Comunista
En la narrativa pol铆tica de la derecha, Comunismo pas贸 de ser un proyecto ideol贸gico-pol铆tico-econ贸mico a ser un insulto o la descalificaci贸n de alguien. Cuando alguien esgrime argumentos que el conservadurismo considera nocivos, como justicia social, autom谩ticamente se convierte en comunista.
El gran proyecto de la iglesia cat贸lica y de la ultraderecha, el Intermarium, por m谩s de un siglo ha sido derrotar al comunismo, ya sea porque eran “ateos” o porque rechazaban la explotaci贸n.
Las ciencias sociales pusieron su granito de arena y en plena guerra fr铆a, que tal vez deber铆a ser conocida como guerra por medio de proxy, se lanza el planteamiento de que hab铆a terminado la ideolog铆a y que solamente hab铆a que negociar t茅rminos de intercambio, hasta cambia el lenguaje en el mundo econ贸mico, los obreros pasan a ser operarios y los trabajadores son considerados asociados, cualquier cosa menos que trabajadores, se trataba de crear la ilusi贸n de que no hab铆a m谩s explotaci贸n y que todo consist铆a en competir para lograr arrancar una prestaci贸n o prebenda m谩s. Aunque el proyecto tambi茅n se concentr贸 en debilitar a los sindicatos.
Las guerras que no acaban, ayudaron y siguen ayudando al enriquecimiento brutal de unos cuantos, que desde la academia recibieron un impulso para enriquecer a la oligarqu铆a en el mundo muchas veces a partir de “shocks” como golpes de Estado (Chile). Se crea el nuevo mito de oligarcas que ascienden a tal categor铆a empezando negocios en el estacionamiento de su casa y cualquiera pod铆a hacerlo, se reorganiza la estructura econ贸mico-social entre atrevidos y haraganes, los pobres lo son por huevones, mientras las categor铆as sociales, burgues铆a y proletariado se expulsan de la agenda pol铆tica; la 茅poca tambi茅n vio prosperar la corrupci贸n y el desastre ambiental, nada parec铆a frenar el apetito del capitalismo salvaje y qui茅n levantara la voz de alerta, era comunista.
Los partidos comunistas permanecieron fuertes en China, Corea del Norte, Vietnam y como comparsas en Rusia, Estados Unidos. Hay una s谩tira muy bien hecha en la pel铆cula El Concierto. En “occidente” los partidos pol铆ticos de izquierda se movieron hacia el centro y se cuidaron muy bien de borrar la palabra comunismo , en M茅xico se contentaron con llamarse de la Revoluci贸n Democr谩tica y la evoluci贸n de algunos viejos militantes se contentan con llamarse de Renovaci贸n Nacional (Morenos).
El comunismo fue pensado como una etapa en la evoluci贸n hist贸rica cuyo antecedente ser铆a el socialismo, una etapa de dictadura del proletariado, en la cual se cancelar铆a la explotaci贸n de una clase por otra, se generar铆a un estado general de bienestar y se avanzar铆a hacia la desaparici贸n del Estado, como instrumento que garantizara la explotaci贸n de una clase.
Algo sucedi贸 en el camino, porque en el socialismo se generaron dictaduras muy represivas, estados polic铆acos, y matanzas masivas bajo tiranos como Stalin, Mao, Pol Pot. Y entonces a cualquier comunista se le asociaba con Stalin, como si estuviera matando de hambre a los ucranianos y georgianos.
La influencia mundial de las dos posturas dominantes, Mao y Stalin, mete a la izquierda en debates lejanos a sus realidades, y traslada sus desavenencias hacia terceros, el est煤pido e innecesario asesinato de Trotsky en M茅xico, mete a los comunistas mexicanos en el debate de lo necesario que era justificar las orientaciones pol铆ticas y cr铆menes de la URSS.
Esto viene al caso porque con un grupo de amigos analizamos el Manifiesto del Partido Comunista a 176 a帽os de su publicaci贸n (EL Manifiesto del Partido Comunista. Lectura desde el Siglo XXI, disponible en amazon), lo que parece una iron铆a, reflexionar sobre el comunismo y publicarlo en uno de los arietes del capitalismo salvaje.
Publicar el libro no nos hace comunistas pero seguramente nos ganar谩 la inclusi贸n en las listas de la ignominia de la derecha, y posiblemente muchos ortodoxos de izquierda tampoco est茅n conformes con el an谩lisis, para alguno de los autores esto represent贸 entrar a las catacumbas.
Vivimos una 茅poca turbulenta, 茅poca de metamorfosis, que est谩 generando grandes cambios en la sociedad, el ambiente y la pol铆tica. Y conviene revisarla echando mano a textos elaborados pensando en el siglo XIX que tambi茅n fue de grandes transformaciones.
Las oligarqu铆as est谩n m谩s voraces que nunca, condenan a la miseria a una porci贸n mayor de la humanidad, avasallan al ambiente creando riesgos fatales para la humanidad, la pol铆tica est谩 degradada a niveles de incompetencia y corrupci贸n que cre铆amos inimaginables, y entonces es tentador revisar un llamado a la revoluci贸n que tratando de evitar su descomposici贸n, y alcanzar fines supremos, como generar un hombre nuevo, una sociedad feliz, una buena calidad de vida, y ya inmerso en el optimismo, ver que fall贸 para hacer un nuevo llamado para tener un mundo mejor.