OPINI脫N de Sergio Ortiz
Patricia lleva esos tres apellidos olig谩rquicos. Pocos a帽os fue militante popular y luego volvi贸 a su ADN seudo patricio. Esta semana minti贸 a lo loco, como si estuviera bebiendo del pico de diez botellas, con perd贸n de los borrachos.

En la primera mentira estuvo acompa帽ada por el PRO que ella preside, todo un s铆mbolo de lo bajo que ella pod铆a caer y de un partido que la recib铆a sin pedirle an谩lisis de alcohol en sangre. Fogone贸 las clases presenciales, pese al riesgo de mayores contagios y muertes en el segundo pico de la pandemia.
No fue una responsabilidad criminal personal. El partido macrista y su cara menos mala aunque con muchos visos del Guas贸n, el alcalde Rodr铆guez Larreta, tambi茅n resisti贸 el decreto presidencial de restricciones hasta el 30 de mayo. La ex montonera y el ex funcionario de la Seguridad Social de Menem se pusieron firmes en aquella postura porque ten铆an el respaldo de cuatro miembros de la Corte Suprema.
La realidad sigui贸 demoliendo prejuicios e ignorancias. Hospitales colapsados en CABA, provincia de Buenos Aires, C贸rdoba, Rosario, Neuqu茅n y muchas otras ciudades eran un alarido en contra de mantener todo abierto, incluidas las escuelas.
Los partes diarios, por caso el de ayer, con 39.207 nuevos enfermos y 560 fallecidos, fueron golpes demoledores a aquel espectro derechista con centro en el PRO-Juntos por el Cambio pero con presencia lateral del PJ. S贸lo un p茅simo pol铆tico, de los peores, no tomar铆a medidas de restricci贸n cuando se superan 3.7 millones de contagios y rozan 77.000 muertos por COVID-19.
El Guas贸n pareci贸 no darse por enterado, porque el viernes 28 anunci贸 que en CABA volver谩n las clases presenciales en primaria y secundaria, salvo los tres 煤ltimos a帽os de 茅sta. Aunque son adversarios en la interna macrista y Patricia estaba ocupada llevando su solidaridad al polic铆a Luis Chocobar, tambi茅n acord贸 con volver a clases. Que en Capital hubieran muerto 16 docentes y personal de escuelas es para ella un tema menor. Lo m谩s importante es pegar contra el gobierno nacional y preparar las condiciones para una buena campa帽a electoral que la devuelva al Congreso.
Su socio-adversario tambi茅n est谩 en ese juego, por la candidatura presidencial para 2023. Si la derecha de la regi贸n volvi贸 al gobierno con Bolsonaro, Pi帽era, Lacalle Pou, Lasso y Abdo Ben铆tez, ¿por qu茅 茅l no?
Es importante conocer que el PRO miente sobre la pandemia. Tambi茅n es bueno, aunque doloroso, saber que Alberto Fern谩ndez y Axel Kicillof no tienen un verdadero plan de lucha contra el coronavirus. Hoy se esfuerzan por jurar y ratificar que no piensan seguir con las restricciones. Aunque no lo digan, est谩n a la defensiva frente a las acusaciones de “infectadura” que les lanz贸 en 2020 la que se disfraza de cowboy los 4 de julio en la embajada. Ella no es gaucha los 9 de julio; es vaquera 5 d铆as antes en la embassy.
DIVISI脫N PFIZER
La pandemia concentra muchas pol茅micas. La otra gran mentira de Bullrich fue que el exministro de Salud Gin茅s Gonz谩lez Garc铆a hab铆a pedido “retornos”, l茅ase coimas, al laboratorio estadounidense Pfizer. Adem谩s, asegur贸 que GGG habr铆a exigido que entrara en el convenio Hugo Sigman, due帽o del grupo Insud y que entre varias ramas de inversi贸n tiene a la farmac茅utica.
Seg煤n la mentirosa serial, esas exigencias ilegales habr铆an sido el motivo de la negativa de Pfizer a proveernos vacunas. La versi贸n le ca铆a como anillo al dedo: escrachaba como corrupto al gobierno y lo cuestionaba por privarnos de una vacuna que para ellos, adoratrices de USA, es la mejor. La Sputnik y la Sinopharm ser铆an poco menos que basura…
Aquellas imputaciones fueron hechas en el programa de su amigo Luis Majul, en el canal de los amigos de La Naci贸n+, donde nadie le pidi贸 pruebas.
Al d铆a siguiente el laboratorio emiti贸 un comunicado asegurando que nadie le solicit贸 coimas y que por sus normas no acepta ning煤n intermediario en sus contratos. Fuera de Mauricio Macri, avalista de su escudera, una de las escasas voces que defendi贸 a la inh谩bil declarante fue Joaqu铆n Morales Sol谩, en su columna de La Naci贸n. No fue casual. Al ex joven periodista amigo del genocida Domingo Bussi lo unen con Bullrich el odio sin freno contra el kirchnerismo, el amor a la embajada estadounidense y sus laboratorios, y los conchavos para La Naci贸n, alias Gaceta Ganadera, como medio gr谩fico, y en TN.
Ante la desmentida de Pfizer, la denunciante quiso zafar diciendo que no hab铆a hablado de coimas sino de Sigman como intermediario. En verdad dijo ambas cosas y tuvo una respuesta doble. Por una parte el presidente anunci贸 que la querellar铆a. Su abogado Gregorio Dalb贸n ma帽ana presentar铆a la denuncia y adelant贸 que el resarcimiento econ贸mico ser谩 donado al Instituto Malbr谩n.
Por la otra, el exministro afectado intim贸 a PB para que en 48 horas se rectifique, advirtiendo que en caso contrario la demandar谩 en Tribunales.
En un pa铆s normal, sopesando los elementos de una y otra parte, un tribunal condenar铆a a la calumniadora y dar铆a la raz贸n a sus v铆ctimas. Pero vivimos en Argentina y no se sabe qu茅 puede resolver la justicia, con el desvar铆o ya comentado de cuatro supremos que apoyaron a Rodr铆guez Larreta contra el anterior DNU, en cuanto a las clases presenciales. Dijeron que no estaba acreditado el riesgo epidemiol贸gico, cuando la segunda ola ya nos llevaba puestos.
La justicia nostra suele ser injusta; lleva la banda ca铆da para ver bien las caras y billeteras de los encausados, en vez de analizar las pruebas. Ser铆a bueno que la Bullrich Luro Pueyrred贸n tuviera que pagar una suma millonaria y adem谩s hacer trabajo comunitario, por ejemplo con el “Proyecto Artigas” de Juan Grabois, deportado por los fascistas que desangran a Colombia.
GGG dijo que Pfizer quer铆a ac谩 una nueva ley para evadir sus posibles negligencias y requer铆a como cauci贸n bienes del Estado. Como ministro tuvo algunas metidas de pata, pero en esto dijo la verdad. A la otra le canta R谩faga: “Mentirosa, mentirosa; No vuelvas m谩s, nunca m谩s”.
CIERTO DESPERTAR K
La tercera intervenci贸n de Bullrich fue ir a Comodoro Py a apoyar al expolic铆a bonaerense Chocobar, quien recibi贸 una lev铆sima pena de dos a帽os de prisi贸n pese a haber matado por la espalda a un joven ladr贸n que hu铆a tras asaltar y herir a un turista. La v铆ctima corr铆a y no supon铆a ning煤n riesgo para el efectivo, quien le dispar贸 7 tiros en una calle muy transitada, con los peligros que supuso.
Gobernaba Macri, Bullrich era la ministra de Seguridad y crec铆a el “gatillo f谩cil”, rebautizado “doctrina Chocobar” luego que el asesino fuera recibido como un h茅roe en el despacho presidencial.
Eso era coherente en la gobernanza que reprimi贸 con Gendarmer铆a y forz贸 la desaparici贸n de Santiago Maldonado en Chubut, que con prefectos asesin贸 por la espalda al joven Rafael Nahuel en R铆o Negro, que reprimi贸 la protesta contra el ajuste a los jubilados en el Congreso, etc.
M谩s all谩 del hecho puntual de la lev铆sima pena a Chocobar, que por eso no ir谩 preso por ser su condena inferior a los 3 a帽os, este caso muestra otro costado de la cuestionada justicia.
Ahora no funciona la “Mesa Judicial” macrista y “Pep铆n” Rodr铆guez Sim贸n no ordena causas contra exfuncionarios kirchneristas sino que est谩 resistiendo su extradici贸n desde Uruguay, pero Comodoro Py, la justicia federal, sigue siendo un inodoro, con honrosas excepciones.
Se apag贸 la llama d茅bil y garantista de Justicia Leg铆tima. Duele la jubilaci贸n de Ra煤l Zaffaroni, la renuncia forzada de la Procuradora Gils Carb贸, las bajas de Eduardo Freiler, Carlos Rozanski y otros buenos jueces.
Si ese era un Poder Judicial Injusto, las cosas se pusieron a煤n peores luego de los cambios forzados por el macrismo con el aterrizaje de dos nuevos cortesanos, Rosenkrantz y Rosatti.
Y en este tema se nota una conciliaci贸n extrema, que roza la claudicaci贸n, del presidente Alberto Fern谩ndez, quien el 1 de marzo de 2020 prometi贸 una reforma judicial. Luego la redujo a su m铆nima expresi贸n, al punto que la vicepresidenta CFK aclar贸 en el Senado que no se trataba de un verdadero cambio. Y esa media sanci贸n duerme una siesta santiague帽a en Diputados, sin tratamiento, con pastillas para dormir suministradas por Sergio Massa y M谩ximo Kirchner.
Las animaladas de Chocobar, pero sobre todo las de Bullrich, Macri y Rodr铆guez Larreta, los lobbies delictivos de Pfizer, los incumplimientos de AstraZeneca, el pr茅stamo fraudulento del FMI, los aumentos indebidos de precios por los monopolios, los presos pol铆ticos como Milagro Sala, etc., demandan otra justicia.
El caso Chocobar muestra que no hay nada de eso. Los balazos de ese rati agujerearon a un delincuente, pero tambi茅n la espalda de la democracia.
No est谩 todo perdido. Zaffaroni y otros juristas han pedido el juicio pol铆tico a cuatro cortesanos. Y la diputada Fernanda Vallejos y otros dirigentes K y de centroizquierda y progresistas requirieron al gobierno diez medidas, para que no acepte ajustes ni pagos al FMI y privilegie con esos fondos la asistencia al pueblo en esta crisis. A este drama le faltan varios cap铆tulos y puede terminar bien. Los protagonistas de la batalla decisiva en su mayor铆a no est谩n vacunados o tienen puesta una sola dosis y por eso, entre otras razones, no pueden ganar muy seguido las calles. Y la historia no se ve en Netflix; se decide en la Plaza de Mayo, como en mayo de 1810, o en las calles de C贸rdoba como 52 a帽os atr谩s.
Patricia lleva esos tres apellidos olig谩rquicos. Pocos a帽os fue militante popular y luego volvi贸 a su ADN seudo patricio. Esta semana minti贸 a lo loco, como si estuviera bebiendo del pico de diez botellas, con perd贸n de los borrachos.

En la primera mentira estuvo acompa帽ada por el PRO que ella preside, todo un s铆mbolo de lo bajo que ella pod铆a caer y de un partido que la recib铆a sin pedirle an谩lisis de alcohol en sangre. Fogone贸 las clases presenciales, pese al riesgo de mayores contagios y muertes en el segundo pico de la pandemia.
No fue una responsabilidad criminal personal. El partido macrista y su cara menos mala aunque con muchos visos del Guas贸n, el alcalde Rodr铆guez Larreta, tambi茅n resisti贸 el decreto presidencial de restricciones hasta el 30 de mayo. La ex montonera y el ex funcionario de la Seguridad Social de Menem se pusieron firmes en aquella postura porque ten铆an el respaldo de cuatro miembros de la Corte Suprema.
La realidad sigui贸 demoliendo prejuicios e ignorancias. Hospitales colapsados en CABA, provincia de Buenos Aires, C贸rdoba, Rosario, Neuqu茅n y muchas otras ciudades eran un alarido en contra de mantener todo abierto, incluidas las escuelas.
Los partes diarios, por caso el de ayer, con 39.207 nuevos enfermos y 560 fallecidos, fueron golpes demoledores a aquel espectro derechista con centro en el PRO-Juntos por el Cambio pero con presencia lateral del PJ. S贸lo un p茅simo pol铆tico, de los peores, no tomar铆a medidas de restricci贸n cuando se superan 3.7 millones de contagios y rozan 77.000 muertos por COVID-19.
El Guas贸n pareci贸 no darse por enterado, porque el viernes 28 anunci贸 que en CABA volver谩n las clases presenciales en primaria y secundaria, salvo los tres 煤ltimos a帽os de 茅sta. Aunque son adversarios en la interna macrista y Patricia estaba ocupada llevando su solidaridad al polic铆a Luis Chocobar, tambi茅n acord贸 con volver a clases. Que en Capital hubieran muerto 16 docentes y personal de escuelas es para ella un tema menor. Lo m谩s importante es pegar contra el gobierno nacional y preparar las condiciones para una buena campa帽a electoral que la devuelva al Congreso.
Su socio-adversario tambi茅n est谩 en ese juego, por la candidatura presidencial para 2023. Si la derecha de la regi贸n volvi贸 al gobierno con Bolsonaro, Pi帽era, Lacalle Pou, Lasso y Abdo Ben铆tez, ¿por qu茅 茅l no?
Es importante conocer que el PRO miente sobre la pandemia. Tambi茅n es bueno, aunque doloroso, saber que Alberto Fern谩ndez y Axel Kicillof no tienen un verdadero plan de lucha contra el coronavirus. Hoy se esfuerzan por jurar y ratificar que no piensan seguir con las restricciones. Aunque no lo digan, est谩n a la defensiva frente a las acusaciones de “infectadura” que les lanz贸 en 2020 la que se disfraza de cowboy los 4 de julio en la embajada. Ella no es gaucha los 9 de julio; es vaquera 5 d铆as antes en la embassy.
DIVISI脫N PFIZER
La pandemia concentra muchas pol茅micas. La otra gran mentira de Bullrich fue que el exministro de Salud Gin茅s Gonz谩lez Garc铆a hab铆a pedido “retornos”, l茅ase coimas, al laboratorio estadounidense Pfizer. Adem谩s, asegur贸 que GGG habr铆a exigido que entrara en el convenio Hugo Sigman, due帽o del grupo Insud y que entre varias ramas de inversi贸n tiene a la farmac茅utica.
Seg煤n la mentirosa serial, esas exigencias ilegales habr铆an sido el motivo de la negativa de Pfizer a proveernos vacunas. La versi贸n le ca铆a como anillo al dedo: escrachaba como corrupto al gobierno y lo cuestionaba por privarnos de una vacuna que para ellos, adoratrices de USA, es la mejor. La Sputnik y la Sinopharm ser铆an poco menos que basura…
Aquellas imputaciones fueron hechas en el programa de su amigo Luis Majul, en el canal de los amigos de La Naci贸n+, donde nadie le pidi贸 pruebas.
Al d铆a siguiente el laboratorio emiti贸 un comunicado asegurando que nadie le solicit贸 coimas y que por sus normas no acepta ning煤n intermediario en sus contratos. Fuera de Mauricio Macri, avalista de su escudera, una de las escasas voces que defendi贸 a la inh谩bil declarante fue Joaqu铆n Morales Sol谩, en su columna de La Naci贸n. No fue casual. Al ex joven periodista amigo del genocida Domingo Bussi lo unen con Bullrich el odio sin freno contra el kirchnerismo, el amor a la embajada estadounidense y sus laboratorios, y los conchavos para La Naci贸n, alias Gaceta Ganadera, como medio gr谩fico, y en TN.
Ante la desmentida de Pfizer, la denunciante quiso zafar diciendo que no hab铆a hablado de coimas sino de Sigman como intermediario. En verdad dijo ambas cosas y tuvo una respuesta doble. Por una parte el presidente anunci贸 que la querellar铆a. Su abogado Gregorio Dalb贸n ma帽ana presentar铆a la denuncia y adelant贸 que el resarcimiento econ贸mico ser谩 donado al Instituto Malbr谩n.
Por la otra, el exministro afectado intim贸 a PB para que en 48 horas se rectifique, advirtiendo que en caso contrario la demandar谩 en Tribunales.
En un pa铆s normal, sopesando los elementos de una y otra parte, un tribunal condenar铆a a la calumniadora y dar铆a la raz贸n a sus v铆ctimas. Pero vivimos en Argentina y no se sabe qu茅 puede resolver la justicia, con el desvar铆o ya comentado de cuatro supremos que apoyaron a Rodr铆guez Larreta contra el anterior DNU, en cuanto a las clases presenciales. Dijeron que no estaba acreditado el riesgo epidemiol贸gico, cuando la segunda ola ya nos llevaba puestos.
La justicia nostra suele ser injusta; lleva la banda ca铆da para ver bien las caras y billeteras de los encausados, en vez de analizar las pruebas. Ser铆a bueno que la Bullrich Luro Pueyrred贸n tuviera que pagar una suma millonaria y adem谩s hacer trabajo comunitario, por ejemplo con el “Proyecto Artigas” de Juan Grabois, deportado por los fascistas que desangran a Colombia.
GGG dijo que Pfizer quer铆a ac谩 una nueva ley para evadir sus posibles negligencias y requer铆a como cauci贸n bienes del Estado. Como ministro tuvo algunas metidas de pata, pero en esto dijo la verdad. A la otra le canta R谩faga: “Mentirosa, mentirosa; No vuelvas m谩s, nunca m谩s”.
CIERTO DESPERTAR K
La tercera intervenci贸n de Bullrich fue ir a Comodoro Py a apoyar al expolic铆a bonaerense Chocobar, quien recibi贸 una lev铆sima pena de dos a帽os de prisi贸n pese a haber matado por la espalda a un joven ladr贸n que hu铆a tras asaltar y herir a un turista. La v铆ctima corr铆a y no supon铆a ning煤n riesgo para el efectivo, quien le dispar贸 7 tiros en una calle muy transitada, con los peligros que supuso.
Gobernaba Macri, Bullrich era la ministra de Seguridad y crec铆a el “gatillo f谩cil”, rebautizado “doctrina Chocobar” luego que el asesino fuera recibido como un h茅roe en el despacho presidencial.
Eso era coherente en la gobernanza que reprimi贸 con Gendarmer铆a y forz贸 la desaparici贸n de Santiago Maldonado en Chubut, que con prefectos asesin贸 por la espalda al joven Rafael Nahuel en R铆o Negro, que reprimi贸 la protesta contra el ajuste a los jubilados en el Congreso, etc.
M谩s all谩 del hecho puntual de la lev铆sima pena a Chocobar, que por eso no ir谩 preso por ser su condena inferior a los 3 a帽os, este caso muestra otro costado de la cuestionada justicia.
Ahora no funciona la “Mesa Judicial” macrista y “Pep铆n” Rodr铆guez Sim贸n no ordena causas contra exfuncionarios kirchneristas sino que est谩 resistiendo su extradici贸n desde Uruguay, pero Comodoro Py, la justicia federal, sigue siendo un inodoro, con honrosas excepciones.
Se apag贸 la llama d茅bil y garantista de Justicia Leg铆tima. Duele la jubilaci贸n de Ra煤l Zaffaroni, la renuncia forzada de la Procuradora Gils Carb贸, las bajas de Eduardo Freiler, Carlos Rozanski y otros buenos jueces.
Si ese era un Poder Judicial Injusto, las cosas se pusieron a煤n peores luego de los cambios forzados por el macrismo con el aterrizaje de dos nuevos cortesanos, Rosenkrantz y Rosatti.
Y en este tema se nota una conciliaci贸n extrema, que roza la claudicaci贸n, del presidente Alberto Fern谩ndez, quien el 1 de marzo de 2020 prometi贸 una reforma judicial. Luego la redujo a su m铆nima expresi贸n, al punto que la vicepresidenta CFK aclar贸 en el Senado que no se trataba de un verdadero cambio. Y esa media sanci贸n duerme una siesta santiague帽a en Diputados, sin tratamiento, con pastillas para dormir suministradas por Sergio Massa y M谩ximo Kirchner.
Las animaladas de Chocobar, pero sobre todo las de Bullrich, Macri y Rodr铆guez Larreta, los lobbies delictivos de Pfizer, los incumplimientos de AstraZeneca, el pr茅stamo fraudulento del FMI, los aumentos indebidos de precios por los monopolios, los presos pol铆ticos como Milagro Sala, etc., demandan otra justicia.
El caso Chocobar muestra que no hay nada de eso. Los balazos de ese rati agujerearon a un delincuente, pero tambi茅n la espalda de la democracia.
No est谩 todo perdido. Zaffaroni y otros juristas han pedido el juicio pol铆tico a cuatro cortesanos. Y la diputada Fernanda Vallejos y otros dirigentes K y de centroizquierda y progresistas requirieron al gobierno diez medidas, para que no acepte ajustes ni pagos al FMI y privilegie con esos fondos la asistencia al pueblo en esta crisis. A este drama le faltan varios cap铆tulos y puede terminar bien. Los protagonistas de la batalla decisiva en su mayor铆a no est谩n vacunados o tienen puesta una sola dosis y por eso, entre otras razones, no pueden ganar muy seguido las calles. Y la historia no se ve en Netflix; se decide en la Plaza de Mayo, como en mayo de 1810, o en las calles de C贸rdoba como 52 a帽os atr谩s.