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10 cosas que todo Brasil necesita saber

OPINI脫N de Igo Fuser.- Es preciso avisar a tod@s l@s brasile帽@s, informar de una manera muy clara y objetiva para que, incluso las cataratas del R铆o San Francisco, se enteren que:
Foto: Lula Marques

1. El pedido de destituci贸n de la presidenta Dilma Rousseff no tiene nada que ver con la operaci贸n Lava Jato, ni con ninguna otra iniciativa de combate a la corrupci贸n. Dilma no es acusada de robar centavo alguno. El pretexto utilizado por los pol铆ticos de oposici贸n para tratar de desplazarla del gobierno, es el llamado "maquillaje fiscal", es un procedimiento de gesti贸n del presupuesto p煤blico de rutina en todos los niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y fue adoptado en los mandatos de Fernando Henrique Cardoso y Lula sin ning煤n problema. Ella, simplemente, puso dinero de la Caixa Econ么mica Federal en programas sociales, para poder cerrar las cuentas y, al a帽o siguiente, devolvi贸 el dinero a la Caixa. No obtuvo ning煤n beneficio personal y ni sus peores enemigos logran acusarla de alg煤n acto de corrupci贸n.

2. Justamente por eso el pedido de destituci贸n es un golpe, ya que la presidenta s贸lo puede ser separada si se demuestra que ha cometido un crimen -y ese crimen no ocurri贸, tanto que, hasta ahora, el nombre de Dilma ha quedado fuera de todas las investigaciones de corrupci贸n, pues no existe, contra ella, ni la misma la m谩s m铆nima sospecha.

3. Al contrario de la presidente Dilma, los pol铆ticos que piden la destituci贸n est谩n m谩s sucios que un palo de gallinero. Eduardo Cunha (PMDB-RJ), quien como presidente de la C谩mara es responsable del proceso de destituci贸n, recibi贸 m谩s de R $ 52 millones tan solo de la corrupci贸n en la Petrobras y es propietario de dep贸sitos millonarios en cuentas secretas en Suiza y en otros para铆sos fiscales. En la comisi贸n de diputados que analizar谩 el pedido de destituci贸n, con 65 integrantes, 37 (¡m谩s de la mitad!) est谩n en la mira de la Justicia, investigados por corrupci贸n. Si ellos logran deponer a la presidenta, esperan recibir, a cambio, la impunidad por las estafas cometidas.

4. Quien lidera la campa帽a por la destituci贸n es el PSDB, partido opositor derrotado en las elecciones presidenciales de 2014. Su candidato, Aecio Neves, pretende alcanzar en el escritorio el resultado pol铆tico que no fue capaz de obtener en las urnas, irrespetando el voto de 54.499.901 brasile帽os y brasile帽as que votaron por Dilma (3,4% m谩s que los votantes de Aecio en la segunda ronda).

5. Si se consuma el golpe, la oposici贸n aplicar谩 todas las propuestas elitistas y autoritarias que Aecio planeaba implementar si hubiese ganado la elecci贸n. El presidente golpista, con toda seguridad, cambiar谩 la legislaci贸n laboral, en detrimento de los asalariados; revocar谩 la pol铆tica de valoraci贸n del salario m铆nimo; implementar谩 la terciarizaci贸n de la mano de obra sin restricciones; entregar谩 las reservas de petr贸leo del pr茅-sal a las corporaciones transnacionales (como defiende el senador Jos茅 Serra); privatizar谩 el Banco do Brasil y la Caixa Econ么mica Federal; introducir谩 la educaci贸n pagada en las universidades federales, como un primer paso hacia su privatizaci贸n; reprimir谩 los movimientos sociales y a la libertad de expresi贸n en Internet; expulsar谩 a los cubanos que trabajan en el Programa M谩s M茅dicos; dar谩 luz verde al agronegocio para apropiarse de las tierras ind铆genas; eliminar谩 la pol铆tica exterior independiente, degradando el Brasil al papel de sirviente de Estados Unidos. Es eso, mucho m谩s que el mandato de la presidenta Dilma o el futuro pol铆tico de Lula, lo que est谩 en juego en la batalla del juicio pol铆tico.

6. Es un enga帽o suponer que la econom铆a mejorar谩 despu茅s de un eventual cambio en la presidencia de la Rep煤blica. Todos los factores que llevaron al pa铆s a la crisis actual continuar谩n presentes, con varios agravantes. La inestabilidad pol铆tica ser谩 la regla. Los l铆deres de la actual campa帽a golpista pasar谩n a luchar cuerpo a cuerpo por el poder como pira帽as alrededor de un trozo de carne. Y Dilma ser谩 reemplazada por un sujeto d茅bil, Michel Temer, m谩s interesados en asegurar su futuro (sin duda una silla en el Tribunal Supremo Federal) y protegerse de las acusaciones de corrupci贸n antes que gobernar efectivamente. La inflaci贸n seguir谩 aumentando, y el desempleo tambi茅n.

7. En el plano pol铆tico, Brasil se sumergi贸 en un per铆odo ca贸tico, de fuerte inestabilidad. El derrocamiento de una presidenta electa, sacramentada por el voto, llevar谩 al pa铆s a que, por primera vez desde el fin del r茅gimen militar, al frente del Ejecutivo estar谩 un mandatario ileg铆timo, rechazado por una gran parte de la sociedad.

8. El conflicto dar谩 la t贸nica de la vida social. Las tendencias fascistas, ensa帽adas con el golpe, se van a sentir liberadas para poner en pr谩ctica sus impulsos violentos, expresados simb贸licamente, en las im谩genes de mu帽ecos colgados mostrando la gorra del MST o la estrella del PT y, de una forma m谩s concreta, en las invasiones y ataques contra sindicatos y partidos pol铆ticos, en los ataques salvajes a personas cuyo 煤nico delito es vestir una camisa de color rojo. El l铆der de esta corriente de extrema derecha, el diputado Jair Bolsonaro, ya defendi贸 abiertamente, en una de las manifestaciones a favor del juicio pol铆tico, que cada hacendado cargue consigo un rifle para matar militantes del MST.

9. Los sindicatos y los movimientos sociales no se quedar谩n con los brazos cruzados ante la truculencia de la derecha y la ofensiva gobiernista y patronal contra los derechos sociales conquistados durante las 煤ltimas dos d茅cadas. Va a resistir por todos los medios - huelgas, ocupaciones de tierras, bloqueos de carreteras, toma de edificios, y mucho m谩s. Brasil se tornar谩 un pa铆s desgarrado, por culpa de irresponsabilidad y de la ambici贸n desmedida de media docena de pol铆ticos incapaces de llegar al poder por el voto popular. Eso es lo que nos espera si el golpe contra el presidente Dilma se consuma.

10. Pero eso no suceder谩. La movilizaci贸n de la ciudadan铆a en defensa de la legalidad y de la democracia est谩 creciendo, con la adhesi贸n de m谩s y m谩s personas y movimientos, independientemente de su afiliaci贸n pol铆tica, creencias religiosas y de si apoyan o no la pol铆tica oficial. La opini贸n de cada uno de nosotros sobre el PT o el gobierno Dilma ya no es lo que importa. Est谩n en juego la democracia, el respeto al resultado de las urnas y la norma constitucional que proh铆be la aplicaci贸n de un juicio pol铆tico sin la existencia de un delito que justifique esta medida extrema. M谩s y m谩s brasile帽os est谩n percibiendo esto y saliendo a las calles contra los golpistas. Este 31 de marzo, la resistencia democr谩tica trabar谩 una batalla decisiva.

Es esencial la participaci贸n de todos, en cada rinc贸n de Brasil. Todos precisamos salir a las calles, en defensa de la legalidad, de la Constituci贸n y de los derechos sociales. ¡Todos juntos! ¡El fascismo no pasar谩! ¡No va haber golpe! (Traducci贸n ALAI)


* Igor Fuser es profesor de relaciones internacionales en la Universidad Federal de ABC (UFABC).


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