Ir al contenido principal

Hacia nuevos escenarios mundiales: el socialismo sigue siendo esperanza

Marcelo Colussi*

El capitalismo se origin贸 en lo que com煤nmente se llama Occidente: Europa, y de all铆 se extendi贸 a las colonias americanas. Estados Unidos, ya independiente de la corona brit谩nica, se convirti贸 paso a paso en una gran potencia capitalista, ejerciendo el dominio planetario desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hoy, en el siglo XXI, gran parte del modo de vida establecido y aparentemente inquebrantable tiene tendencia a cambiar.

Por el momento, con la reestructuraci贸n que buscan Rusia y China, y la creaci贸n de los BRICS, nada indica que los problemas evidentes del sistema capitalista vayan a ser superados. O al menos, lo que est谩 sucediendo no es lo que se podr铆a haber predicho hace 150 a帽os, cuando el capitalismo industrial parec铆a indicar un movimiento hacia una “sociedad socialista” m谩s justa. Rusia est谩 siguiendo el camino del libre mercado: “No debemos retroceder a 1917”, dice uno de los asesores m谩s cercanos del presidente Putin. El “socialismo de mercado” iniciado por Beijing claramente no presagia un horizonte poscapitalista; aunque produce resultados (400 millones de campesinos salen de la pobreza cr贸nica), no abre un mundo de mayor justicia e igualdad para el resto de la humanidad. Al menos en un futuro pr贸ximo.


En el Foro Rusia-脕frica. Mosc煤 – 23. El l铆der de Burkina Faso, Ibrahim Traor茅, no fue obst谩culo para el apret贸n de manos entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente de la Rep煤blica Centroafricana, Faustin Archange Touad茅ra Foto: Vladimir Andreev © URA.RU

La Nueva Ruta de la Seda, si bien va m谩s all谩 de una declaraci贸n pol铆ticamente correcta en la que todos ganan, no deja claro c贸mo traer谩 beneficios sociales a los pueblos de los 134 pa铆ses unidos (30 europeos, 37 asi谩ticos, 54 africanos y 13). Latinoamericano). Y, sin embargo, lo que estamos viendo hoy, en la tercera d茅cada del siglo XXI, es un cambio en el centro dominante y un debilitamiento del poder de las grandes potencias capitalistas tradicionales. Europa Occidental se convirti贸 hace d茅cadas en el socio menor de Washington (Plan Marshall de posguerra), su reh茅n militar y nuclear (m谩s de 400 bases militares estadounidenses en su territorio). Al mismo tiempo, Estados Unidos, que sigue funcionando como potencia dominante, est谩 perdiendo paulatinamente su papel hegem贸nico tanto en el 谩mbito econ贸mico como cient铆fico, t茅cnico y militar.

La dominaci贸n occidental fue cruel, vergonzosa y despiadada, y llev贸 a cabo durante siglos una pol铆tica de colonialismo que enriqueci贸 a los amos a base de robos despiadados.

Las potencias capitalistas euroamericanas se han arrogado el derecho de determinar c贸mo deber铆a ser el mundo, sin especificarlo, s贸lo seg煤n su conveniencia. El “orden internacional basado en reglas” proclamado con entusiasmo por los representantes de esas “megaciudades” que intentan seguir gobernando la “aldea global” es un orden que los beneficia. Pero el planeta Tierra no es s贸lo Occidente. No debemos olvidar esto.


Rusia es la esperanza de un 脕frica libre

El modelo de vida generado por el capitalismo m谩s desarrollado condujo a un nuevo 铆dolo: el consumo, el culto al oropel, una veneraci贸n casi religiosa del “tener”. En este nombre se sacrificaron naciones enteras... Pero si toda la humanidad consumiera tanto como consume la poblaci贸n estadounidense, en pocos d铆as se agotar铆an los recursos naturales del globo. "Lo que hace grande a este pa铆s es la creaci贸n de necesidades y deseos, la creaci贸n de insatisfacci贸n con lo viejo y pasado de moda ", dice el director de la agencia de publicidad estadounidense BBDO, una de las m谩s grandes del mundo.

Sin duda, ni siquiera es la confrontaci贸n de las potencias nucleares lo que conducir谩 al colapso de tal modelo de vida. Hay otras razones que contribuyen a su declive. Los principales son el consumo excesivo, los problemas sociales acumulados, el racismo, la polarizaci贸n econ贸mica extrema, el aumento de las protestas civiles, la drogadicci贸n infernal: todo esto es un caldo de cultivo que est谩 corroyendo el dominio occidental en el mundo, encabezado por Estados Unidos.

El actual sistema socioecon贸mico capitalista crea una riqueza enorme, pero inevitablemente necesita una poblaci贸n que no tiene acceso a esta riqueza. Por ejemplo, este sistema produce muchos m谩s alimentos de los necesarios para alimentar a toda la humanidad y, sin embargo, el hambre es la principal causa de muerte de personas en diferentes continentes. Cada d铆a mueren 20.000 personas por falta de alimentos. La riqueza aporta beneficios y prosperidad s贸lo a una peque帽a capa de la 茅lite, que est谩 dispuesta a hacer cualquier cosa para no perder sus privilegios e ingresos, llevando a menudo la situaci贸n a la locura de las guerras.


“¡Te traemos libertad!”

Las provocaciones estadounidenses contra Rusia y China son cada vez m谩s peligrosas. El cierre del “corredor” hacia la regi贸n (enclave) rusa de Kaliningrado con Lituania como cabeza de puente militar, los ataques ucranianos a la central nuclear de Zaporozhye, las explosiones nunca investigadas en los gasoductos Nord Stream I y II, la invasi贸n de tropas ucranianas en la regi贸n rusa de Kursk, presentado en los medios como un “triunfo” ucraniano... Kiev utiliza misiles de precisi贸n de largo alcance suministrados por Occidente que no pueden usarse sin el apoyo satelital de las potencias occidentales. Este tipo de bombardeos contra civiles est谩 agravando cada vez m谩s la situaci贸n. Pero Washington y la OTAN siguen persiguiendo obstinadamente su objetivo: agotar a Rusia, aunque todo esto puede tener graves consecuencias.

“Nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresi贸n contra Rusia y Bielorrusia. Las armas nucleares pueden usarse si el enemigo representa una amenaza cr铆tica a la soberan铆a de cualquiera de los dos estados, incluso a trav茅s de armas convencionales”, anunci贸 recientemente el presidente Putin sobre la nueva doctrina nuclear rusa.

Es imposible predecir si se producir谩 tal escalada. Me gustar铆a creer que prevalecer谩 la raz贸n y que nadie iniciar谩 un conflicto que podr铆a terminar en un Armaged贸n nuclear.


BRICS-20, Kaz谩n – 24

El surgimiento de los BRICS marca el surgimiento de un nuevo escenario de futuro global, por lo que no es sorprendente que haya tantos estados que deseen unirse a esta organizaci贸n o est茅n considerando tal oportunidad. Estos son los estados del sudeste asi谩tico, 脕frica, Am茅rica Latina y del Sur, y los estados del Medio Oriente. Todos comprenden la necesidad urgente de una reconstrucci贸n justa del mundo y ven a los BRICS como un instrumento para ello.

Los temas de las discusiones, en particular, indican que el mundo no occidental tambi茅n quiere romper las cadenas econ贸micas creadas por el monopolio del d贸lar estadounidense. De hecho, la red SWIFT (acr贸nimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, una red interbancaria global que permite transacciones entre pa铆ses, regidas por el d贸lar) ahora est谩 siendo cuestionada. Por lo tanto, los BRICS buscar谩n mecanismos similares alternativos al sistema SWIFT administrado por Estados Unidos. 159 pa铆ses ya han expresado su inter茅s en estos nuevos sistemas.

Mientras tanto, el imperio americano sigue marcando el rumbo de la econom铆a global: “Estados Unidos utiliza su participaci贸n especial en el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos estados miembros tienen un n煤mero “equilibrado” de votos dependiendo de su posici贸n relativa. en la econom铆a global. Washington tiene el 17,69% (las principales econom铆as como China y Jap贸n tienen menos del 5%), y dado que todas las decisiones clave deben recibir el 85% de apoyo en la Junta de Gobernadores del FMI, Estados Unidos es t茅cnicamente el 煤nico con poder de veto." informa Cuban economista Hedelberto L贸pez Blanche (2024). ¿Esto podr铆a cambiar algo?

El mundo unipolar, que comenz贸 a gestarse despu茅s del colapso de la Uni贸n Sovi茅tica y del campo socialista europeo a finales de los 80 y principios de los 90 del siglo pasado, con la hegemon铆a total de Washington en ese momento, ahora est谩 dando lentamente camino a una composici贸n de ajedrez de varias piezas. Sin duda, el desarrollo militar y econ贸mico de la Federaci贸n de Rusia y la Rep煤blica Popular China, que no deja de sorprender con su destacado desarrollo cient铆fico y tecnol贸gico, dejando atr谩s a los pa铆ses capitalistas occidentales en el estudio del espacio y la alta tecnolog铆a, indican que el siglo XXI Lo m谩s probable es que no sea “El Nuevo Siglo Americano”, como predijeron los documentos estrat茅gicos del famoso Instituto Santa Fe, donde los “halcones del gran imperio del T铆o Sam” de finales del siglo XX se dedicaban, entre otras cosas, a predecir el futuro. ¿Est谩n llegando a su l铆mite como potencia hegem贸nica unipolar? Todo apunta a que s铆.


¡Am茅rica Latina intacta! Arte callejero

Ya no existe un 煤nico l铆der, un 煤nico polo de poder, como ha sido Washington desde mediados del siglo pasado. El mundo se est谩 volviendo multipolar. Y bajo el globalismo ampliamente declarado se esconde la esencia neofeudal de la civilizaci贸n occidental, que lucha por la dominaci贸n mundial en el per铆odo postindustrial. De hecho, la misma esencia forma la base del libro sobre el Gran Reinicio del ide贸logo del basti贸n de la oligarqu铆a mundial: el Foro Econ贸mico Mundial, Klaus Schwab.

Es necesario comprender: la experiencia socialista definitivamente no fue un fracaso. Esta es una experiencia que necesita ser revisada y, en 煤ltima instancia, mejorada. Esto es lo que escribe el analista pol铆tico espa帽ol Antonio Castronovi : “La multipolaridad es, m谩s bien, la verdadera revoluci贸n en curso de nuestra era, que determinar谩 el destino del mundo venidero y de cuyo resultado depender谩 la posibilidad de abrir una nueva perspectiva socialista. .”

La llamada est谩 hecha. El capitalismo ya ha demostrado de manera convincente que no puede, aunque quisiera, resolver los problemas acuciantes de la humanidad. Sin duda, habr谩 que pensar en opciones poscapitalistas para el desarrollo del mundo. El socialismo, con todos los cambios y mejoras que se pueden/deben hacer en su base ideol贸gica, sigue siendo una esperanza.


Marcelo Colussi

*Marcelo Colussi naci贸 en la ciudad argentina de Rosario, la misma ciudad donde naci贸 Ernesto Che Guevara. Estudi贸 psicolog铆a y filosof铆a en Argentina, vivi贸 en varios pa铆ses latinoamericanos y hoy, desde hace dos d茅cadas, vive en Guatemala. M. Colussi es profesor universitario e investigador social que publica sus trabajos en diversos medios independientes. https://dzen.ru/

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible