OPINI脫N de Esther Vivas.- Vuelven los incendios en verano, y m谩s all谩 de la p茅rdida de bienes naturales, la administraci贸n p煤blica tiene que gastar ingentes cantidades de dinero en apagarlos. Sin embargo, hay una manera m谩s econ贸mica para reducirlos: los pastores y sus reba帽os de cabras y ovejas.
Una de las funciones del pastoreo es precisamente cuidar el territorio. Pastar permite mantener el sotobosque y disminuir el peligro de fuego. La Xarxa de Pastors de Catalunya lo ha dicho en reiteradas ocasiones: la mejor estrategia de gesti贸n forestal para salvaguardar los bosques es la silvopastura. De hecho, en la medida en que el pastoreo desaparece, el riesgo de incendios aumenta. La gran contradicci贸n es que la administraci贸n p煤blica acaba destinando a帽o tras a帽o m谩s recursos econ贸micos a la extinci贸n del fuego que a la prevenci贸n mediante la contrataci贸n de pastores y reba帽os.
En Catalunya, cada vez tenemos menos pastores. Y el gran problema son las dificultades que enfrentan para poder vivir dignamente de su trabajo, en el marco de una sociedad que da la espalda al mundo rural y estigmatiza a aquellos que viven y trabajan en el campo. Pero a pesar de que tenemos menos explotaciones, tambi茅n hay quien asegura que las vocaciones crecen, pues cada vez m谩s j贸venes sin v铆nculos con la agricultura optan por dedicarse al pastoreo y la ganader铆a. De hecho, la Escola de Pastors, que este a帽o celebra su 10潞 aniversario, hace un trabajo esencial para garantizar el relevo generacional.
El pastor es uno de los oficios m谩s antiguos, y sigue siendo igual de imprescindible hoy que hace miles de a帽os. Hacer de pastor, como hacer de campesino, m谩s all谩 de ser una actividad econ贸mica y productiva, tiene un valor social y medioambiental muy importante. Los pastores y las pastoras mantienen el equilibrio con la naturaleza, cuidan los reba帽os, producen alimentos, se encargan de limpiar fincas y t茅rminos municipales y abren a menudo las explotaciones para que se conozca su trabajo. Ya va siendo hora de que empecemos a valorar y visibilizar la labor que hacen. ¿Qu茅 ser铆a de nosotros y del territorio sin ellos?
Una de las funciones del pastoreo es precisamente cuidar el territorio. Pastar permite mantener el sotobosque y disminuir el peligro de fuego. La Xarxa de Pastors de Catalunya lo ha dicho en reiteradas ocasiones: la mejor estrategia de gesti贸n forestal para salvaguardar los bosques es la silvopastura. De hecho, en la medida en que el pastoreo desaparece, el riesgo de incendios aumenta. La gran contradicci贸n es que la administraci贸n p煤blica acaba destinando a帽o tras a帽o m谩s recursos econ贸micos a la extinci贸n del fuego que a la prevenci贸n mediante la contrataci贸n de pastores y reba帽os.
En Catalunya, cada vez tenemos menos pastores. Y el gran problema son las dificultades que enfrentan para poder vivir dignamente de su trabajo, en el marco de una sociedad que da la espalda al mundo rural y estigmatiza a aquellos que viven y trabajan en el campo. Pero a pesar de que tenemos menos explotaciones, tambi茅n hay quien asegura que las vocaciones crecen, pues cada vez m谩s j贸venes sin v铆nculos con la agricultura optan por dedicarse al pastoreo y la ganader铆a. De hecho, la Escola de Pastors, que este a帽o celebra su 10潞 aniversario, hace un trabajo esencial para garantizar el relevo generacional.
El pastor es uno de los oficios m谩s antiguos, y sigue siendo igual de imprescindible hoy que hace miles de a帽os. Hacer de pastor, como hacer de campesino, m谩s all谩 de ser una actividad econ贸mica y productiva, tiene un valor social y medioambiental muy importante. Los pastores y las pastoras mantienen el equilibrio con la naturaleza, cuidan los reba帽os, producen alimentos, se encargan de limpiar fincas y t茅rminos municipales y abren a menudo las explotaciones para que se conozca su trabajo. Ya va siendo hora de que empecemos a valorar y visibilizar la labor que hacen. ¿Qu茅 ser铆a de nosotros y del territorio sin ellos?