C谩diz, 23 jun (EFE).- "Rugulopterix okamurae" se llama la alga invasora que se ha convertido en una pesadilla para el Estrecho de Gibraltar. De origen asi谩tico, su r谩pida reproducci贸n no solo escalda los bosques marinos y malogra las redes de los pescadores, tambi茅n echa a perder un paseo o un ba帽o en playas paradisiacas.
"Est谩 tan extendida que ya no podemos hacer nada aqu铆, slo prevenir para que no se siga extendiendo a otras zonas", dice, en una entrevista con Efe, la doctora Mar铆a Altamirano, presidenta de la Sociedad Espa帽ola de Ficolog铆a y profesora de Bot谩nica y Fisiolog铆a Vegetal de la Universidad de M谩laga.
Bajo el agua "es una tragedia, nada m谩s est谩 ella. Han desaparecido por completo los bosques marinos".
Las especies naturales, con un ritmo lento de crecimiento, no tienen capacidad de competir con una especie "que puede clonarse en cientos en cuesti贸n de semanas", explica.
Pero en el exterior, en la costa, la situaci贸n tambi茅n es penosa para las playas, especialmente de la costa de Ceuta y de Tarifa, donde los arribazones de estas algas se est谩n convirtiendo en un problema que puede espantar al turismo.
Fue en 2016 y en Ceuta cuando y donde saltaron las alarmas por arribazones masivas de una especie de alga en las playas.
Inmediatamente se enviaron muestras al laboratorio y Altamirano determin贸 que se trataba de una especie de alga parda procedente de Jap贸n, China y Corea y que, fuera del Pac铆fico, solo se hab铆a detectado en un lago costero de Francia.
En ninguna de estas regiones la especie ha mostrado un comportamiento invasor como el que ahora muestra en el Estrecho de Gibraltar.
Los cient铆ficos creen que lleg贸 a la zona mucho antes de ser detectada. Ha tenido "una invasi贸n cr铆ptica": prolifer贸 sin llamar la atenci贸n porque "se parece much铆simo a especies nativas".
En una zona de intenso tr谩fico mar铆timo como el Estrecho, con dos grandes puertos como el de Algeciras y T谩nger Med, la suposici贸n es que el alga ha viajado hasta la zona en los mercantes procedentes de Asia.
"El tr谩fico mar铆timo no es el problema, el problema es la falta de control de los vertidos de aguas de lastre de los buques (las que los barcos cargan en un dep贸sito en origen para mantener la flotabilidad)", explica.
Esas aguas cuando llegan al destino "se sueltan sin control" y con ellas "los 'polizones' procedentes del Pac铆fico"
"En Nueva Zelanda solo se permite soltarlas a millas de la costa, y hay fuertes sanciones, incluso c谩rcel, para quien no lo cumple, aqu铆 vemos que las echan dentro de los puertos", a帽ade.
Los cient铆ficos creen que una de las circunstancias por las que la "Rugulopterix okamurae" se ha encontrado "tan a gusto" en estas aguas es porque se trata de un ecosistema "debilitado" en muchos sitios, despu茅s de haber sufrido en los 煤ltimos 25 a帽os cuatro invasiones masivas de algas.
El an谩lisis de estas cuatro invasiones, la primera sucedida en 1965, deja claro que cada vez hay menos intervalo de tiempo entre una y otra y que su voracidad va en aumento.
"En el 2006 en Ceuta comenz贸 la invasi贸n de un alga, que pensamos que no iba a haber nada peor, el alga verde Caulerpa cylindracea. Pero al lado de la "Rugulopterix okamurae" era una "aprendiza", ironiza la cient铆fica.
Cree que las administraciones deber铆an preocuparse m谩s y, por ejemplo, establecer una red de alerta temprana para evitar la propagaci贸n de estas algas, de las que ya se han encontrado muestras en la Bah铆a de C谩diz y Estepona (M谩laga) e incluso en el espacio protegido de las Islas Chafarinas.
Cient铆ficos como ella se ocupan de esta "plaga" sin ayuda econ贸mica, ya que s贸lo cuentan con una beca de investigaci贸n del Instituto de Estudios Ceut铆es, a la espera de la resoluci贸n de dos proyectos de investigaci贸n de financiaci贸n auton贸mica.
El coste de la retirada constante de arribazones de las playas, los da帽os a los pescadores de la zona, que "tienen que tirarse horas limpiando las redes de algas", y los causados por la posible p茅rdida de turistas son algunos de los costes de esta invasi贸n, al margen de los da帽os al ecosistema.