo ciudadanos alemanes, e incluso familias con ni帽os, los apoyan. Alemania respeta la dignidad de cada persona”.
Como respaldando esas palabras con ciertos hechos, se supo que Alemania y Suecia est谩n recibiendo el 43 por ciento del total de inmigrantes y que Merkel elev贸 a 800.000 las solicitudes de asilo que su pa铆s espera recibir este a帽o. El dato es auspicioso, si se cumple, aunque es una aspirina grande y no una soluci贸n para los m谩s de 6 millones de refugiados que tiene el inventario de la ONU.