La confirmaci贸n del hito llega como resultado de un compromiso por parte del Gobierno y los salvadore帽os durante cincuenta a帽os, en un pa铆s con alta densidad de poblaci贸n y cuyas caracter铆sticas geogr谩ficas propician la enfermedad.
El director general de la Organizaci贸n, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, se sumaba a la celebraci贸n al declarar que “la malaria ha afectado a la humanidad durante milenios, pero pa铆ses como El Salvador son una prueba fehaciente e inspiraci贸n para todos los pa铆ses que nos atrevemos a so帽ar con un futuro libre de malaria”.
El pa铆s centroamericano ha logrado disminuir la enfermedad de forma sostenida durante los 煤ltimos treinta a帽os, con la excepci贸n de un brote en 1996, con una continua disminuci贸n de casos que van de 9000 en 1990 a 26 en 2010. Desde el a帽o 2017, El Salvador no ha notificado ning煤n caso aut贸ctono de la enfermedad.
Durante los 煤ltimos a帽os, Paraguay en 2018 y Argentina en 2019 lograron la misma certificaci贸n que hoy obtuvo El Salvador. Entre 1962 y 1973 siete pa铆ses de la regi贸n obtuvieron este reconocimiento que tambi茅n han alcanzado treinta y ocho pa铆ses y territorios a nivel mundial.
Breve historia de la malaria en El Salvador
La batalla contra la enfermedad en El Salvador se inici贸 en los a帽os cuarenta del pasado siglo mediante el control del vector de la malaria, los mosquitos, con la construcci贸n de los primeros drenajes permanentes en los pantanos, seguido por el rociamiento de interiores con el plaguicida DDT.
A mediados de los a帽os cincuenta, la naci贸n centroamericana impuls贸 una Campa帽a Nacional Antipal煤dica y reclut贸 a una red de agentes comunitarios de salud para la detecci贸n y el tratamiento de la malaria en todo el pa铆s.
Las tareas de estos voluntarios, conocidos como “Col Vol”, consist铆a en registrar los casos y las intervenciones contra la malaria. Los datos que se introdujeron introducidos en los sistemas de informaci贸n de salud facilitaron respuestas estrat茅gicas y localizadas en todo el pa铆s.
A finales de los a帽os sesenta se ralentizaron los avances debido a que los mosquitos desarrollaron resistencia al DDT y tambi茅n se atribuy贸 un aumento de los casos a la expansi贸n de la industria algodonera.
A lo largo de los a帽os setenta aument贸 el n煤mero de trabajadores migrantes en las haciendas de algod贸n en las zonas costeras cerca de criaderos de mosquitos y se interrumpi贸 el uso de DDT.
El punto 谩lgido de la enfermedad se alcanz贸 en 1980 con 96.000 casos.
Gracias al apoyo de la Organizaci贸n Panamericana de la Salud, los Centros para el Control y la Prevenci贸n de Enfermedades de Estados Unidos y la Agencia para el Desarrollo Internacional estadounidense, El Salvador reorient贸 con 茅xito su campa帽a contra el paludismo, lo que llev贸 a una mejor asignaci贸n de los recursos y las intervenciones en funci贸n de la distribuci贸n geogr谩fica de los casos.
En 1987, el Gobierno descentraliz贸 su red de laboratorios de an谩lisis cl铆nicos permitiendo una mayor rapidez en la detecci贸n y el tratamiento de los casos. Este conjunto de factores, sumados al fracaso de la industria algodonera, llevaron a una disminuci贸n r谩pida de casos en los a帽os ochenta.
El 煤ltimo eslab贸n de la cadena se produjo en 2009 mediante una reforma sanitaria que incluy贸 importantes mejoras en el presupuesto, en la cobertura de la atenci贸n primaria de salud y en el mantenimiento del programa de control de vectores como l铆der t茅cnico en las intervenciones contra la malaria, contribuyendo al 茅xito de la eliminaci贸n de la enfermedad en El Salvador.

Liderazgo y financiamiento continuo
El Gobierno de El salvador reconoci贸 desde un inicio la necesidad de contar con un financiamiento nacional suficiente y sostenido como herramienta crucial para lograr y mantener sus metas en materia de salud, entre ellas la lucha contra la malaria.
Aunque la 煤ltima muerte por malaria se notific贸 el a帽o 1984, la naci贸n centroamericana ha seguido manteniendo la inversi贸n nacional contra la enfermedad.
El Salvador continuaba contando el a帽o pasado con 276 miembros del personal de control de vectores, 247 laboratorios, personal m茅dico y de enfermer铆a involucrado en la detecci贸n de casos, epidemi贸logos, equipos y personal de gesti贸n y m谩s de 3000 agentes comunitarios de salud.
Como parte del compromiso salvadore帽o de mantener a cero las tasas de casos, el pa铆s centroamericano sigue manteniendo el presupuesto nacional destinado a la lucha contra la malaria y lo preservar谩 a lo largo de la pandemia de COVID-19.

La lucha contin煤a en la regi贸n
La malaria se contagia por la picadura de mosquitos Anofeles infectados y todav铆a representa una de las principales causas de muerte en el mundo, con m谩s de 200 millones de casos y 400.000 muertes notificadas cada a帽o. Aproximadamente dos terceras partes de estas muertes son de menores de 5 a帽os.
Durante el a帽o 2019 se confirmaron 723.000 casos de malaria en la regi贸n, un pronunciado descenso respecto a los cerca de 1,2 millones registrados el a帽o 2000. El n煤mero total de fallecimientos en el mismo periodo disminuy贸 un 52% pasando de 410 a 197.
La regi贸n ha experimentado un aumento de 66% en los casos desde el a帽o 2015 debido a una mayor transmisi贸n de la enfermedad en algunos pa铆ses
Pese a este aumento, en 2020, Belice cumpli贸 dos a帽os sin transmisi贸n aut贸ctona de la malaria y, a finales del mismo a帽o, diez pa铆ses y territorios informaron menos casos que en 2019.
Iniciativas mundiales y regionales contra la enfermedad
El Salvador forma parte de la iniciativa mundial E-2020 de la OMS, un grupo de 21 pa铆ses a los que se identific贸 en 2016 por su potencial para poder eliminar la malaria a finales de 2020.
La Organizaci贸n Panamericana de la Salud ha proporcionado apoyo t茅cnico a lo largo de toda la campa帽a contra la malaria en El Salvador, desde el control hasta la eliminaci贸n y la prevenci贸n del restablecimiento de la enfermedad.
El 茅xito logrado por la naci贸n centroamericana representa una destacada contribuci贸n a la Iniciativa de Eliminaci贸n de la OPS, un esfuerzo colaborativo entre los gobiernos, la sociedad civil, la comunidad acad茅mica, el sector privado y las comunidades para eliminar m谩s de 30 enfermedades transmisibles y otros padecimientos relacionados en la regi贸n de las Am茅ricas, entre ellos la malaria, para el a帽o 2030.