OPINI脫N de Federico Mayor Zaragoza.- Hace a帽os, la Academia de Ciencias de Estados Unidos advert铆a de que no s贸lo las emisiones de anh铆drido carb贸nico eran excesivas sino que su recaptura disminu铆a progresivamente por el deterioro del fitoplancton oce谩nico. La empresa Exxon Mobile cre贸 entonces una fundaci贸n que, con pseudocient铆ficos a sueldo, proclamaba lo contrario, como conven铆a a sus beneficios. Al final, al cabo de varios a帽os, se descubri贸 la mentira y fue publicada con toda extensi贸n en la revista Newsweek (The Truth about Denial). No pas贸 nada.
El gran consorcio internacional comete un delito de esta magnitud que puede afectar a la habitabilidad de la Tierra… y no se elevan las protestas de millones y millones de ciudadanos de todo el mundo que piensan en el legado que tienen la obligaci贸n de dejar a sus hijos para que puedan vivir una vida digna en la Tierra.
Ahora, en un momento en que ya podemos expresarnos libremente, y alzar la voz y el grito, ante la acci贸n consciente –lo que es incre铆ble– de una gran empresa alemana, la Volkswagen, que contamina en lugar de procurar reducir los efectos de la combusti贸n, poniendo un software trucado en los motores de los autom贸viles que produce… silencio.
La Uni贸n Europea, en lugar de castigar como se merece esta vileza, cierra filas con Alemania sin que se alce la voz indignada de los ciudadanos europeos.
Ante los horrendos desmanes del llamado “Estado Isl谩mico”, y la descoordinada acci贸n frente al fanatismo extremo, debido a la ausencia de un multilateralismo democr谩tico y eficaz, que el neoliberalismo sustituy贸 por grupos plutocr谩ticos (G-7, G-8, G-20) totalmente ineficientes… silencio.
Ante el horrendo sufrimiento de los emigrantes y refugiados… silencio.
Ante las pol铆ticas neoliberales que incrementan las brechas sociales… silencio.
Ante la injerencia de instituciones econ贸micas en los dominios educativos y conceptuales… silencio.
Ante la subordinaci贸n de la justicia social a los mercados… silencio.
“No debemos mantenernos ajenos a los grandes problemas de nuestro tiempo”, dec铆a el pasado 30 de septiembre la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Aut贸noma de Madrid, Profesora Yolanda Valdeolivas, en la lecci贸n inaugural de curso, en memoria y homenaje al profesor Francisco Tom谩s y Valiente, asesinado por ETA pronto har谩 20 a帽os. “La universidad debe reflejar fielmente a la sociedad. No debemos conformarnos con esperar acontecimientos, porque forma parte esencial de nuestra responsabilidad inspirarlos, originarlos o evitarlos. El proceder universitario debe ser libre, cr铆tico y creativo”.
S铆: no podemos seguir callados. No podemos seguir siendo impasibles espectadores de lo que acontece, porque nos convertir铆amos en c贸mplices. Las comunidades cient铆fica, acad茅mica, docente, art铆stica, intelectual y creativa, en suma, debe situarse en la vanguardia de la movilizaci贸n popular. Es preciso que act煤e ahora, con gran apremio, para asegurar que no se alcanzan puntos de no retorno en la habitabilidad de la Tierra y en las condiciones de vida de los ciudadanos.
Ni un d铆a m谩s sometidos a los mercaderes, ni un d铆a m谩s aceptando la gobernanza de grupos plutocr谩ticos, ni un d铆a m谩s indiferentes ante el genocidio cotidiano de miles de personas, la mayor铆a de ellas ni帽os y ni帽as, al tiempo que se invierten m谩s de 3.000 millones de d贸lares en armas y gastos militares. Ni un d铆a m谩s aceptando mantener en Europa una uni贸n estrictamente monetaria, sin la ordenaci贸n pol铆tica, econ贸mica y fiscal que es imprescindible.
Ahora, los seres humanos ya pueden expresarse libremente, ya saben lo que sucede, ya la mujer, piedra angular de la nueva era que se avecina, ocupa un papel importante, no mim茅tico, en la toma de decisiones. Pero los clamores populares requieren catalizadores, promotores, que encaucen, promuevan y den seguimiento a la voz de la gente. Entonces habr谩 “democracia aut茅ntica”, entonces habr谩 una clara distinci贸n entre lo urgente, lo importante y lo secundario.
El tiempo de la sumisi贸n y de la indiferencia ha terminado. Delito de silencio.
Federico Mayor Zaragoza
Catedr谩tico de Farmacia, ex director de la UNESCO
El gran consorcio internacional comete un delito de esta magnitud que puede afectar a la habitabilidad de la Tierra… y no se elevan las protestas de millones y millones de ciudadanos de todo el mundo que piensan en el legado que tienen la obligaci贸n de dejar a sus hijos para que puedan vivir una vida digna en la Tierra.
Ahora, en un momento en que ya podemos expresarnos libremente, y alzar la voz y el grito, ante la acci贸n consciente –lo que es incre铆ble– de una gran empresa alemana, la Volkswagen, que contamina en lugar de procurar reducir los efectos de la combusti贸n, poniendo un software trucado en los motores de los autom贸viles que produce… silencio.
La Uni贸n Europea, en lugar de castigar como se merece esta vileza, cierra filas con Alemania sin que se alce la voz indignada de los ciudadanos europeos.
Ante los horrendos desmanes del llamado “Estado Isl谩mico”, y la descoordinada acci贸n frente al fanatismo extremo, debido a la ausencia de un multilateralismo democr谩tico y eficaz, que el neoliberalismo sustituy贸 por grupos plutocr谩ticos (G-7, G-8, G-20) totalmente ineficientes… silencio.
Ante el horrendo sufrimiento de los emigrantes y refugiados… silencio.
Ante las pol铆ticas neoliberales que incrementan las brechas sociales… silencio.
Ante la injerencia de instituciones econ贸micas en los dominios educativos y conceptuales… silencio.
Ante la subordinaci贸n de la justicia social a los mercados… silencio.
“No debemos mantenernos ajenos a los grandes problemas de nuestro tiempo”, dec铆a el pasado 30 de septiembre la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Aut贸noma de Madrid, Profesora Yolanda Valdeolivas, en la lecci贸n inaugural de curso, en memoria y homenaje al profesor Francisco Tom谩s y Valiente, asesinado por ETA pronto har谩 20 a帽os. “La universidad debe reflejar fielmente a la sociedad. No debemos conformarnos con esperar acontecimientos, porque forma parte esencial de nuestra responsabilidad inspirarlos, originarlos o evitarlos. El proceder universitario debe ser libre, cr铆tico y creativo”.
S铆: no podemos seguir callados. No podemos seguir siendo impasibles espectadores de lo que acontece, porque nos convertir铆amos en c贸mplices. Las comunidades cient铆fica, acad茅mica, docente, art铆stica, intelectual y creativa, en suma, debe situarse en la vanguardia de la movilizaci贸n popular. Es preciso que act煤e ahora, con gran apremio, para asegurar que no se alcanzan puntos de no retorno en la habitabilidad de la Tierra y en las condiciones de vida de los ciudadanos.
Ni un d铆a m谩s sometidos a los mercaderes, ni un d铆a m谩s aceptando la gobernanza de grupos plutocr谩ticos, ni un d铆a m谩s indiferentes ante el genocidio cotidiano de miles de personas, la mayor铆a de ellas ni帽os y ni帽as, al tiempo que se invierten m谩s de 3.000 millones de d贸lares en armas y gastos militares. Ni un d铆a m谩s aceptando mantener en Europa una uni贸n estrictamente monetaria, sin la ordenaci贸n pol铆tica, econ贸mica y fiscal que es imprescindible.
Ahora, los seres humanos ya pueden expresarse libremente, ya saben lo que sucede, ya la mujer, piedra angular de la nueva era que se avecina, ocupa un papel importante, no mim茅tico, en la toma de decisiones. Pero los clamores populares requieren catalizadores, promotores, que encaucen, promuevan y den seguimiento a la voz de la gente. Entonces habr谩 “democracia aut茅ntica”, entonces habr谩 una clara distinci贸n entre lo urgente, lo importante y lo secundario.
El tiempo de la sumisi贸n y de la indiferencia ha terminado. Delito de silencio.
Federico Mayor Zaragoza
Catedr谩tico de Farmacia, ex director de la UNESCO