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La democracia en peligro

OPINI脫N de Leticia Calder贸n Chelius
La democracia en peligro

 

Hace un a帽o, el 6 de enero, el mundo entero sigui贸 con sorpresa inc贸moda la toma del Capitolio en la ciudad de Washington. Se trat贸 de un evento pol铆tico del cual a煤n no se puede decir cu谩l ser谩 el significado profundo que tendr谩 sobre la democracia ejemplar, la democracia exportable, la democracia como forma de vida que ha abanderado Estados Unidos desde hace m谩s de 200 a帽os. Ese d铆a sin embargo, constituye ya una fecha que marca un antes de un despu茅s porque como lo es el 4 de julio, el 11 de septiembre, ahora el 6 de enero ser谩 un d铆a para honrar a los ca铆dos en su desempe帽o profesional, recordar cada momento, cada sentimiento, cada situaci贸n que las c谩maras captaron. De aquel d铆a lo que m谩s se recuerda es la turba que entr贸 de manera violenta al edificio del Capitolio donde sesionaban los congresistas republicanos y dem贸cratas que discut铆an la acreditaci贸n formal del triunfo del nuevo presidente, Joe Biden. En ese momento todo parec铆a tan confuso porque los que tomaron ese edificio asemejaban m谩s un desfile de gente que celebraba un juego de b茅isbol espont谩neamente, cuando al mismo tiempo se daban miles de llamadas y mensajes en las redes sociales convocando a la acci贸n, las cuales hoy son investigadas como convocatorias a actos criminales por considerarse demasiado bien orquestadas como para ser mera casualidad. El hecho es que a un a帽o de ese acto pol铆tico extremo miles de estadounidenses siguen considerando que la toma del Capitolio fue una acci贸n patri贸tica contra lo que consideran una injusticia contra Donald Trump.

Desde otra perspectiva, en este primer aniversario del atentado a la democracia americana se dio un hecho singular, congresistas de ambos bandos pasaron al podio del propio congreso no para sesionar, sino para reproducir sus impresiones y miedos de aquella experiencia, porque entonces literalmente no entend铆an qu茅 pasaba ni cu谩les podr铆an ser las consecuencias de lo que estaban viviendo y, por tanto, sus temores estaban a flor de piel. Adem谩s, para este 6 de enero las cadenas de televisi贸n no dejaron pasar la oportunidad y muy al estilo americano hicieron coberturas especiales, recrearon escenas, entrevistaron a sinn煤mero de testigos, p煤blico, expertos que analizaron una y otra vez la situaci贸n de ese preciso d铆a. Lo interesante es que para la presidencia de Biden fue una oportunidad para dar un mensaje a la naci贸n replanteando un nuevo escenario a partir de ahora. Biden dio un discurso bastante elevado de tono, donde habl贸 claro y directo contra Trump pero sin mencionarlo ni una sola vez. Lo descalific贸 y habl贸 de su traici贸n a las tradiciones pol铆ticas de su pa铆s, del da帽o profundo a las instituciones democr谩ticas al convocar de una manera manipuladora a la movilizaci贸n literalmente armada. El tono del mensaje y la decisi贸n de hacerlo de esta manera tan directa frente a Trump debe verse en el contexto de un a帽o pol铆ticamente turbulento para Biden, entre otras cosas por que la econom铆a no despunta de acuerdo a la percepci贸n de la ciudadan铆a, la estrategia de vacunaci贸n m谩s all谩 de contar con la producci贸n de la f贸rmula, no logra hacer que la mayor铆a de la poblaci贸n se vacune lo que explica los repuntes ante nuevas variantes, pero tambi茅n se le suma la fallida salida de Afganist谩n, el impacto que est谩 teniendo la pandemia en t茅rminos sociales y la incapacidad de generar un liderazgo que convoque a las mayor铆as. Biden est谩 en los niveles m谩s bajos de su popularidad y el fantasma de las elecciones intermedias este a帽o no pueden permitir ning煤n resquicio para que Trump o su designada, (presumiblemente su hija Ivanka), se fortalezca. 

Lo que vamos a ver a partir de ahora es una estrategia m谩s directa y agresiva desde la presidencia estadounidense porque de eso depende afianzar a sus votantes y por lo menos no perder m谩s, a la vez de tratar de atraer algunos indecisos, porque la idea de ganarse a algunos votantes de derecha resulta pr谩cticamente imposible a estas alturas en que ese pa铆s est谩 dividido en dos partes, 50-50, en el tema que sea. Sobra decir que una situaci贸n as铆 no pone en peligro a ninguna democracia, sino que es parte del juego pol铆tico que hay que dar y que claramente se est谩 buscando recomponer, el punto es cuando un sector, como ocurri贸 con la toma del Capitolio, renuncia a esa v铆a de conciliaci贸n democr谩tica reconociendo en las elecciones la 煤ltima y m谩s elocuente palabra de la ciudadan铆a. Eso es lo que est谩 en el aire en la otrora democracia en Am茅rica, la existencia de algunos grupos extremistas que desconocen toda forma de negociaci贸n y optan por imponerse sobre los poderes p煤blicos.

 

 

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