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Colombia. La hora de la real politik

OPINI脫N de 脕lvaro Cuadra.- El resultado del plebiscito en Colombia nos lleva a considerar el hecho concreto de que una mayor铆a, relativa, circunstancial, pero leg铆tima, ha rechazado el Acuerdo de Paz firmado por el presidente Juan Manuel Santos y las FARC. Se impone, por lo tanto, un examen de las actuales circunstancias para rescatar el llamado proceso de Paz.




Como en toda circunstancia hist贸rica y pol铆tica, la situaci贸n colombiana reconoce ciertas condicionantes que caracterizan el actual momento de crisis e incertidumbre. Tales factores condicionantes se pueden resumir en tres grandes t贸picos: Primero, se trata de un problema que requiere una soluci贸n urgente. Segundo, por sus implicancias pol铆ticas, econ贸micas y jur铆dicas, no solo es un problema muy complejo sino que de muy escaso margen de maniobra para todos los actores. Tercero, se trata de un problema que ha dejado de ser dom茅stico o nacional para convertirse en un asunto global.

Es claro que el triunfo del rechazo al Acuerdo ha sumido a Colombia en una crisis de proporciones cuya expresi贸n 煤ltima es la incertidumbre. Nadie sabe con claridad c贸mo salir de este embrollo, aunque todos intuyen la urgencia del problema. En efecto, cuanto m谩s se prolongue el actual estado de cosas, tanto m谩s aumenta el riesgo que desmejore la situaci贸n. Los riesgos son de variada 铆ndole y van desde la irrupci贸n de la violencia a una creciente crisis econ贸mica, pasando por un desprestigio del pa铆s en el seno de la comunidad internacional.

La complejidad del problema generado por el rechazo a un Acuerdo firmado por el presidente de la Rep煤blica y el Secretariado de las FARC nace del documento mismo. El triunfo de los opositores, encabezados por 脕lvaro Uribe, les obliga a participar de un proceso que ha sido creado y llevado adelante por el gobierno de Santos. Entrar en este juego les subordina a una estrategia cuya factura, en rigor, no les es propia. El uribismo se encuentra, le guste o no, ante una edificio ya construido frente al cual solo cabe introducir, si es posible, algunos retoques, asumiendo la responsabilidad hist贸rica y pol铆tica del resultado final. Por 煤ltimo, para los opositores, el costo pol铆tico de desahuciar el Acuerdo hace inviable esa opci贸n.

Para las FARC, el problema planteado no es de f谩cil resoluci贸n. Existe un Acuerdo que es, al mismo tiempo, jur铆dico y pol铆tico, en el que se han demarcado los l铆mites y expectativas de una Paz posible. No resulta veros铆mil que esta fuerza pol铆tico militar est茅 bien dispuesta a ceder ante grandes exigencias de la extrema derecha. El 煤nico camino que se avizora es la negociaci贸n de cuestiones formales o modificaciones menores al documento que ya existe.

El gobierno de Santos, tampoco lo tiene f谩cil. Existe un compromiso t谩cito del estado colombiano reconocido por la comunidad internacional. Un compromiso que ha sido rechazado por una mayor铆a de ciudadanos. La cuesti贸n es si acaso es posible disociar el Acuerdo del proceso de paz que todos dicen anhelar. El problema lejos de ser filos贸fico posee ya una fecha de caducidad y tiene como tel贸n de fondo un retorno a la violencia y la guerra. El margen de maniobra del gobierno es muy estrecho, pues obligado a negociar con el uribismo debe volver a la mesa con las FARC, presionado al mismo tiempo por una impaciente comunidad internacional.

Por 煤ltimo, no podemos dejar de considerar que el Affaire Colombia est谩 en la agenda global desde hace mucho. Es m谩s, no es exagerado sostener que el Acuerdo de Paz firmado en Cartagena de Indias forma parte de la pol铆tica del Departamento de Estado para la regi贸n, tanto como el deshielo diplom谩tico con Cuba. Esto tiene implicancias tan concretas como el congelamiento de fondos para financiar el proceso de Paz y la evaluaci贸n negativa del riesgo pa铆s. En pocas palabras, la actual incertidumbre de la situaci贸n colombiana compromete no solo al gobierno o los actores pol铆ticos sino a todo el pa铆s.

Sea cual fuere la f贸rmula elegida para salir de esta crisis, lo cierto es que el camino es muy estrecho y los plazos muy breves. Hay momentos en la historia de las naciones en que se impone la “Real Politik”; esto es, el pragmatismo por sobre el fanatismo ideol贸gico. Morigerar las expectativas para buscar lo posible y realista por sobre los ideales ut贸picos. En pocas palabras, buscar la Paz en Colombia, tal y cual ella es y no reclamar una Paz a un pa铆s como debiera ser.

脕lvaro Cuadra es Doctor de la Universit茅 Paris-Sorbonne. Paris. France

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